Siempre he sido una gran amante de los trapecistas y sus fabulosos espectáculos.
Me considero una gran admiradora de sus acrobacias sumamente arriesgadas, admiro profundamente su gran preparación física, la cantidad de horas que les supone estar en forma.
Creo que son personas echas de alguna pasta especial. Sus entrenamientos incansables hacen que podamos disfrutar de maravillosos espectáculos como el que hoy comparto con todos vosotros.
También os dejo otra estupenda actuación, su protagonista solamente tiene 87 años.
Es admirable ver como una persona a su edad disfruta de un espíritu joven.
Una gran muestra de que el espíritu y el cuerpo van de la mano.
Espero que lo disfrutéis tanto como yo.
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