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miércoles, 8 de enero de 2014

El retrato que hice para la subasta de Esperanza Felina

Ya han pasado las Navidades y los Reyes, y por fin puedo enseñaros el retrato que hice para la subasta de Esperanza Felina. Hubo pocas pujas, así que el precio fue una ganga, que es una suerte para la compradora, pero no para Esperanza Felina, que era la beneficiaria de la subasta.

A ver si la próxima vez se anima más gente a pujar. 

¡Nos veremos en la próxima subasta a favor de los gatitos! :-)


domingo, 1 de diciembre de 2013

Subasta navideña de Esperanza Felina

Como el año pasado, Esperanza Felina ha organizado una subasta navideña para recaudar dinero para los gatitos y para que, además, la gente pueda conseguir regalos navideños para sus familiares y amigos a muy buen precio. También como el año pasado, yo he aportado mi granito de arena ofreciendo un retrato personalizado para el mejor postor. No dudéis en pasaros por lo menos a mirar las cositas, ¡hay preciosidades, cosas útiles y prácticas, y montones de cosas para los gatitos! ¡Pujad, chicos y chicas, es por una buena causa! :-)

Os dejo el enlace:  Subasta Esperanza Felina

Y una foto de los dos retratos que hice el año pasado para la subasta. Por si os entra el gusanillo y queréis pujar por uno (el beneficio económico no es para mí, que conste).




¡Ah, y hoy toca inaugurar el calendario de adviento para los que lo tengáis del Zooplus, como es mi caso! Jejeje.


domingo, 1 de mayo de 2011

¡Cumple Yang feliz!

Hace un poquito más de un año, estábamos muertos de impaciencia para saber a qué hora iba a llegar la chica que nos traía, desde Vitoria (¡como si en Castellón no hubiera gatos, como dijo la madre de Marta cuando se lo contamos!), a una pequeñina acogida por Esperanza Felina.

Cuando llegó a casa y la pude ver en directo, mi primera impresión fue que aquella gata debía ser japonesa al menos. Me pareció que tenía una forma de cara muy, muy curiosa y alejada de mi idea abstracta sobre caras de gatos. De paso, también me quitó de un plumazo la sensación de que nunca iba a saber distinguir entre dos gatos negros. No hay más que ver la cabecera de este blog, aunque aún así, los primeros días al estar de espaldas o con poca luz, tardaba varios segundos en procesar quién era quién.



Como comentaba Marta en un foro, contra todo pronóstico, en lugar de esconderse como suelen hacer, se puso a olisquear y curiosear por todo el cuarto.

Seguimos el comienzo de las pautas de presentación "estándar": gatitos separados (Yin por supuesto, desbocado y tratando de entrar en la habitación a cada poco), que se puedan ver y oler progresivamente... pero nos pudo la impaciencia y, antes de la primera semana, ya dejábamos que tuvieran algunos primeros contactos. Y vaya contactos; mi impresión después de su primer encontronazo fue que habían matado a un pájaro bajo nuestra cama (de veras que lo creí) al ver tantísimo plumaje rodando por ahí.

Así que Yang comenzó su andadura llevándose a matar con Yin. Recuerdo perfectamente los lamentos preocupados de Marta: ¿algún día jugarán juntos, o los veremos acurrucados en algún lado? Un año después los hemos visto de todas las guisas: corriendo, pegándose (¡y no siempre provocado por Yin!), huyendo, jugando a pillar... Yang es una gata inteligentísima y adorable, además de divertida. Cuando le entra su "momento juguetón", no hay más que verla subiéndose a la mesita del comedor y levantando y moviendo el culete para lanzarse a toda velocidad a por Yin (que probablemente esté tirado en el suelo frente a ella, provocándola).



La única "pega" de Yang con Yin es que estos estados de juego con él no le suelen durar más de cinco minutos en intervalos de varias horas, y Yin necesita muuuuuuuuuucha más acción para ser feliz. Aparte de eso, es una gata a la que no le interesa prácticamente nada de comida que no sea su pienso, su latita Gourmet y, por supuesto, las barritas de golosina del Mercadona (se vuelve loca por ellas). Cualquier otro tipo de comida la rechaza, algo en lo que Yin ya podría parecerse a ella.

Es capaz de dormir con nosotros además de haberse hecho sus siestas, sin levantarse en toda la noche ni molestar. Eso sí, su ritual comienza con nosotros dentro del cuarto con la puerta cerrada, recién acostados, y ella fuera. Tras comer algo e ir al baño, y asegurarse de que no hay ningún otro gato alrededor, viene a la puerta y hace un maullidito muy tierno a la vez que extraño (siempre maúlla algo así como "¡ñgué!", debe de ser euskera gatuno) y entonces, tras abrirle la puerta, entra lanzada en el cuarto y suele esperar a que nos acostemos para subir a la cama y acomodarse.

Ya por la mañana, a la hora a la que nos solamos despertar, comienza a amasarnos para que la dejemos salir para ir al baño y a comer algo (y como no le quede comida, volverá y seguirá amasándonos y maullándonos hasta que la sigamos allí y le pongamos más comida). Y el resto del día no sabemos nada más de ella: se convierte en una gata ninja a la que nos podemos encontrar tomando el sol, patas arriba en el sofá enseñando su tanguita blanco, o hecha un ovillo frente al ordenador de Marta sobre la mesa del comedor. No hace ruido, no tira cosas, no maulla todo el día desesperada, no se mea por cualquier lado ni trata de destrozar cualquier objeto de papel que se le cruce por delante. Aunque si tiene hambre y hay una bolsa de comida cerca, prepárate para encontrártela abierta cuando vuelvas.

No es muy partidaria de las caricias; aunque le gusta estar cerca de donde está la gente, apenas soporta pocos segundos de acariciarle el lomo (ni hablar de la tripita), y luego huye disparada. Sabe abrir armarios, y no es nada raro encontrarla dormitando por ellos.

Le ENCANTA jugar con cañas de pescar y todo tipo de artilugios móviles, aunque no hace caso de las pelotitas de ping pong (algo que volvía loco a Yin o a Sopre). Y, si tamborileas los dedos en el marco de una puerta (el gesto típico cuando estás esperando a alguien y te apoyas mientras aburres), ella acude hasta su base y (a veces sin que tú mismo te des cuenta de lo que estás haciendo) salta escalando el marco para intentar tocar tu mano con su cara. Simplemente, impresionante (¡y menudo susto me llevé la primera vez, que ni la vi venir!).

También se vuelve loca -literalmente- cuando limpiamos la bañera con lejía, normalmente porque Yin ha meado alguna cosa. Ella viene, empieza a oler el suelo cercano a la bañera, y se retuerce en posiciones imposibles para frotarse contra todo el universo a su alrededor. ¡Incluso la primera vez se llegó a poner agresiva cuando intentamos separarla de allí! Menuda yonki...

Es super limpia con la arena (a diferencia de Yin o Sorpre, que en demasiadas ocasiones no tienen inconveniente en dejar sus deposiciones bien visibles), y no le gusta demasiado la malta. A veces ha llegado a quererla tomar si antes me la he aplicado en un dedo y se lo acerco, pero por lo general acabo rebañándole la pata (y ella sacudiéndola y dejando pared, muebles y suelo embadurnados de gotas de malta). Ahí podría aprender de Yin o Sorpre, que si por ellos fuera se abrirían el bote y se lo meterían entero en el gaznate.


Y con los gatos foráneos suele ser arisca, aunque aprende rápido a ignorarles y tolerarles. No tengo ningún recuerdo consciente de que haya iniciado nunca un contacto con algún otro de los adoptados, e incluso tenemos el divertido recuerdo de Sorpresa (el gato más mimoso jamás visto) saliendo del cuarto de cuarentena a toda velocidad y frotándose contra ella, quedando ella completamente petrificada, con los ojos como platos y sin saber cómo actuar.

Con los humanos foráneos suele ser también distante; se suele limitar a verlos de lejos, y poco más. Aunque con la visita de los adoptantes de Sorpre y Botón la que nos sorprendió fue ella estando cerquísima de ellos, curioseándoles. ¡Hasta a ella le cayeron bien!

No sé si me dejo algo, pero en cualquier caso vendrá Marta al rescate. En resumen y conclusión, Yang nos ha enseñado hasta qué punto pueden ser diferentes dos gatos, así que (aunque al final no fuera la gatita blanca que buscábamos para Yin) el nombre lo tiene muy bien puesto.

Tenéis un bonito reportaje fotográfico en el hilo del foro de Esperanza Felina.

lunes, 25 de octubre de 2010

Sorteo navideño de EF: Columpio gatuno

Estas navidades la Asociación Esperanza Felina sortea un columpio alucinante donado por María (la dueña de nuestra ya conocida gatita negra Noa).



FORMA DE PARTICIPAR:
· Las papeletas tienen un precio de 1 €.
· Se pueden adquirir en mano: gente de Vitoria y alrededores, y el 14 de Noviembre en nuestro puesto, dentro del mercadillo de San Martin (Vitoria).
· Y a través de internet, escribiendo a tiendaesperanzafelina@gmail.com.
· Los números se otorgarán por orden de compra.

SORTEO:
· El 20 de diciembre será el último día para poder adquirir las papeletas.
· El 21 de diciembre se publicará en nuestro foro y nuestra web, el listado completo de números vendidos.
· El premiado, será aquel cuya papeleta coincida con los 3 últimos números del Gordo de la Lotería del sorteo del 22 de diciembre de 2010.
· El nombre del premiado será publicado en el foro y web de Esperanza Felina y nos pondremos en contacto para hacerle llegar el columpio.

*En el caso de que el número formado por los tres últimos números del Gordo de la Lotería sea superior al nº de papeletas vendidas, se tomará como referencia el segundo premio, si no el tercero, si no el cuarto, si no el quinto y si tampoco… las pedreas.

TODO LO RECAUDADO SE DESTINARÁ INTEGRAMENTE A PAGAR LOS GASTOS QUE GENERAN LOS GATOS QUE ATIENDE ESPERANZA FELINA

¡Gracias por colaborar!

Por si os queda alguna duda de si a vuestros gatos les gustará, mirad como disfrutan las chispis de María:


¡Ánimo y a por ese columpio, que es por una buena causa!

viernes, 15 de octubre de 2010

Libretas "Pon un gato negro en tu vida"

Estas preciosas libretas han sido hechas en Asturias por María (la orgullosa dueña de Noa, la gata negra de la que habló en un post anterior) y donadas a la Asociación Esperanza Felina. Si os gusta alguna, que sepáis que comprándola estaréis colaborando para ayudar a los gatitos de la asociación. ¡Ánimo, las libretas son preciosas y son por una buena causa! (Yo ya voy a tener tres de diferentes modelos, que hay que predicar con el ejemplo).

Para pedirlas, sólo tenéis que escribir a tiendaesperanzafelina@gmail.com y decir cuál queréis. Miden 10x15cm la mayoría, algunas tienen hojas multicolores, y cuestan 4€ + gastos de envío. Y si queréis amortizar los gastos de envío, no dudéis en pedir más cositas de la tienda de Esperanza Felina para ayudar a rescatar a más gatitos necesitados. ¿A qué esperáis? :-)

Salto a la fama

¡Mis dos niñas son modelos! Tocaba hacer un banner para anunciar una oferta de Caja Navarra, y cómo no, recurro a lo que tengo en casa, que son unos bellezones que pa qué. ¡No me digáis que no son preciosísimas las dos! ¡De aquí a Hollywood!



Por cierto, si queréis saber de qué va la cosa de ayudar a los gatitos, no dudéis en seguir el enlace del banner. ;-)

lunes, 27 de septiembre de 2010

Esperanza Felina

Ayer tuve el placer de conocer a unas personas maravillosas, que lo dan todo por los pequeños felinos, que sacrifican su vida, su dinero, su tiempo, su todo, por ayudarles y darles una vida mejor. Ellos son los chicos y chicas de Esperanza Felina, una asociación de reciente creación que, sin apenas recursos, hace lo que puede por los gatitos que puede. Yo misma he aportado mi granito de arena haciéndoles gratuitamente la web, y aún me parece poco en comparación con lo que se puede hacer y espero hacer en el futuro.

Montse, Patxi, Ainhoa, Óscar, Esti, Bea, ha sido un inmenso placer conoceros en persona, y es realmente admirable la labor que desempeñáis, el amor que desprendéis y la grandeza de vuestros corazones. Gracias por ser como sois.

Si estás leyendo esto, que sepas que 5€ tuyos al mes es suficiente para ayudar a salvar la vida de muchos gatitos. Es lo que necesitas para hacerte socio. Tú tal vez no notes el gasto, pero ellas notarán el aporte. No se van a lucrar con tu dinero, pero sí se beneficiarán los gatitos de esos 5€ caídos de un ángel del cielo, ¡y ojalá que haya muchos!

Ánimo, ¡colabora! Tu bolsillo no lo notará, pero tu corazón sí.