Tengo que decir que nunca he sido admiradora de las grandes princesas de los cuentos. En realidad, siempre me han parecido pequeñas niñitas sin carácter y bastante tontas. Supongo que gran parte de ésta opinión viene dada por las grandes superproducciones Disney, que en pro de suavizar un poco algunos de los grandes cuentos clásicos desvirtualizó por completo éstos personajes. Con ésto no quiero hacer campaña en contra de la gran multinacional de sueños infantiles, ya que siempre me ha causado una elevada admiración, sobre todo en sus principios; pero sigo recalcando la falta de valentía, inteligencia o sentido común de éstos personajes. Pongamos de ejemplo a Blancanieves: ¿quién se deja engañar en tres ocasiones distintas de gran similitud? ¿por vanidad? ¿por falta de sentido común? ¿poca inteligencia?, sea cual fuere el motivo, no es que es que quede en buen lugar que digamos...
Recuerdo una vez, hace años, que me dediqué a analizar los cuentos de mi infancia, y en todos y cada uno de ellos encontré algún tipo de flaqueza adornada por una adorable belleza. Pero bueno, a todos nos entretenían. Eso sí, rompo una lanza en favor de las últimas incorporaciones al elenco de protagonistas de la factoría Disney, todo hay que decirlo.
Aún así, y por algún desconocido motivo, también he sentido la pequeña "necesidad" de crear mi punto de vista infantil sobre alguna de las princesas de Perrault, Carroll y los hermanos Grimm. Recalcando que los cuentos originales, aunque en ésta época sean políticamente incorrectos, me parecen mucho más interesantes.
Aquí están:
P.D: Recomiendo encarecidamente a uno de los muchos genios de la actualidad y sus princesas, cargadas de nobleza, valentía y bondad, sin caer en tópicos ni típicos. Miyazaki y su Chihiro, su Mononoke, su Ponyo, o cualquiera de las grandes niñas que se esconden en su estudio.