La curvatura de la córnea

15 septiembre 2024

El misterioso caso del poeta que se fue a la luna

 




Una Comedia Pop que pierde ritmo

Patricia Tubella recuerda que el Pop-Art elevó el culto a la celebridad hasta la categoría de arte mediante la crítica o la celebración de la cultura de consumo. Este influjo de la cultura pop utiliza una coctelera para mezclar imágenes inmediatamente reconocibles por el público que podemos resumir en una exhibición de latas de sopa, estrellas del entretenimiento y líderes políticos.

Jaime Ocaña ha escrito un texto que acumula una gran cantidad de nombres populares, pero el uso que les da en la peripecia es meramente instrumental para encajarlos en un discurso caracterizado por un encadenado más o menos brillante de juegos de palabras, chascarrillos y humoradas que, si al principio resultan novedosos, poco a poco pierden fuerza hasta diluir lo que el programa de mano califica de «Comedia Pop»

La función empieza con una sugerente presentación de los personajes apoyada en la experiencia de unos actores con oficio de sobra para que las ironías y dobles sentidos funcionen bien dentro de una ucronía descacharrante: el fundador de la Legión Española, el autor de 'Poeta en Nueva York', y la mujer transgresora que escribió sobre la erótica de sus pechos a principios del siglo XX comparten conversación entre puyitas de intelectual, ecos de la Guerra Civil y una boda estrafalaria.

La dirección de Mario Ronsano incorpora ingredientes que buscan una vía de escape a la preeminencia de la comicidad verbal. El baile poético de seducción, la ilustración reaccionaria de 'El Mago de Oz', o la discreta utilización de los títeres. Estos materiales narrativos no transforman el agotamiento de la energía generada por la oralidad, y tampoco añaden chisporroteo eléctrico para enriquecer el juego escénico con sorpresas, gestualidad y acciones que alimenten el ritmo clásico de la comedia.

 

'El misterioso caso del poeta que se fue a la luna'

Calificación: 2 estrellas

Producción: Belladona Teatro, Las Pueyo Producciones. Dramaturgia: Jaime Ocaña. Dirección y puesta en escena: Mario Ronsano. Intérpretes: Jaime Ocaña, Catalina Pueyo y Francisco Fraguas.

Viernes 13 de septiembre de 2024. Teatro del Mercado

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10 septiembre 2024

Mi vida en el arte

 




Un monaguillo en el escenario

El actor Israel Elejalde sitúa la dificultad de decir el verso en una estructura formal tan férrea, que se siente como en una jaula desde la que mostrar pericia corporal, una adecuada de respiración y un ejercicio de comprensión que te obliga a relacionarte con las palabras. Una vez alcanzados esos objetivos puedes decidir cuándo te los vas a saltar. El Brujo hace mucho tiempo que decidió saltárselos para crear espectáculos únicos y personales.

'Mi vida en el arte' es la última de sus producciones y ha vuelto a utilizar la misma receta que, repetida una y otra vez siempre consigue matices diferentes. Los ingredientes hay que buscarlos en la santísima trinidad de un solo hombre y tres personas a la vez. El incansable dramaturgo que estudia a los clásicos. El buen oficio del cómico que hace malabares con la prosodia y la mueca. El ritmo del monologuista que cuenta sucedidos de su vida y se mofa de la actualidad social.

El Brujo modifica las proporciones de esos elementos dramáticos escuchando las reacciones del público y por eso, aunque tiene la guasa de anunciar una función con el objetivo de enfrentarse a «la asignatura pendiente para cualquier actor» y convertir los «versos, versos, versos y más versos» en el centro de un espectáculo, lo cierto y verdad es que los versos escasean para mayor gloria de una técnica infalible. Hacer reír mediante la tontería mayúscula de un juego de palabras simplón, elevar de inmediato el tono del lenguaje con una pirueta que deja la broma en las alturas de la transcendencia filosófica, y recoger el aplauso cerrado para salpimentarlo con ironías de cuando El actor dice que pierde el hilo y hasta el oremus. El secreto consiste en mantener la mirada infantil de aquel monaguillo que en lugar de feligreses veía a un público al que entretener.

 

'Mi vida en el arte'

Calificación: 4 estrellas

Dirección y actor solita: Rafael Álvarez 'El Brujo' Dirección musical: Javier Alenjano. Directora de Producción: Herminia Pascual.

Domingo 8 de septiembre de 2024. Teatro de las Esquinas.


Crítica de teatro:'Mi vida en el arte': un monaguillo en el escenario (heraldo.es)


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09 septiembre 2024

Forever Van Gogh

 



Una estructura narrativa sin emoción

El productor ejecutivo Dario Regattieri afirma que esta función es difícil de catalogar porque es un espectáculo interdisciplinar de texto, música, danza y proyecciones envolventes. Más allá de un acercamiento histórico a la figura del protagonista, el reto principal para el director Ignasi Vidal es emocionar. Los dos máximos responsables de 'Forever Van Gogh' señalan las claves para que suceda el hecho teatral: que los diferentes lenguajes narrativos activen las fuerzas de la teatralidad para que acción, pensamiento, poesía y emoción conecten con el espectador.

El pensamiento surge de una peripecia que parte de las cartas intercambiadas por los hermanos Van Gogh para contar sus vidas con nitidez, hasta invitarnos a reflexionar sobre la paradoja de como sus cuadros alcanzan un valor económico que el autor nunca pudo imaginar. Los aliados de la poesía están relacionados con la acción y la vibración del violín. Imágenes que se escapan del escenario para ilustrar y contextualizar. La escenografía de un contendor cúbico utilizado con versatilidad. Los movimientos en el espacio escénico culminan en coreografías contemporáneas de gran belleza magnética que componen los momentos más interesantes de la función.

Estos aciertos no cuajan por la ausencia de la imprescindible tensión entre escritura y su pronunciación. Mayorga afirma que el tipo de la palabra constituye la forma de la obra. En este caso abundan las dudas, problemas de vocalización, barullo en las escenas de grupo y confundir la intensidad dramática con elevar el volumen de la voz. Con estos mimbres la construcción de los personajes es superficial, y los enjaula en las cuerdas vocales hasta incapacitarlos para mostrar el pálpito interior de sus sentimientos, ese lugar donde brota la emoción que tanto se echa en falta.

'Por siempre Van Gogh'

Calificación: 3 estrellas

Producción: Beon Entertaiment. Autor y dirección: Ignasi Vidal. Coreografía: Chevy Muraday. Música. Ara Malikian. Violinista: Simón García Escenografía: Alessio Meloni. Elenco: Cisco Lara, Felipe Ansola, Alba Yuste, Andoni Larrraberi, Inés Valderas, Gema Álvaro, Vicky Condomí, Joaquín Fernández, Noelia Venza y Javier Arroyo 'Jota'.

Jueves 5 de septiembre de 2024. Teatro Principal de Zaragoza

Crítica de teatro: 'Forever Van Gogh': una estructura narrativa sin emoción (heraldo.es)



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31 agosto 2024

Sobras completas: ¡Hazmerreir!





Antropología para odiseas cotidianas

Si un viajero dorado vino del futuro para clausurar los Juegos Olímpicos de Paris, y recordarnos las esencias del olimpismo, los dos androides que protagonizan 'Hazmerreir' vienen de la frontera de ese mismo futuro gracias a un software IA de última generación diseñado para salvaguardar el entretenimiento. El plan consiste en llevar el monólogo cómico más allá de un tipo frente al micrófono que se dirige directamente al público para generar una comunicación interactiva que conecte, escenario y auditorio. El objetivo se cumple gracias a un salto esencial hacia el género dramático, y que la acción recaiga en los personajes en lugar de hacerlo en la narración. El dramaturgo José Luís Esteban lo resume en dos ideas que lo representan como actor y escritor. «Que las palabras estén vivas y se pueda jugar con ellas»

El juego comienza en el título. 'Hazmerreir' parece la orden Tajante para que los cómicos empiecen a divertirnos, sin embargo los androides fusionan los dos verbos para alejarse de esa acepción. Ellos en realidad se comportan como el antropólogo que estudia las relaciones sociales de los humanos, elige la evolución de las mejores individualidades y hace un resumen de sus vidas tirando de la ironía proporcionada por el diccionario de la RAE. «Hazmerreir. Persona que por su aspecto o conducta es objeto de diversión o burla de otros.» Y así lo androides convierten nuestras odiseas cotidianas de ir al cine, al gimnasio o hacer el amor en una voltereta cómica que siempre esconde una moraleja.

El piano de Naiel Ibarrola ilustra imágenes y sus contornos hasta empujar las peripecias con melodías que a veces reclaman más variedad. ¡ habituales travesuras en la prosodia de Esteban piden transiciones con ese puntito de engrase que se adquiere con los bolos que están por venir.

 

'Sobras completas: ¡Hazmerreir!'

Calificación: 3 estrellas

Texto e intérprete: José Luís Esteban. Música original en directo, gráfica e ilustraciones: Naiel Ibarrola. Atrezzo: José Ibarrola. Distribución: Pilar Royo.

Jueves 29 de agosto. Centro Joaquín Roncal.

Antropología para odiseas cotidianas (heraldo.es)


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19 agosto 2024

La mirada de la crítica en la primera colaboración de Margarita Xirgu y Federico García Lorca


 

Margarita Xirgu terminó la gira veraniega que cada año realizaba por el norte de España y regresó a Madrid en el otoño de 1926 para gestionar la siguiente temporada del Teatro Fontalba.

La actriz se alojaba en el Ritz y allí se encontró con Lydia Cabrera, una compañera de profesión con la que había trabajado en Cuba en el año 1923 y mantenía una buena amistad. A lo largo de la conversación, Cabrera felicitó a su amiga por el próximo estreno de la obra de Federico García Lorca que, titulada “Mariana Pineda”, había llegado a sus manos a través del escritor Eduardo Marquina. La Xirgu mostró su asombro, primero porque Marquina no le había entregado ningún material y segundo porque desconocía al autor del que su amiga hablaba maravillas.

Cuando La Xirgu y Cabrera se encontraron en el hall del Ritz, la producción dramática de Lorca se reducía a un estreno en 1920 de su obra “El maleficio de la mariposa” que cosechó un estrepitoso fracaso en su estreno en el Teatro Eslava de Madrid. Sin embargo, el entusiasmo que mostró Cabrera con la amistad de Lorca, levantó la curiosidad de La Xirgu hasta el punto de enviar a su amiga en busca del autor que vivía en la Residencia de Estudiantes y, media hora más tarde, los tres estaban tomando el aperitivo. La personalidad y la simpatía de Federico cautivaron a Margarita que se quedó con un manuscrito de la obra y le prometió que la estrenaría si el texto le gustaba.

Lorca volvió a Granada para preparar la publicación de la revista Gallo mientras crecía la incertidumbre con respecto a “Mariana Pineda”. El tiempo pasaba y tanto Marquina como La Xirgú guardaban un desesperante silencio sobre su obra. Lorca escribió una primera carta a Marquina en la que le confesaba el disgusto de sus padres por lo nada práctico de sus actuaciones literarias, le pedía consejo sobre lo pertinente de escribir a La Xirgu y le solicitaba opinión sobre su calidad de “poeta dramático” Lorca era un novato en las tareas de escritor dramático y para él era importante recabar la opinión de Marquina que, apoyado por la compañía de Fernando Díaz de Mendoza y María Guerrero, había alcanzado un éxito notable implantando un nuevo teatro poético que, desde 1908 hasta el estreno de “La ermita, la fuente y el río” en el Teatro Fontalba de Madrid el 10 de febrero 1927, había dado voz para despertar la imaginación del púbico hacia una realidad cerrada, falsa y dormida.

La desesperación de Lorca seguía en aumento y escribió a su amigo Melchor Fernández Almagro que también era amigo de La Xirgu y de Marquina, miembro del Ateneo y articulista de fondo y crítica teatral y literaria en el periódico La Época.. En su carta  le insta a ejercer de enlace y Almagro le responde a vuelta de correo para aconsejarle que viaje a Madrid de inmediato mientras él va moviendo los hilos. A los pocos días le vuelve a escribir con buenas noticias: Marquina está impresionado, y Margarita Xirgu decidida a hacer la obra.

Lorca recibe la confirmación oficial el 13 de febrero de 1927 mediante una carta de Cipriano Rivas Cherif. El director de escena en la compañía de La Xirgu es un escritor con una prolífica actividad crítica en diversos periódicos y un creador experimental dedicado a renovar el teatro de vanguardia español mediante una alternativa artística que fuera más allá del negocio del teatro industrial. Cherif y Lorca se conocían desde 1921 cuando el poeta publicó sus primeros poemas en la revista “La pluma” fundada por Cherif y Manuel Azaña. La carta era tranquilizadora, le comunica que la actriz está muy ocupada para comunicarse con él, y le recomendaba escribir inmediatamente tanto a La Xirgu como a Marquina. Le confesaba que siempre había desconfiado del apoyo del autor a su obra, pero precisamente en aquel momento Marquina estaba muy efusivo por el exitoso estreno de su obra “La ermita, la fuente y el río”, y como esa misma noche había tenido una larga conversación con La Xirgu en la que intercambiaron un buen número de elogios hacia él y su obra. Cherif también le advertía que después del éxito de Marrquina, y aunque La Xirgu estaba dispuesta a gastarse todo el dinero que haciera falta para poner la obra a su gusto, lo cierto era que no debería esperar un éxito parecido al de Marquina. A Cherif no le gusta la obra de Marquina y le parece impensable que la obra de Lorca tenga tantos disparates como por lo visto eran necesarios para gustarle al público y a la crítica, que Cherif resume en tres nombres: Canedo de El Sol, Mesa de El Imparcial y Melchor de La Voz. Nosotros vamos a tomar esa dirección para responder a la pregunta: ¿Qué escribieron los críticos aludidos sobre el estreno de “Mariana Pineda” en Madrid?

Enrique Díaz-Canedo licenciado en Derecho nació en Alburquerque en 1879 y se dedicó a explicar Historia del Arte en la Escuela de Artes y Oficios de Madrid. Publicó poesía mientras colaboraba en prensa, y después de pasar dos años en Paris se afianzó como crítico teatral en el diario El Sol.

Enrique de Mesa y Rosales nació en Madrid en 1878, estudió abogacía, fue e Secretario del Museo de Arte Moderno y compaginó su vena poética con la pasión por el teatro que le llevó a ejercer la crítica en El Imparcial.

Melchor Fernández Almagro nació en Granada en 1893, estudió Derecho y trabajó en el Cuerpo de Correos al mismo tiempo que ejercía la crítica teatral en la Gaceta del Sur. Se trasladó a Madrid en 1918 y unos años más tarde comenzó a escribir la crítica teatral en La Época hasta que en 1926 dio el salgo a La Voz. Era amigo de Lorca.

Mariana Pineda nació en Granada en 1804, se casó con un liberal con el que compartía ideas y en 1823, cuando ya era viuda y se restableció el absolutismo de Fernando VII, comenzó a bordar la bandera con la que los liberales iban a realizar un levantamiento en Andalucía hasta que las autoridades registraron su casa, encontraron la bandera y con veintisiete años fue condenada a muerte. La obra que García Lorca dedicó a su figura se estrenó en Barcelona el 24 de junio de 1927 y estuvo en cartel hasta el 3 de julio. El 10 de agosto se representó en San Sebastián como el inicio de una gira veraniega por el norte hasta llegar al teatro Fontalba de Madrid el 12 de octubre de 1927. El día del estreno madrileño el diario ABC publicaba una “autocrítica” del propio autor en la que Lorca recordaba al público que se trataba de una función que había escrito cinco años atrás. El protagonismo de Mariana Pineda estaba directamente relacionado con su Granda natal donde su figura todavía estaba muy viva gracias a los romances y narraciones que Lorca escuchó de niño. Lorca afirmaba que la  función, lejos de ser un drama épico, tenía como propósito abandonar el terreno de la historia y presentar una “Mariana lírica, sencilla y popular”. Lorca, lejos de aspirar a una obra vanguardista o un drama romántico, solo pretendía escribir un “drama ingenuo” El texto terminaba agradeciendo la colaboración de Salvador Dalí en la escenografía y Margarita Xirgu en la interpretación.

El autor y la obra

La crítica de Almagro comienza sin dudas: La Xirgu ofrece al público una obra de extraordinaria calidad y, aunque recuerda que un Lorca adolescente ya se asomó al Eslava, omite el fracaso de aquella función, para eso ya está Canedo que inicia su texto aludiendo al primer estreno madrileño de Lorca para definirlo como “curiosísima ficción dramática”, sin embargo muy pronto pone de relieve que la inspiración del autor se sitúa entre el “hechizo popular” y los “cantos del pueblo” hasta alcanzar un “arte exquisito de poeta” gracias a “una eterna persecución del alma infantil de las cosas”. Mesa también coincide con esa apreciación y afirma que “las momias de los grandes poetas españoles” “se habrán estremecido de júbilo” con la savia nueva del romance en el que “Lorca ha triunfado por entero”. Pero al halago le sigue una crítica muy técnica en la que se queja de “desigualdad notoria” de las cuartetas del primer acto a las que  califica de “construcción artificiosa, desajustada y de vulgaridad ripiosa”. Sin embargo Almagro subraya que el lenguaje, siendo “infantil y popular” está construido con una gran “disciplina metódica” para unir “técnica” y “espontaneidad” en una inspiración natural que se aleja del laboratorio.

Figura histórica versus leyenda

Mesa advierte que detrás del romance hay una figura histórica, y por eso reclama que los versos deberían ser el instrumento para conseguir acción dramática, una crónica que deje claro tanto el romance como la historia y, aunque alaba el poder estético de la obra, achaca a Lorca que no ha conseguido “una realidad artística dentro del orden escénico” El motivo de ese fracaso es el predominio del uso lírico de las palabras que, utilizadas como si fueran colores, dejan de ser instrumentos para la pasión dramática. Mesa defiende que la poesía puede mostrar las actitudes propias de los personajes sobre un escenario y eso es precisamente lo que Lorca no lo ha conseguido. En realidad no le preocupa tanto que la precisión histórica esté más o menos presente en el drama, lo realmente negativo es que el ingrediente histórico se queda en ambiente y a la vez hay poca humanidad.

Almagro no está de acuerdo en esa valoración y destaca que la emoción del amor se humaniza de una manera más eficaz que la emoción liberal de cariz histórico porque, en realidad, la doctrina política que significa bordar la bandera no importa en el desarrollo de la historia: La heroicidad de Mariana no radica en la defensa de sus ideas políticas, su leyenda permanece porque no delata a ninguno de sus compañeros. En ese sentido Almagro afirma que para enjuiciar la obra lo primero es comprender que el escenario se inundó con un poema escénico en un ejercicio de teatro poético muy alejado del habitual “teatro histórico” que, en este caso, se sitúa en el emplazamiento geográfico ¨sabiamente captado” de Granada, para conceder a Mariana Pineda el papel dramático de quien está más enamorada de su amante que de la libertad. Almagro finalmente afirma que Lorca deja la historia fuera del litigio y aporta una pregunta al debate: ¿La fe de Mariana Pineda en la Constitución fue el único elemento para provocar el sacrificio de su muerte?

Caneda abunda en esta visión cuando define a Mariana Pineda como una “romántica en lamentación”, un personaje construido “a través de la leyenda” que borda la bandera “no como un signo de libertad, sino como presa de amor” para concluir que la obra emociona mientras Mesa la acusa de utilizar todos los trucos del teatro viejo: La copla en la lejanía, el tañido de las campanas en funeral, la muerte adornada con flores y sobre todo que el malo de la obra es un torpe melodramático.

Escenografía

Canedo elogia la escenografía de Dalí porque crea una alianza con las palabras de Lorca para mostrarlas con ojos de niño, un trabajo que le recuerdan al mismo tiempo a Picasso y las pinturas infantiles. Almagro la considera exquisita, un ejemplo vivo de gusto y adecuada simplificación, pero Mesa, como ocurría con su discurso sobre la función en general, divide su opinión, mientras la ingenuidad graciosa de la última estampa le parece acertada, la primera escena es una mezcla arbitraria de realismo y simbolismo.

La Xirgu

La interpretación de La Xirgu bascula entre la moderación de Caneda que la define como “muy de Margarita Xirgu”, para destacar los momentos en los que el dolor abatía su figura, mientras Almagro le asigna la consideración de “gran actriz” que halló acentos más humanos en los instantes capitales. Mesa subraya la evidencia de que “Lorca está encantado con la señora Xirgu” para alejarse de sus compañeros en la valoración de la actriz: “Poco bueno puede decirse de la interpretación”. Llegados a este punto de crítica quizás sea un buen momento para retroceder ocho meses y situarnos en la carta en la que Cherif le envió a Lorca para confirmarle que la obra se iba a hacer y donde el director artístico de la compañía de La Xirgu escribió: ¡Cómo te va a destrozar los versos de Mariana! Porque los dice de una manera bárbara y catalana, pero es lo cierto que hace algunas escenas, las mudas y cachondas, de manera excelente.

Resumen

Canedo calificó el estreno como un éxito claro y generoso. Melchor subrayó que el autor, naturalmente, escuchó las ovaciones de las grandes veladas teatrales. Mesa reconoció que las muestras de entusiasmo fueron fervientes y unánimes, pero las achacó a “una simpática juventud que aplaudía toda la obra con hiriente y parigual entusiasmo, sin detenerse en ápices ni distingos.”

 El estreno de Mariana Pineda unió para siempre las carreras teatrales de Lorca y La Xirgu que con posterioridad estrenó otras obras del dramaturgo y poeta granadino: “La zapatera prodigiosa” en 1930. “Yerma” en 1934, y “Doña Rosita la soltera o el lenguaje de las flores” en 1935 en lo que fue el último estreno en vida de Lorca. La Xirgu organizó una gira sudamericana a principios de 1936 con una primera escala en Cuba. El poeta y la actriz tenían previsto reunirse meses más tarde en México, pero la guerra civil de julio de 1936 impidió el reencuentro. Lorca fue asesinado el 19 de agosto cuando el estreno de “La casa de Bernarda Alba” estaba previsto para finales de 1936 en tierras argentinas. Lorca terminó de escribir la función en junio de 1936 y cumplía los deseos de La Xirgu de hacer un papel de mala, un ser duro y opuesto a la ternura que había encarnado en Doña Rosita. Tras la guerra civil, Julio Fuensalida, un buen amigo de la familia García Lorca, entregó la obra en mano a La Xirgu que comenzó los ensayos de inmediato hasta su estreno en el Teatro Avenida de Buenos Aires el 8 de marzo de 1945.

¡Silencio! es la última palabra que pronuncia Bernarda Alba que, recibida con la estruendosa ovación del éxito, parecía anunciar la larga noche que la dictadura franquista impondría en España, mientras La Xirgu vivió exiliada en Uruguay hasta su fallecimiento en 1969.

 

Documentación

Aguilera Sastre, Juan “Cipriano Rivas Cherif” Real Academia de la Historia. https://dbe.rah.es/biografias/4471/cipriano-de-rivas-cherif. “n.d.” Web 3 de abril de 2022.

De Mesa, Enrique. “El estreno de anoche de Fontalba”. El Imparcial. 13 Oct 1927. Web.

Díaz-Canedo, Enríque. “Mariana Pineda en Fontalba”. El Sol. 13 Oct 1927. Web.

Fernández Almagro, Melchor. “Estreno de Mariana Pineda”. La Voz. 13 Oct 1927. Web.

Fernández Gutiérrez, José María. “Enrique Diaz-Canedo”. Real Academia de la Historia. https://dbe.rah.es/biografias/6000/enrique-diez-canedo-reixa. “n.d.” Web 3 de abril de 2022.

García Lorca, Federico. “Autocrítica de Mariana Pineda”. ABC. 12 Oct 1927.

Rodrigo, Antonina. Margarita Xirgu. Una biografía. Flor del Viento Ediciones. Barcelona: 2005. Print.

Torres Nebrera, Gregorio. “Enrique Mesa y Rosales” Real Academia de la Historia. https://dbe.rah.es/biografias/12732/enrique-de-mesa-y-rosales. “n.d.” Web 3 de abril de 2022

Viñes Millet, Cristina. “Melchor Fernández Almagro”. Real Academia de la Historia. https://dbe.rah.es/biografias/9336/melchor-fernandez-almagro “n.d.” Web 3 de abril de 2022


Artículo publicado en el número 4  de la Revista Cultural El Eco de los Libres

 

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05 julio 2024

Enigma Shakespeare

 




Shakespeare´s Greatest Hits Remix

Peter Brook considera que el factor vital más importante en la vida de Shakespeare fue que el Teatro era su sala de reuniones. Una comunidad en la que el dramaturgo investigaba la manera de reescribir o añadir nuevas escenas sobre la marcha hasta dar con un nuevo éxito que les permitiera pagar los salarios. Teatro del Poniente se suma a ese vértigo para contarnos la historia de la compañía residente en el Globe Theatre cuando su autor deja de escribir porque está moñeco, y deciden representar un Shakespeare´s Greatest Hits Remix.

La dramaturgia de Antonio Velasco utiliza el sofrito del humor para que la comicidad integre los diferentes lenguajes teatrales que utiliza. Su intención es maridar las estructuras dramáticas de finales del siglo XVI con ingredientes que aporten el sabor cotidiano de la vida actual. La peripecia se justifica con una prolongada introducción que deja paso a un espectáculo donde el picante lo ponen las máscaras de una teatralidad que abandona la senda de la verosimilitud en la tragedia, hasta conseguir un guiso con el descacharrante sabor del gesto exagerado, pipirranas verbales y metáforas en forma de banda sonora: rumba tecno y canallita para las lágrimas de amor y dame veneno que quiero morir. El pop melifluo de una Boy Band que suspira por los personajes que la pluma de Shakespeare dejó fiambres. Uñas de gel para ritmos urbanos que reclaman poder con ambición desmedida.

El elenco domina el flow del verso clásico que salta al chascarrillo chistoso, dibuja caricaturas grotescas, y saca a flote un texto que a veces emboza la acción dramática con demasiadas explicaciones. Pero también tiene la frescura de conectar pasado y presente con mensajes tan atemporales como ni una mujer menos por culpa de los celos, y más mujeres trabajando en el teatro.

 

‘Enigma Shakespeare’

Calificación: 3 estrellas

Compañía: Teatro de Poniente. Autor y dirección: Antonio Velasco. Reparto: Helena Lanza, Raúl Escudero y Antonio Velasco. Ayudante de dirección: Natham I. Bamio. Escenografía y máscaras: Adelina Vicente, Diego Polo y Nicomedes Pérez. Producción: Iratxe Jiménez.

Miércoles 3 de julio de 2024. Teatro de las Esquinas.

'Shakespeare's Greatest Hits Remix' (heraldo.es)


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30 junio 2024

Soñando Dulcinea

 


El Quijote como nunca te lo han contado

Nuria Galache Sánchez, autora, actriz y directora de 'Soñando Dulcinea', recuerda que la pluma de Cervantes nos regaló un personaje que forma parte irrenunciable a nuestro imaginario sobre el amor. A partir de esa recomendación buceé en un análisis de la profesora Mariapia Lamberti que parte de una premisa: Dulcinea no es una creación de Cervantes. Su creación y desarrollo tan solo pertenece a Don Quijote porque solo vive en su mente y en su corazón, y de allí se proyecta hacia afuera.

La función 'Soñando Dulcinea' se alimenta de esta aparente contradicción y a o largo de su desarrollo encontramos interesantes pinceladas que ponen de relieve las diferencias entre una Dulcinea transcendente, y una Dulcinea de carne y hueso que en realidad se llama Aldonza Lorenzo.

La representación comienza con la energía de una Dulcinea que nos reta a pensar en ese camino que va del amor a la obsesión, y como una persona amada sin su consentimiento puede sentirse tan acosada que llega a definirse como víctima. Es una manera muy valiente de darle la vuelta al calcetín que siempre nos habla de Dulcinea como la sublimación del amor y que en realidad, como afirma el profesor Manuel Canga, es una cuestión práctica de Don Quijote que, como cualquier Caballero Andante que se precie, necesita de una dulce señora para hincar la rodillas ante ella y ofrecerle todos los trofeos obtenidos en batallas y duelos sin par.

Aldonza Lorenzo es la cara real de la moneda de estos amoríos. Un recuerdo lejano en la memoria de Alonso Quijano y muy presente en la de su escudero Sancho que, como nos recuerda Lambert, es capaz de dar una descripción detallada de su robustez y fuerza hombruna tan alejadas de la tradicional idealización de la figura de la mujer. La dualidad Dulcinea-Aldonza se convierte en un momento clave en la obra de Cervantes cuando Don Quijote replica a su escudero que a él le basta pintar en su imaginación la belleza de su dama y así, de una manera mucho más práctica que amorosa, conforma una transfiguración completa, consciente y voluntaria para dejar claro que Aldonza no es Dulcinea. Veamos como 'Soñando Dulcinea' se alimenta de la separación de ambos personajes alcanzando algunos momentos muy interesantes dentro de la representación.

Partimos de una máxima: La figura de Dulcinea es tan solo una ficción en la cabeza de Don Quijote, que por los azares de la novela escrita por Cervantes se relaciona con los demás personajes a través de las descripciones del Caballero de la Triste Figura y así, mientras Quijote alude a un personaje creado en su imaginación que en la realidad de la novela no existes, el resto de los personajes con los que el Cabalero Andante se encuentra lo toman como una figura real. Una deliciosa pirueta argumental que en la función tan solo aparece como una breve pincelada para, despachada con se excesiva celeridad, abandonar la interesante posibilidad dramática de profundizar en las relaciones de quienes por orden de Don Quijote van hasta el Toboso a rendir pleitesía a Dulcinea.

El otro momento interesante está protagonizado por Aldonza Lorenzo cuando, para atender el pertinente dilema sobre las quejas de Dulcinea sobre el sufrimiento que le produce un amor no deseado, la labradora apela el caso de la pastora Marcela que, por pertenecer a los personajes reales de la novela de Cervantes como la propia Aldonza, es una figura ideal para reivindicar un discurso que, escrito hace cuatro siglos, es un alegato que nos apela directamente para poner en relieve la libertad de amar o de no hacerlo, con independencia de lo que piensen o de que se enamoren los demás.

Otro momento interesante de la función es la apelación que Aldonza Lorenzo hace a Marcela. El dilema es muy pertinente porque si las quejas de Dulcinea sobre la forma en la que tiene que sufrir el amor de su amado provienen de una ficción en la cabeza de Quijote, en el caso de un personaje tan real como la pastora Marcela. Una figura que muy recientemente ha sido objeto de estudio a través de una función en el recién inaugurado Teatro Cervantes de Madrid donde, como nos recuerda Rocío García, la actriz Celia Freijeiro, la directora Leticia Dolera y la dramaturga María Folguera recuperan un discurso en favor de la libertad de amar, o de no hacerlo, un alegato escrito hace cuatro siglos que nos apela directamente.

'Soñando Dulcinea' deja pasar la oportunidad de recoger todo ese impulso emotivo de gran potencial teatral que significa el vendaval de inteligencia argumentativa de Marcela, y como pone en su sitio las cuitas sobre bellezas y amores. Es cierto que sobre el escenario brilla la prosodia de la actriz, pero también falta aliento dramatúrgico para, además de apelar al público de la sala, convertir el alegato de Marcela en el bálsamo de Fierabras para aliviar los pesares de una Aldonza Lorenzo tan alejada de los ideales de los hombres como cautiva de la figura de Dulcinea.

El desarrollo dramático de la función, más allá de los caminos alternativos a los que podría subirse, muestra una mirada femenina sobre lo acontecimientos narrados por Cervantes, y quizás por eso, la representación profundiza en la disputa que tienen Sancho y Quijote a la sobre la percepción que cada uno de ellos tienen del personaje conformado por el binomio Aldonza-Dulcinea. Pero lo hace mediante una escena que se apunta a simplificar el complejo cambio de perspectiva al que se ven sometidos quien monta en burro y quien lo hace sobre un rocín.

Julio Rodríguez Luís nos suministra unas indicaciones de uso para comprender el cambio de perspectiva que sufren Sancho y Quijote en relación a Dulcinea. La versión de La Befana Teatro simplifica la historia cuando se centra por completo en una escena que tiene lugar durante la tercera salida de nuestro Caballero Andante, justo cuando la mirada del escudero y el caballero se invierte con respecto a todo lo que ha ocurrido anteriormente con Dulcinea y así, Sancho se aparta por completo de la descripción de la campesina que había expresado en el pasado y se dedica a loar todos los estereotipos sobre el retrato ideal de Dulcinea. Sin embargo Don Quijote, que ya ha olvidado por completo la existencia de Aldonza Lorenzo, tan solo quiere disfrutar de la belleza de su dama que en esta ocasión tan bien describe Sancho, pero ante los ojos del Quijano solo aparece el perfil hosco de la labradora. Y así la parodia princesa-labradora da un vuelco que Don Quijote asigna a la malignidad de magos que nublan su mente para impedirle disfrutar de la belleza de su señora.

Nuria Galache Sánchez tiene sobrada presencia escénica y una afinada prosodia para llevar hacia adelante una función en la que prima una manera fresca de interpretar, romper la cuarta pared para fijar la atención y ocupar el espacio. Esas herramientas son suficientes para que olvidemos la ligereza en la construcción de los personajes, y la sensación de atropellar la peripecia para cumplir con el lema que encabeza el cartel de la función: El Quijote como nunca te lo han contado.

'Soñando Dulcinea'

COMPAÑÍA: La Befana Teatro. DIRECCIÓN E INTERPRETACIÓN: Nuria Galache. AUTORÍA: Nur Sánchez. MÚSICA: Beatriz Serrano. ESCENOGRAFÍA: Alejandro Contreras. VESTUARIO: La Befana Producciones. AYUDANTE DE DIRECCIÓN: Sonia Montecino.

Jueves 27 de junio de 2024. Teatro de las Esquinas.


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