Manuel Castaño, que se pasó a saludar y lo lié.
Emotivo discurso del autor en el que habló de su obra y tal.
Abriendo el champán (dije que habría champán y lo hubo). Y también hubo mujeres.
Si no vinisteis, allá vosotros.
Si no vinisteis, allá vosotros.
Dibujando al primer lector de la tarde, mientras el camarero contratado ad hoc sirve el champán.
Sigo dibujando, mientras el guardaespaldas contratado ad hoc por la librería vigila que no me levante.
Al final, como ya he dicho, lié a Manuel Castaño para que se sentara a dibujar también.
Los lectores allí reunidos comentan y comparan sus dedicatorias y dibujos.
Manuel Castaño nos dedica su mirada "Acero Azul".
Dibujando una Vampirella.
En definitiva, una tarde dibujando, riendo y charlando con amigos. Lo mejor del mundo, oiga.