La curvatura de la córnea

22 mayo 2022

Padre




 Querido padre

‘Padre’ es una fábula que cierra y sintetiza una trilogía. Si ‘Nudo’ reflexionaba sobre la reacción cuando la violencia se planta delante de las narices, y ‘Manipulados’ invitaba a huir de la cárcel de nuestras vidas, en esta ocasión recorremos la distancia entre los sueños de la infancia y la realidad de un detective de narcóticos que suministra la dosis necesaria para que la sociedad pueda vivir en paz. Se trata de organizar una vida mermada por los conflictos de una gestión deficiente en la comunicación con el padre, con el algoritmo reproductor de música, y con los problemas sin resolver de las relaciones sociales y amorosas.

El discurso es una combinación de diálogos: Epistolares que reclaman al padre, del personaje consigo mismo preocupado por hacer visible su mundo, además de la búsqueda de la complicidad del público para asumir el riesgo de incorporar elementos dramáticos generados por la improvisación. Esta compleja estructura narrativa intenta dibujar una vida que se escabulle, no profundiza en los conflictos por los que transita el protagonista y deja escapar momentos de tensión sin conseguir una intriga interesante, la sombra de un villano al que querer o el perfil de un ángel al que odiar. De esta manera, aunque la palabra domina sobre la acción, se renuncia al monólogo interior como el elemento para conocer las confidencias que nos permitan entender al protagonista hasta que de repente, el final se precipita sobre la escena modificando el esquema de representación pero sin generar un golpe de efecto emocional.

La función, con pizcas de humor negro, elimina los quitamiedos que hacen aflorar nuestro lado bueno y, como en una canción de First Aid Kit, señala el melancólico camino hacia una maldad absoluta que comenzó en una carta que decía: «Querido padre»

 

Ficha técnica de ‘Padre’

Calificación: 2 estrellas

Teatro PezKao presenta una obra escrita, dirigida, producida, e interpretada por Fran Martínez. Ayudante de dirección: Evelia Sancho. Diseño de luces: Alfonso Miranda, Ricardo Ibañez y Paco Bruna.

Teatro del Mercado 20 de mayo de 2022.

Etiquetas: , , , , , ,

27 abril 2022

El jardín de Valentín


Un modelo atómico de representación

El pesimismo existencial se puede resumir en una frase de Sartre: El infierno son los demás. Esta consideración del Otro ilustra perfectamente el hecho teatral que vive del conflicto, una tensión que se puede producir entre los personajes del escenario, pero también con el público de la platea. 'El jardín de Valentín' apela a ese pesimismo existencial de un universo circular que se debate entre la libertad y la identidad del individuo.

La disposición física del espacio escénico diseñado por Labrador invita a una ficción cuyo meollo transcurre en un átomo, esa partícula indivisible por métodos químicos, formada por un núcleo en el que conviven un protón y un neutrón, y una órbita periférica en la que se ha instalado un electrón que toca el piano. Nos encontramos ante la partícula esencial del teatro donde dos personajes, aderezado por otras narrativas, viven la intensa presencia del Otro, que a veces es el contrincante en el juego del tira soga pero también el que nos acompaña en el desfile, o escapa del mismo miedo subido a un taburete. Felipe García Romero consigue un átomo onírico bañado por una delicada iluminación y la sugerente proyección de imágenes que subrayan la transformación de una realidad paradójica.

Las relaciones entre las fuerzas atómicas, que al inicio parecen compactas y coincidentes, sufren con el paso del tiempo un juego de modificaciones. El detonador de los cambios es la brillante combinación de textos con la autoría de Samuel Beckett, Karl Valentín y Rafael Campos. El lenguaje se centra en la definición de las partículas que ocupan el núcleo y así, la interacción entre el protón y el neutrón entra en un zigzag de frases, pensamientos al tresbolillo y palabras de voltereta que aparentemente no llevan a ninguna parte, y sin embargo dibujan perfectamente el perfil de cada uno de los personajes, su evolución, anhelos y dudas. La confrontación se cuece a vista del electrón que órbita sobre un pentagrama desde el que observa, suministra elementos de atrezo y amplifica la acción marcada por la rueda de la rutina, que muy pronto se verá amenazada por la presencia de la incertidumbre ¿Quién soy yo?

La pregunta es al mismo tiempo trampa y tentación, porque la respuesta está más allá del núcleo seguro del átomo y así, sin romper la cuarta pared pero mirándola de reojo, los elementos atómicos expanden sobre la platea sus propias dudas y certezas sobre la libertad individual que unas veces es crueldad, incomunicación y angustia, pero también puede ser el gozoso cabaret de trazar un 8, asistir al teatro o disfrutar de un combinado tropical a la sombra de la Torre Eiffel. Es el momento clave: Público, protón y neutrón se miran frente a frente para zambullirse en el mismo mar de dudas. ¿Qué hacer cuando la vida más allá del escenario se parece tanto al eterno volver a empezar de cada representación teatral? ¿Qué ocurrirá si pongo en duda la certeza esencial de que todas las historias se cuentan desde el tradicional esquema de planteamiento, nudo y desenlace? ¿La estructura circular de la repetición será la rueda de la fortuna que me llevé de una jornada a otra similar siguiendo el camino seguro de la calma? ¿El precio de tanta tranquilidad será perder la libertad personal de vivir gracias a mis propias decisiones? ¿Qué alternativa tomar? ¿Qué posible elección entre las múltiples opciones?

La dramaturgia de Cristina Yañez tiene el mérito de mostrar con aparente sencillez un complejo mundo estructural y narrativo que siempre juega a favor de unos personajes perfectamente construidos por Javier Anós y Daniel Martos. El trabajo actoral, con una excelente dicción, es la clave para resaltar la importancia del lenguaje de unos personajes construidos sobre diálogos malabares que, manteniendo siempre un tenso equilibrio, moldean las frases y las trasladan a una composición corporal y psicológica que evoluciona con una veracidad que culmina todo el excelente trabajo artístico destilado en 'El Jardín de Valentín', una experiencia seductora que apela a la racionalidad del espectador para recorrer nutritivos terrenos dramáticos abonados por la sonrisa, la reflexión y el compromiso del teatro con la sociedad.

 

Compañía: Tranvía Teatro

Intérpretes: Javier Anós, Daniel Martos y Natalia Gómara

Diseño espacio escénico y atrezo: F. Labrador

Iluminación/video creación: Felipe García Romero

Espacio sonoro-arreglos musicales: Rubén Larrea

Vestuario-escenografía: Jesús Sesma

Letra Canción: Pedro Álvarez-Ossorio

Producción ejecutiva: Fernando Vallejo

Dramaturgia y dirección: Cristina Yáñez

24 de abril de 2022. Teatro de la Estación



Etiquetas: , , , , , , , ,

23 abril 2022

Por fin solo

 


Teatro para entretener

Todos los miembros de Tricicle se han tomado un descanso indefinido después de actuar en escenarios de medio mundo. ¿Todos? ¡No!. El actor Carles Sans, que ha disfrutado con Joan Grácia y Paco Mir cuarenta años de triunfos gracias al silencio, la gestualidad y la pantomima, ha decidido tomar la palabra y no parar de hablar.

‘¡Por fin solo!’ es un monologo que asigna al público la categoría de partenaire, utiliza sucedidos personales de la vida de Sans para enmarcarlos en una generación que comparte edad, sueños y achaques, y finalmente busca la complicidad del fan de Tricicle al que acompañara en un recorrido arqueológico a los orígenes del grupo, para reencontrarse con sus códigos gestuales y degustar unas suculentas anécdotas sobre lo que ocurría el escenario y alrededores: Desde las noches cabareteras de Barcelona hasta los pasillos de un hotel en Japón, pasando por los años de la movida cuando de Madrid se iba al cielo. La proyección de algunas imágenes, sobre un fondo que va cambiando de color, se convierte en una potente escenografía que empuja una narración refinada de humor blanco pero con su picante.

La teatralización de todos estos elementos consigue un excelente ritmo de comedia en el que la figura del discurso determina el movimiento que se produce en escena. La función se inicia con un ejercicio genérico de mímica, al que le sigue la verborrea incontenible del actor tras la que aparecen infinidad de otras voces y personajes dibujados con la habitual técnica gestual que Carles Sans ha depurado a lo largo de su carrera.

Aquellos que conozcan el universo Tricicle se acomodaran con regocijo a la avalancha oral, mientras los neófitos descubren a un actor sobresaliente que hace malabares con un buen catálogo de palabras y muecas diseñadas para entretener.

 

Ficha Técnica ‘¡Por fin solo!

Calificación: 4 estrellas

Tricicle presenta un espectáculo con guión original de Carles Sans. Dirección: José Corbacho y Carles Sans. Reparto: Carles Sans. Técnico Iluminación y Sonido: Ricard Pons.

21 de abril de 2022. Teatro Principal.

Etiquetas: , , , , ,

17 abril 2022

Incondicionales



 Un combinado sin chispa

‘Incondicionales’ viaja al baúl de los recuerdos para seleccionar aquellos de un pasado reciente que nos permitan reflexionar sobre el amor y la amistad. La función parte de una buena idea: Coge el mensaje sencillo de una comedia romántica donde chico conoce, conquista, pierde y reconquista a chica, y lo sitúa sobre una estructura narrativa compleja en la que confluyen dos actores que se alternan para dar vida a un tercer personaje, localizaciones que establecen saltos temporales, tintes de crítica social y constantes referencias a la cultura popular. El diálogo, como el elemento esencia de la función, se mueve entre altibajos y con un ojo puesto en la complicidad del público para que la disección del comportamiento humano frente a las encrucijadas que te pone la vida se convierta en comedia.

La dramaturgia, en lugar de mezclar todos estos elementos, se centra principalmente en un ejercicio de narración que va conquistando el escenario hasta arrinconar en el proscenio a unos personajes que, excusados de convertir la literatura en acción representada, lastran el trabajo actoral hacia una concepción estática y repetitiva de unas escenas conectadas con una debilidad que las aproxima a los entremeses cómicos.

La austeridad en la escenografía, el decorado y la iluminación tampoco colaboran en el dibujo de unos personajes que lejos de mostrar un proceso de crecimiento y superación personal, están atrapados entre sillas, taburetes y un voz en off que restan vigor a obstáculos y situaciones ridículas hasta presentarlas livianas, sin el rompe y rasga que aumente la confusión y el desequilibrio que llevan a la carcajada o la sonrisa. ‘Incondicionales’, con momentos tan interesantes como el recuerdo de la chica diluyéndose en un bolero, se queda en un combinado sin chispa.

Ficha Técnica de ‘Incondicionales’

Calificación: 2 estrellas

 

Producción: Qué Jarte!. Creación y dramaturgia: Tomás Naranjo-Cluet y Bernardo Rivera. Dirección: Paco Rodríguez. Reparto: Candela Solé y Bernardo Rivera. Escenografía. Ana María Serpa T. Iluminación y sonido.  María José Juárez.

15 de abril de 2022. Teatro del Mercado

Etiquetas: , , , , , , , ,

10 abril 2022

Pensaba que estabas muerto

 


La fábula de una muerte

Paco y Eusebio pertenecen a la nueva categoría social de aquí me dejó la riada, paganos de las crisis del siglo XXI, sobreviven a la sombra de un puente que la escenografía de Oscar Sanmartín construye con remaches: Un elemento de fijación que une de forma permanente dos piezas y define la amistad de nuestros protagonistas que, en la esperanza de seguir vivos, se dan un garbeo por la nostalgia para soñar con un giro radical en la adversidad de sus vidas, y que les permita disfrutar con todo lo bueno por venir. Pero todos sabemos que la alegría dura poco en la casa del pobre y solo es la transición hacia la tragedia, cuando un hecho patético matará la amistad. Pero eso es imposible, recuerden que Paco y Eusebio viven unidos por un remache que ni la muerte no puede separar.

‘Pensaba que estabas muerto’ es una fábula de espíritu callejero que no pretende moralizar o despertar conciencias, utiliza la peripecia para evadirse en el viaje de un sueño y esquivar el mal fario de una realidad que se cuela en la narración, golpea las ilusiones y pone las cosas en su sitio, Paco y Eusebio olvidados en una calle desde la que a veces tienden puentes entre el espacio vital donde se queman las patatas y la fantasía de ser una estrella de la música. Pero también acuden a la ironía que sitúa acontecimientos concretos en una dimensión lógica para mostrar defectos, faltas y pecados. Dos planos narrativos que no consiguen crear la tensión dramática necesaria para empujar la acción.

La función se construye desde un humor que deambula por la comicidad, diluye lo gestual en laberintos verbales sin sorpresa y escaso ritmo de comedia. Mientras soy incapaz de conectar con el universo que propone el escenario, en la platea brotan risas y palmas hasta romper en una intensa ovación final.

 

Fiche Técnica de ‘Pensaba que estabas muerto’

Calificación: 2 estrellas

Producción: Nasú Teatro. Reparto, idea original y dramaturgia: David Ardid y Alfonso Pablo. Dirección: Alfonso Palomares. Espacio escénico: Óscar Sanmartín.

Etiquetas: , , , , , , , , ,

15 marzo 2022

Latas


 

Latas, un universo en descomposición

Los soldados viejos del siglo XVII mendigaban de despacho en despacho una compensación para las penurias guerreras acreditadas en un rollo de documentos que transportaban en un tubo de lata. Tanto dar la lata dio un giro inesperado en 1795 cuando el confitero Nicolas Appert tuvo la ocurrencia de meter sus alimentos en un tarro de cristal cerrado herméticamente, hervirlo y sin saberlo, matar los microorganismos. Pero el latazo definitivo llegó en 1810 y se lo debemos a Philippe Girard que incorporó la hojalata al proceso de conservación de alimentos. Cuarenta años después el abrelatas revolucionó el mundo del laterío y terminó con la costumbre de “córtese alrededor de la parte superior con escoplo y martillo” La Compañía D´Click todavía no conoce esta mejora técnica porque, en el universo donde habita, las latas todavía se abren a golpes.

Latas es un universo que nos habla de unos hombres viven una vida individual entre la siesta y el aburrimiento hasta que la casualidad les lleva a realizar un trabajo juntos. La colaboración da sus frutos en forma de belleza y armonía, el agua es frescor de vida y la sal condimenta el buen humor de quienes se sienten a gusto en compañía, respetan las particularidades individuales, y son capaces de elevar la vista para descubrir que hay latas más allá del equilibro esencial que ha generado la vida en comunidad.

Pero la condición humana, el gen de la competición y el instinto del depredador tiñen la tierra, que si antaño era mies de oro, ahora es brillo de destrucción que rompe el mito de la unidad, se carcajea del diferente y restaura el canto narcisista del yo, y yo, y solo yo para convertir el agua en borrachera y la sal en desierto. La solución quizás sea desandar el camino y regresar al mito original que sigue anclado en su atalaya, escalar hasta la lata primigenia que fue capaz de generar un universo de paz. Pero ese viaje es imposible porque la naturaleza del hombre ha mutado. La única esperanza bajo la tormenta de arena es morir con dignidad.

La compañía D´Click ha creado un espectáculo en el que los aromas circenses se mezclan con la energía de la danza hasta convertirlos en un movimiento que elimina las fronteras entre ambas disciplinas, y crea un lenguaje nuevo donde el equilibrio es verso y las palabras corazón: El código genera un ambiente hipnótico, una tensión magnética que transmite grandes dosis de humor, emoción y poesía para anunciar un futuro poco halagüeño.

La naturalidad enlatada de los movimientos de Ana Castrillo, Javier Gracia y Hugo Gauthier tiene la virtud de la libertad, el secreto del abrelatas que convierte en cotidiano el esfuerzo muscular que proviene del circo, y la precisión con la que se percibe la danza. Sus tres personajes son los últimos supervivientes de una distopía que refleja el malestar de una sociedad que deshecha la utilidad de los ritos, olvida las relaciones humanas y degrada el entorno hasta poner en peligro los límites de la supervivencia y así, mientras ellos luchan hasta la muerte y la luz se desvanece, el público aplaude con fuerza el simbolismo poético de una extinción a la que todos estamos contribuyendo.

 

 

 

 


Etiquetas: , , , , , , ,

03 marzo 2022

Entre el teatro y la vida

 


El pasado 23 de febrero se clausuró el quinto ciclo de Teatro rebelde organizado por el Teatro de las Esquinas, una programación coordinada por Raquel Anadón para mostrar obras que reúnan valores culturales, artísticos y sociales. Tres características especialmente presentes en “Cabezas de cartel” un espectáculo de la compañía Perigallo Teatro con una dramaturgia construida con amplio muestrario de conflictos.

Una de las herramientas del teatro es presentar acciones humanas mediante un conflicto dramático que enfrente a personajes con diferentes visiones. El conflicto es el motor de cualquier función y así, mediante un combate que puede ser cómico o trágico atender a cuestiones personales, sociales o medio pensionistas.

Perigallo Teatro ha construido una dramaturgia que se mueve entre tres planos distintos. Los dos primeros pertenecen a la ficción de una compañía de teatro llamada Urogallo y “Cabeza de cartel”, la función que estamos viendo, es un ejercicio de metateatro que nos muestra el proceso creativo de “Cimarrón, la que será la próxima función de la compañía ficticia (¿y quién sabe si de la compañía real?). El tercer plano se genera rompiendo la cuarta pared y pertenece a la realidad de la sala. Los espectadores miran el espectáculo pero a veces también son objeto de observación de quienes están en el plano de la ficción, y puede parecer que esa observación mutua, en realidad, más que romper la frontera entre ficción y realidad, lo que hace es transformar la ficción en realidad. Estos tres ámbitos son los lugares de conflicto pero, lejos de tratarlos como espacios estancos, hay una continua relación entre ellos.

La reflexión sobre el acto creativo es el meollo al que se enfrentan los actores Javier Manzanera y Cecilia Nadal de la compañía Perigallo Teatro que, al representar a los actores Javier y Cecilia de la compañía ficticia Urogallo establecen diferentes conflictos en un territorio material y otro moral.

El territorio material del conflicto tiene que ver con la construcción del espectáculo, con el modo de trabajar del actor, del dramaturgo o del escenógrafo, se trata de trabajar en el ensayo para pulir la entonación, ajustar la rapidez de las réplicas y otras cuestiones de fontanería teatral. En el territorio moral se establece una relación entre la creación teatral, la sociedad y los beneficios económicos que puede generar. Es un debate sobre la utilidad del acto creativo para determinar si el teatro es una mercancía que puede vender en el mercado del mejor postor, o el alimento para almas que se ofrece en un templo. ¿Es igual de digno vocear rimas para vender comida rápida, que recitar sonetos de incienso que eleven la condición humana?

La escenografía ayuda a plantear esas dualidades de confrontación: Una mesa con extremos que separan, pero que también sirve de espacio común para trabajar y unir esfuerzos. Una escalera para subirse al templete desde el que lanza una homilía espiritual mientras los mortales con los pies en el suelo piden pan. Un micro para contarle al mundo todo lo buenos que somos mientras una parte de nosotros se rompe los puños de rabia contra un saco de boxeo. Y sin embargo lo más importante es que durante todos esos procesos lo que prima es la palabra. Los conflictos se exteriorizan mediante el debate de los argumentos y los contrargumentos, un intercambio verbal rápido y vertiginoso que parece empujar la acción dramática hacia el precipicio de la ruptura, y entonces, cuando el diálogo llega a un callejón sin salida, se produce el milagro. Lo más importante es seguir juntos en la aventura de crear, de vivir, de respirar. Todo se relativiza para “desobispoconstantinoplizarse”, dejar el ego a un lado, mirar a los ojos a la persona que tienes en frente, aprender a relacionarnos con el miedo, y dejar que el azar marque nuestro destino.

La función muestra que en esa dualidad en la que vivimos entre ficción y realidad, quizás lo más importante es la capacidad de combinar el estado salvaje de un caballo cimarrón con antepasados domésticos, y la entrega sumisa de una cabra de granja con pienso garantizado que a veces, cuando las cosas se ponen mal, puede disfrazarse de la rebeldía necesaria para proteger su espacio. Se trata de mantener todos esos platillos en el aire sin que ninguno de ellos se estrelle contra el suelo.

La complejidad de la dramaturgia es solo aparente porque los actores, que exudan teatro por cada uno de sus poros, imprimen un gran ritmo al desarrollo de acciones para jugar,  crecer y limpiar un espejo al que deberían asomarse, desde los profesionales que sostienen el tenderete del teatro hasta usted y yo, querido e improbable lector, que acudimos a las salas para que la ficción nos ayude a comprender la realidad.

“Cabeza de cartel” es una soberbia función de teatro, y quien sabe si tal vez es una magnifica lección de vida.


Etiquetas: , , , , , , ,

26 febrero 2022

Rosita abre una puerta a la esperanza


 

Lorca en 1935, después de estrenar dos tragedias como Yerma y Bodas de sangre, quiso escribir una comedia sencilla y amable pero no le salió. Doña Rosita la soltera “tiene más lágrimas que mis anteriores producciones”. La última obra teatral de Lorca es el poema dramático dedicado a una solterona española de seda, ajuar y sombrilla que ya no existe, y sin embargo, tiene el poder de los clásicos para relacionarse con los tiempos actuales.

La función de Lorca navega en una doble vertiente. La primera es anecdótica, genera la acción, rasgos de comicidad y se desarrolla alrededor de la soltería que, si Lorca la expresa como una evolución grotesca de una doncella, casi un siglo después permite otro tipo de lectura más actual. Pero el gran protagonista de la función, la proteína con peso argumental recae en el transcurrir del tiempo. No se trata solo de esperar la pasión de un novio, el rocío del amanecer o las luces de los sueños. El tiempo en su esencia es muerte, olvido, anulación de aquellos sentimientos que fueron hoguera, un protagonista que también es capaz de dialogar con nuestro presente para analizar una sociedad que se hunde, se cierra y se fagocita a si misma entre narcisismos, postmodernidad y una avalancha tecnológica.

El texto de Lorca permite múltiples posibilidades de representación para enfrentarse al  riesgo que supone transitar la línea temporal que va de la juventud a la vejez, de una comedia ligera de pasiones al drama adusto y frío de la soledad. El interés de Lorca por el paso del tiempo se evidente cuando el texto comienza y termina poniendo en boca de sus personajes la exclusividad de la rosa muscosa, una rosa roja de rocío, que se abre al mediodía, se desmaya por la tarde y cuando toca la noche, se comienza a deshojar.

La adaptación de Laura Plano comienza musical entre bailes, manolas y una hermosa Rosita para centrar toda la atención en su lozanía, su soltería y todo lo bueno por venir. El drama, que Lorca pone en voz de hombre, aquí se anuncia entre notas y trastes, escondido entre la melodía de la canción y una escena que pertenece a la obra “Los sueños de la prima Aurelia”, un texto inacabado de Lorca que dibuja el carácter distraído y soñador de unas mujeres que se consuelan y gozan leyendo novelitas de amores imposibles, ficciones con páginas y páginas de paja y muy poquita pasión. La incorporación de este texto aleja todavía más la dramaturgia del drama y confirma la apuesta por una adaptación que subraya el desarrollo jocoso y humorístico de los personajes. El tono de esta primera parte de la función se advierte aéreo, no pisa suelo, la idea de comicidad, asentada en las cuerdas vocales, reclama más músculo y diafragma, menos caricatura y más corporeidad.

Entre tanto la poesía toma la escena cuando la mujer y el hombre se encuentran. La mujer es carnal, ebullición y pálpito. El hombre es mito hierático de mármol, palabras de amor y promesas que cosechan besos para tornarse en mentiras de un futuro que nunca va a llegar.

La idea del paso del tiempo se transmite a través de un elegante vestuario aderezado con flores para Rosita, sus Tías, el Ama y las Manolas. Tocados de color para las Solteras que, entre abanicos chispeantes y un montón de hambre, ponen garbo de comedia a una precaria situación social.

El drama llega de golpe con la hojarasca del otoño. Las cabezas sin tocados, si acaso una ligera esperanza en el pelo envejecido de Rosita. Tan de repente nos ponemos serios que la discusión, que ya viene de lejos, entre la Tía y el Ama todavía se percibe comedia y le quita foco a la confesión desgarrada que compara el dolor entre un entierro de cuerpo que ya es pasado y la herida abierta imposible de suturar. El peso del tiempo se hace evidente con los muertos a los que llorar, pero también con las esperanzas que terminaran por morir, el reconocimiento de una realidad incontestable que, en el remanso de la oscuridad, evoca lo que pudo haber sido y no es. Es el momento culminante. La lírica se deshoja con el drama anunciado mientras el viento azota una puerta. Esa es la opción de Lorca.

Laura Plano, ante el inexorable paso del tiempo, apuesta por la esperanza. El viento amaina y abre la puerta para que se cuele la memoria gozosa de quienes fuimos y de quienes podríamos ser. Un final poético que salva la ilusión, traza líneas de memoria y une los puntos cardinales de aquella lejana vez que fuimos felices: “He de volver para llevarte a mi lado en un barco de oro cuajado con las velas de la alegría”. 


Etiquetas: , , , , , ,