Otra duda metafisica vital de la muerte

Así lo veía yo

Así decia la cámara que estaba bien

Así le gustaba al redactor

PD: Típica obra de arte que todos tenemos en casa, desde luego.

Arco se reconcilia con la fotografia

Madrid. Eduardo Parra.- Dicen que en tiempos de crisis se agudiza el ingenio. Tal vez sea la crisis (o no), tal vez sea el ingenio (o no), pero lo que está claro tras cruzar los pasillos de la vigésimo octava edición de la Feria Internacional de Arte Contemporáneo en IFEMA es que, fotográficamente hablando, ARCO, quién te ha visto y quién te ve.

No, no es que hayan llenado las paredes de imágenes de Cartier-Bresson, Richard Avedon o Alberto Korda, no. Pero al menos este año no hay tanta obra insípida como sí la había el año pasado y el anterior y el otro… y sí fotógrafos de primer nivel como Thomas Ruff o Alberto García-Alix.

Este año no hay término medio. Fotografía no hay mucha, y la que hay o es absolutamente espectacular o auténtica carne de la papelera de reciclaje.

Ya no hay creaciones nefastas con veleidades de obra maestra, ni tampoco complejos montajes de burda estética o instantáneas tiradas a matacaballo con un gusto más que cuestionable. Al menos ahora nadie intenta tomarnos el pelo.

Se acabó eso de fotografiar a un hombre por debajo del kilt como si sus atributos masculinos fueran dignos de admiración. Se acabó eso de desenfocarlo todo menos el dedo gordo de un pie como si el mundo girase en torno a él. Se acabó eso de fotografiar las sombras de la comida con una compacta de 3 euros para luego decir que es una reflexión acerca del consumismo.

Así de simple

La clave en 2009 parece ser lo simple. Y es que con esta filosofía libre de artificios con la que nos podemos encontrar con grandes triunfos -como las mujeres guerreras de Ho Meng-Chuan- y con ejercicios que se pasean por el filo de lo absurdo, como los de Regina José Galindo.

Piensan algunos fotógrafos que lo mejor para culminar un buen trabajo es no complicarse. Y del mismo modo que eso puede ser un problema para muchos (acostumbrados a rizar el rizo para vender humo), otros, como Paloma Navares, consiguen dar forma a una sencilla perfección.

Está claro que en esta edición las galerías se han esmerado, y para compensar los fiascos hay magníficas obras fotográficas. He ahí la de In Sook Kim, que con su imagen "Die Auktion" reúne en una sola obra estética, buen gusto, clase, técnica y ojo fotográfico a partes iguales.

Por primera vez en muchos años, aquel chiste entre fotógrafos que dice que "si está desenfocada, no la borres: mándala a Arco" empieza a perder su gracia.

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Y al final de la tarde, con tres pabellones visitados y bastantes fotos vistas, uno piensa que por fin a alguien se le encendió la bombilla; que la fotografía no es sólo apretar un botón, que también hay reglas, técnicas, estética y que el todo-vale-en-arte es la excusa de los perdedores.

Abandonamos la feria, abierta anteayer, con la esperanza de que esta edición no sea una excepción en el camino, sino un nuevo rumbo a seguir.

Volvemos la vista atrás un segundo y observamos una de las pocas fotos de gusto cuestionable. Thomas Ruff, reza la firma. ¿No era éste uno de los grandes? Hasta el mejor escribano echa un borrón.

Recordamos entonces otro chiste de fotógrafos, frase de cabecera de quien esto escribe: "El arte es la excusa perfecta para una mala fotografía." Ojalá éste también pierda su gracia algún día.

Artículo publicado originalmente en www.quesabesde.com

Pisando arte

Cubrir exposiciones artisticas tiene algo. Yo no entiendo de arte y tampoco me interesa aprender. Hay piezas consideradas obras maestras que me repelen mientras que otras cosas de artistas desconocidos o ninguneados me entusiasman. Como decia el Joker yo no entiendo de arte pero se lo que me gusta.
Esta mañana he ido a cubrir una de esas exposiciones mas bien repelentes. No era especialmente fea, era mas bien una tomadura de pelo. El secreto, según parece, no es crear algo interesante, sino saber venderlo.
El caso es que llego al palacio de cristal de El Retiro. Veo mogollón de gente, pero no había obras ni de escultura ni de pintura y además el suelo estaba mojado... al principio suponía que la expo estaría en el piso inferior, pero esa sala no tiene piso inferior para exponer.
No ha sido hasta que he visto a mi redactora cuando he descubierto donde estaba el arte: en el suelo.
Decenas y decenas de baldosas con una pequeña ondulación grabada en ellas. Por eso el suelo estaba mojado, para que se notase la ondulación. El arte, me han dicho, se nota al pasear descalzo sobre las ondas.
He tirado mis fotos, he guardado el equipo y me he ido. Como he dicho no entiendo de arte, pero se que esto no me ha gustado. A ver si esto se publica.

El dia que quise chupar un cuadro

Nunca antes habia estado rodeado de tanto dinero, al menos no conscientemente. Si, he visitado ferias de coches hipercaros, he estado en edificios de valor incalculabre y he fotografiado joyas de esas que no se ven en un todo a un euro... pero la verdad, hasta hoy nunca habia estado tan cerca de algo que vale diez millones de euros... ¡y sin vigilancia!Lo primero que he pensado ha sido en chupar el cuadro, a ver a que saben 10.000.000 €, pero luego he pasado porque habia gente delante y... bueno, igual me llevaba algun beso.

PhotoEspaña mas alla de lo politicamente correcto

Una de las cosas que mas odio cuando escribo sobre alguna exposición de PhotoEspaña es no poder opinar sobre ella. Una noticia ha de prescindir de la opinión del redactor, aunque por dentro te este corroyendo. Hay que ser imparcial, porque no es una critica, y diplomatico; como dice mi jefe 'escribir que esta exposición es una puta mierda no queda muy bien en un titular'. Por eso, harto de que los pagafantas de PhotoEspaña nos vendan la moto os escribo abajo una contracronica de una de las peores exposiciones a las que he ido en los últimos tiempos. En rojo el texto original publicado en Quesabesde.com, en azul, lo que hubiese escrito si hubiera sido una columna de opinión.

El lugar de Roni Horn

La Sala Picasso, uno de los espacios más importantes del Círculo de Bellas Artes de Madrid, acoge desde ayer la exposición 'To Place' de la artista neoyorquina Roni Horn. La muestra es uno de los puntos de partida de la undécima edición de PHotoEspaña, el festival de la imagen en España por excelencia, que ya ha comenzado su andadura.

Preparate para otra colección de tomaduras de pelo amparadas por las instituciones deseosas de figurar en la lista de patrocinadores y colaboradores de un festival que tiene mucho cascaron pero poca miga. ¿Nadie se ha parado a pensar que ningún gran medio critica ninguna exposición? No se atreven.



Madrid. Eduardo Parra- Roni Horn, artista norteamericana muy influida por un viaje a Islandia en su juventud, es una de las fotógrafas invitadas en el festival PHotoEspaña, que en 2008 cumple su undécima edición. Horn se define como 'dependiente del lugar', concepto que constituye el leitmotiv de esta edición de PHotoEspaña.


Roni Horn es una pedazo de friki -friki de los malos- que un día se fue de viaje y vende la moto llenando su curriculm de palabras dignas del mejor Krusti el Payaso que nadie se atreve a cuestionar. Además como esas palabras son las mismas que el tema de esta edición... pues ala, ¿quien va a decirla nada? ¡Es una artista!

Así, 'To Place', el nombre del trabajo de Horn, toma cuerpo en una enciclopedia que lleva ya nueve volúmenes, de los cuales una pequeña parte se expone en el Círculo de Bellas Artes.


¡Nueve volúmenes! Esto es como los trabajos del instituto, que si tenían menos de 30 hojas pensábamos que íbamos a suspender. Lo peor de esto es que llega un momento en que la gente de los dineros dice 'si lleva ya tantos volumenes será buena... vamos a pagarle otro'.

La artista comenzó su obra a principios de los años 90, combinando acuarelas y dibujos. Pasó a la fotografía a partir del tercer volumen, en el cual se centró en la variedad cromática de la tierra, valiéndose para ello de los volcanes. Uno de sus trabajos más relevantes es 'Haraldsdottir'.



O lo que es lo mismo, después de vendernos la moto con sus dibujos, nos vende la moto con sus fotos y pone de excusa la variedad cromática. Para esta mujer 'variedad cromática' significa meter muchos colorines en las fotos aunque la foto sea una castaña, porque es arte. Mirad las fotos de abajo... un mono sin amaestrar lo hace mejor.



'Haraldsdottir'


Precisamente 'Haraldsdottir' se expone en Madrid junto a algunas obras más de su catálogo bajo el paraguas de PHotoEspaña.


Mirad las fotos de abajo otra vez... meescojono.

© Roni Horn

Engendrado en un viaje de verano a una isla en compañía de una mujer llamada Margret, el montaje reúne decenas de fotos de esta mujer sumergida en el agua. Margret se convierte así en 'una metáfora de la isla'. Una reflexión de la autora sobre la relación entre 'el trabajo propio, la situación local y el observador'.

¡Farsante! cien fotos de la misma tía en la misma pose... ¡si ni siquiera tiene una iluminación creativa! pero claro, si mete la palabra 'reflexion' en los pies de foto... tiene que ser bueno. Venga ya, cien caretos de la misma tipa no es una reflexion, es una tomadura de pelo. Y lo de las nucas de pato ya no tiene nombre.

Licenciada en Bellas Artes por la Escuela de Diseño de Rhode Island y con un máster en la Universidad de Yale, Horn ha recibido relevantes premios, entre ellos el Premio CalArts/Alpert de las artes, y ha expuesto -entre otros- en el Centro Georges Pompidou de París y en el MoMA de Nueva York.

Vale, ya lo sabemos todo: como tiene premios todo lo que haga es la ostia. Así va PhotoEspaña.

La exposición del Círculo de Bellas Artes podrá verse hasta el día 27 del próximo mes de julio pagando el simbólico precio de entrada de un euro.

Lo mejor del CBA, la cafetería.

Si invitas a la prensa

Puedes iluminar las obras sin pensar en los fotógrafos.Puedes llenar las esculturas de brillos.
Puedes colgar piezas de todas partes -que el espacio se paga y va caro-.
Puedes alucinar al personal con pinturas que parecen fotos.
Puedes colocar unas obras delante de otras, total, quien va a querer ver un cuadro en 2D pudiendo ver una escultura en 3D.
Pero lo que no puedes hacer es dejarte el limpiamuebles en el expositor.