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Nuevas elecciones, nuevas promesas
Las campañas electorales, sean donde sean, son sinónimo de promesas que generalmente terminan siendo incumplidas. Los políticos de turno se llenan la boca anunciando cambios y grandes soluciones a problemas que llevan años sin resolverse, pero que según ellos “ahora sí” durante su gobierno van a ser solventados. Sin embargo, al final, las promesas siguen siendo deudas para los candidatos de turno.
Durante los últimos días se ha redundado en esta situación al interior de la campaña demócrata y, en concreto, en los discursos de John Kerry, rival de Bush en la carrera por la presidencia de Estados Unidos. “Yo seré un presidente que sí sabrá donde está América Latina. Ayudaré a construir el espíritu del buen vecino y a forjar una nueva y más amplia ‘Comunidad de las Américas’”, son algunas de sus expresiones en los recientes discursos de la maratónica Convención de su partido.
También ha dicho el senador demócrata y candidato presidencial que la estrategia de su gobierno hacia América Latina será la de “una política multilateral donde el liderazgo de Estados Unidos sea moral”, y sobre el tema del libre comercio ha expresado sus dudas frente a la política de Bush, al señalar que la integración regional debe ir más allá del tema comercial.
No es tan fácil lograr lo que pregonan Kerry y su partido. Por supuesto, no estamos afirmando que se trate de una utopía o que sus intenciones sean ilegítimas o inválidas. Al contrario, ojalá que tanta promesa se tradujera en realidad. Pero por ahora se trata simplemente de eso, de las consabidas promesas electorales.
Para ser justos, hay que decir que en lo que va corrido de su mandato, George W. Bush tampoco ha cumplido con las promesas hechas durante su campaña electoral de mirar más hacia América Latina y, por el contrario, su política exterior en este sentido ha sido monotemática: los tratados de libre comercio. Lo demás ha sido lo de menos, entre otras cosas porque el 11-S, el terrorismo y la guerra de Irak le robaron toda su atención.
No se trata de llover sobre mojado criticando las promesas electorales de Kerry o las deudas pendientes de Bush con América Latina. Es lógico que haya ofrecimientos o resarcimientos ante la proximidad de unos comicios. ¿Qué otra cosa podría hacerse durante una campaña?
Lo importante es que nuestra región haga parte de la agenda política de ambos partidos.
Entre tanto, bien valdría la pena que fueran los propios gobiernos de los países latinoamericanos quienes hicieran un inventario de sus problemas y lo enviaran a las huestes demócrata y republicana para que, llámese como se llame el próximo inquilino de la Casa Blanca, éste se enfoque en la ayuda que realmente necesitan nuestros pueblos y no en la que él cree.
New elections, new promises
Electoral campaigns, wherever they take place, are synonymous with promises that as a rule go unfulfilled. The politicians of the moment tout changes and great solutions to problems that have remained unresolved for years but that they claim ‘will now really happen’ during their incumbency. In the end, however, the promises remain debts for whoever happens to be the candidate designate.
Over the last few days, this situation has come up again in the Democratic campaign, and specifically in the speeches of John Kerry, Bush’s rival in the U.S. presidential race. He said that as president he will know where Latin America is, and that he will help build the good neighbor spirit and forge a new and broader ‘Community of the Americas’ some of the buzzwords he used in recent statements during his party’s marathon Convention.
The Democrat senator and presidential nominee has also said that his administration’s strategy for Latin America will be a multilateral policy where U.S. leadership will be a moral one, and about the free trade issue, he has expressed doubts over Bush’s policy, pointing out that regional integration must transcend the trade issue theme.
What Kerry and his party propound is not that easy to achieve. Indeed, we are not asserting that it is a Utopia or that his intentions are not legitimate or valid. On the contrary, our wish is that so much promising will become real. But for now it comes to only that, overused electoral promises.
To be fair, it must be said that, so far in his ongoing mandate, George W. Bush has not fulfilled either the promises he made during his electoral campaign to look more toward Latin America; rather, his foreign policy in this context has consisted of only one theme: the free-trade treaties. The rest has not been as important, among other things, because the 9/11 tragedy, terrorism and the Iraq war have absorbed all his attention.
It is not a matter of dwelling upon Kerry’s electoral promises or at Bush’s outstanding debts with Latin America. After all, it is to be expected that there will be offers to make amends in anticipation of the forthcoming elections. What else could be done during a campaign? What is important, though, is that our region be included in the political agenda of both parties.
Meanwhile, it would be worthwhile for the Latin American governments to draw up an inventory of their problems and send it to the Democratic and Republican fronts so that whoever becomes the next White House tenant will focus his attention on the assistance our peoples really need and not on the one he thinks they need.
Venezuela revive el futuro
A menos de un mes de la celebración del crítico referendo revocatorio presidencial, un involuntario ex presidente venezolano dañó con displicencia el esfuerzo de la oposición al hacer comentarios que hacen recordar el estilo de matones. La oposición de Venezuela debe procurar por todos los medios de asegurarse que los dinosaurios políticos del país no estropeen una oportunidad ganada con gran trabajo para sacar democráticamente del poder al presidente venezolano Hugo Chávez el próximo 15 de agosto.
Es difícil de imaginar un mejor regalo para Chávez que las declaraciones que Carlos Andrés Pérez dio al periódico venezolano El Nacional. Chávez “debe morir como un perro, porque se lo merece”, espetó Pérez, quien fue enjuiciado por corrupción durante su segundo término. Pérez también señaló: “Estoy trabajando para sacar a Chávez [del poder]. La violencia nos permitirá eliminarlo. Ese es el único camino que nos queda”.
El antiguo presidente, quien lanzó los cruentos comentarios desde su cómoda posición en Miami, manifestó: “No podemos tan sólo librarnos de Chávez e inmediatamente tener una democracia…necesitaremos un período de transición de dos a tres años para echar los cimientos de un Estado donde prevalezca el imperio de la ley”.
Cuando se le preguntó el deseo de los venezolanos de echar adelante la reforma democrática, Pérez insinuó que ve un papel para él en este futuro hipotético y despótico. “No soy el pasado, sino el futuro”. Pero Pérez es definitivamente parte del pasado de Venezuela y personifica la ‘cleptocracia’, es decir, el soborno y la incompetencia, que dio lugar al surgimiento de Chávez.
Entretanto, el electorado venezolano y algunas de las instituciones del país han demostrado un compromiso valeroso y obstinado con los principios democráticos. Es ese electorado el que ha vislumbrado un nuevo futuro para Venezuela y hasta cierto grado forzado a la evolución de la clase política.
En abril de 2002, los militares venezolanos lanzaron un golpe contra Chávez luego de que individuos vinculados de varias formas al gobierno de Chávez abrieron fuego contra una marcha oposicionista. Actualmente en Latinoamérica el asesinato de manifestantes se toma muy en serio el colapso del gobierno de Sánchez de Lozada el año pasado es un caso que puede traerse a colación. En la víspera del golpe, el gobierno recién instalado procedió a disolver el Congreso y también disparó y mató a manifestantes pro-chavistas. Dos años después, los militares venezolanos exhibieron admirable madurez al reconocer los errores del nuevo gobierno y reinstalar a Chávez. Lo sucedido en el 2002 es muestra de las políticas alternativas poco atrayentes que han tenido ante sí los venezolanos.
Aun así, el pueblo venezolano parece estar arrastrando a la clase política hacia adelante. Muchos arriesgaron represalias por parte del gobierno de Chávez al solicitar el referendo. La oposición ha demostrado, desde el golpe, su determinación de operar dentro de parámetros democráticos. Y Chávez dice que respetará los resultados del referendo. Debiera probar su seriedad dejando que los observadores que se necesitan vigilen la votación.
La oposición debe enviar un mensaje que trascienda el ‘fuera Chávez’, inclusive esas voces que hablan desde Estados Unidos. u
(*) de: The Washington Times, publicación hermana de Tiempos del Mundo. Traducción TDM.
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Cese a la ejecución de menores
Tiempos del Mundo
El próximo año la Corte Suprema de Justicia de Estados Unidos reconsiderará si debe declararse inconstitucional la ejecución de menores que cometieron asesinatos. Esto ha dado pábulo a que instituciones y diplomáticos estén presentando declaraciones a la Corte algunas de mucho peso a favor o en contra de imponer la pena de muerte a los adolescentes.
Entre los declarantes se encuentran México, Canadá y otros aliados de Estados Unidos, así como ganadores del Premio Nobel de la Paz, antiguos diplomáticos, la Asociación Médica de Estados Unidos y la Conferencia de Obispos Católicos. Todos ellos han pedido a la Corte que en Estados Unidos se declare inconstitucional la ejecución de asesinos de 16 y 17 años que fueron sentenciados al castigo capital.
Este otoño la Corte hará una reconsideración de si ese castigo se interpreta como acto de crueldad bajo la constitución, cuestión que la mantiene al centro de los debates internacionales sobre leyes y prácticas en Estados Unidos.
Según expusieron ex diplomáticos en una declaración a la Corte, Estados Unidos es uno de los pocos países que aún conservan la pena capital por delitos realizados antes de cumplir los 18 años. Esto conmociona a los europeos y viola normas mínimas de decencia que comparten casi todas las naciones del mundo. Otros diplomáticos de Estados Unidos, como el ex subsecretario de Estado Thomas Pickering y el ex embajador en Francia Félix Rohatyn, explicaron que hay un creciente consenso internacional contra tal castigo y que Estados Unidos ejecutó a más delincuentes juveniles entre 1990 y 2003 que todo el resto de los países del mundo combinados.
La Asociación Médica de EE.UU., que es la mayor organización de médicos del país, y otros grupos afines y de salud mental también expresaron la Corte su oposición a que se ejecuten asesinos adolescentes. La Conferencia de Obispos Católicos resaltó que todas las principales religiones enseñan que los jóvenes no tienen la misma culpabilidad moral de los adultos.
Otro grupo, el de ‘amigos de la corte’ la división de cortes distritales que actúa como los ‘ojos y oídos’ del juez e interpreta jurisprudencia hizo hincapié en que la práctica deja a Estados Unidos diplomáticamente aislado y vulnerable a cargos de hipocresía en cuestiones de derechos humanos.
Entre los exponentes se destacaron asimismo galardonados con el premio Nobel, como el ex presidente Jimmy Carter de Estados Unidos y el ex presidente Mikhail Gorbachov de la antigua Unión Soviética, quienes manifestaron: “Los países cuyo historial de derechos humanos es criticado por Estados Unidos no tienen incentivo de mejorar sus prácticas cuando esta nación no cumple las normas mínimas más fundamentales”.
Además, veinticinco naciones de la Unión Europea y otras 23 arguyeron que ejecutar a asesinos juveniles “viola las normas de derechos humanos ampliamente aceptadas y los estándares mínimos de derechos humanos establecidos por Naciones Unidas”.
Las opiniones internacionales y experiencia de otras naciones son cada vez más importantes en casos que llegan a la Corte Suprema de Estados Unidos. Es por esto que señalamientos como los de ‘amigos de la corte’, en que se citan las leyes internacionales, merecieron mención en algunas de las sentencias que han tenido más prominencia en los últimos tres términos de la Corte.
Un caso en particular del 2002 es paralelo a la polémica actual sobre la pena de muerte. En ese año la Corte hizo notar la oposición, tanto nacional como internacional, al fallo de que la pena de muerte no puede aplicarse a los asesinos que son retardados mentales. Los debates sobre las ejecuciones de retardados, así como de juveniles, suscitan el aspecto de culpabilidad en una clase particular de acusados y en las nociones de la sociedad sobre cuál castigo es el apropiado. Curiosamente, ninguno de los debates cuestiona la justicia fundamental o la constitucionalidad de la pena capital.
Uno de los sumarios en pro de la máxima pena fue presentado por la Alianza de Justicia para Todos, la cual señaló que “los jóvenes son capaces de distinguir el bien del mal y las consecuencias de sus acciones”.
También, aunque 43 estados de la Unión no han ejecutado a menores desde que se restauró el castigo en 1976, un grupo de abogados manifestó a la Corte, en representación de Alabama, Delaware, Oklahoma, Texas, Utah y Virginia, que los estados son los que deben decidir qué asesinos convictos merecen ser condenados a muerte.
En Missouri, sin embargo, aunque la Corte Suprema de ese estado declaró la inconstitucionalidad de la pena en un caso ante ese tribunal en el 2003, el estado ha apelado el fallo, que está pendiente.
Cuatro magistrados de la Corte Suprema de Estados Unidos Breyer, Ginsburg, Souter and Stevens opinan que la imposición de la sentencia de muerte a menores de 18 años es “incongruente con los estándares de decencia en una sociedad civilizada”, pero hasta ahora no han conseguido el quinto voto que necesitan para la anulación de la práctica, lo cual sucede cada vez con menos frecuencia.
Desde que esta Corte permitió la restauración de la pena de muerte, se han ejecutado a más de veinte menores sentenciados de ser culpables de los crímenes que cometieron, la mayoría de ellos en el estado de Tejas.
Pero mientras 31 estados, el gobierno federal y el Ejército de Estados Unidos han abolido la pena capital para los juveniles, y otros estados apoyan lo dispuesto por la corte de Missouri de que la pena de muerte no es apropiada para asesinos adolescentes, la Corte Suprema de Justicia de Estados Unidos ha accedido a oír argumentos sobre casos que sucedieron hace varios años y en los cuales se impuso la pena capital.
Entre todos estos casos sobresale el de Roper vs. Simmons, en el cual, pese a que la Corte del estado de Missouri declaró inconstitucional las ejecuciones de jóvenes porque constituían castigo cruel e inusual, el estado de Missouri procedió a apelar la sentencia.
Se espera que este año se dilucidará la polémica judicial mediante un fallo de la Corte en esta importante y debatida materia.
Tergiversaciones
Leo Beato
Las tergiversaciones de la prensa están a la orden del día, tanto en Latinoamérica como en EE.UU. Veamos algunos ejemplos. En la campaña política dominicana terminada recientemente aparecieron unos titulares donde se acusaba a uno de los candidatos, sin ninguna evidencia que lo substanciara, de haber sostenido relaciones homosexuales durante sus años de estudiante. La información equivalió a una cacería de brujas gratuita sin fundamento real, y la nota informativa, además de impropia e inoportuna, fue considerada de mal gusto. Estadísticas manipuladas fueron luego publicadas para influir en la intención de los votantes, tipo de estrategia inescrupulosa que tiene características criminales en países en vía de desarrollo donde el acceso a la información verídica es siempre muy limitada. Algo parecido sucedió en Brasilia y en Buenos Aires, donde los candidatos ganadores fueron tildados de comunistoides como última táctica desesperada de la oposición.
Durante la presente convención del partido demócrata en Boston, Massachusetts, fue publicada la siguiente nota informativa: “La convención está tratando de vender a un candidato que no acaba de despegar”. ¿Cuál es en realidad la intención de esta nota de prensa?, ¿qué significa “despegar” y en qué contexto la convención consiste en una venta? “El candidato es un hombre virtualmente desconocido entre sus mismos seguidores”, reza otro párrafo de la misma información. Esto equivale a una gran mentira, pues se trata del único individuo en la historia de la nación que ha recibido con bombos y platillos las tres condecoraciones militares más altas de EE.UU.
Estas tergiversaciones nos traen a la memoria la anécdota aquella de los tres trabajadores que construían un puente rural en la selva andina. “Nos están explotando miserablemente”, opinaba uno de ellos. “Aquí nos vamos a enfermar de paludismo”, exclamó el segundo mientras masticaba una enorme hoja de coca. “Aquí estamos construyendo el futuro de nuestro pueblo”, exclamó el más pequeño y peor pagado de los tres. Tal como afirma Antonio Machado en su gran poema, “Nada es verdad; nada es mentira. Todo depende del color del cristal con que se mira”.
“Existe un empate técnico entre ambos candidatos que se mantendrá hasta el mismo día de las elecciones”, reza otro de los mencionados acápites informativos. La pregunta es la siguiente: ¿De dónde se saca este informador semejante proyección? , ¿cuáles son las fuentes de su adivinación?, ¿cuál es su objetivo en dar semejante desinformación que no sea la de influir en las mentes de los votantes indecisos? Es una manera descarada de manipular la noticia la de influir en el subconsciente del electorado, como la reciente nota de prensa de que “existen rumores de que las elecciones serán pospuestas si estalla un ataque terrorista. ¿De dónde salió semejante especie? Esto debiera de estar totalmente prohibido a los periodistas que se respeten a sí mismos en una sociedad democrática. Desgraciadamente hoy sucede todo lo contrario, tanto en los países del primer mundo como (y sobre todo) en los países del tercer y cuarto mundo, donde la importancia de un periodismo diáfano es determinante.
Terminamos mencionando de nuevo a Antonio Machado: “Caminante, no hay camino. Se hace camino al andar”. Y el andar de nuestros pueblos es nuestra responsabilidad.
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