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lunes, 15 de octubre de 2012

La ermita de San Úrbez


La ermita de San Úrbez es uno de los lugares de romería más característicos del pirineo aragonés. Todos los años durante el martes de Pentecostés, el 1 de mayo, el 14 de septiembre y el 15 de diciembre, los lugareños y visitantes salen en procesión en petición de lluvia y de su efecto benefactor no destructivo.
Sobre San Úrbez o Urbicio hay pocos datos, quedando su historia a caballo entre la leyenda y la realidad. Parece ser que nación en Burdeos hacia el año 702. Capturado y esclavizado primero por los gallegos y luego por los moros, escapa de Galicia llevando consigo las reliquias de los santos niños San Justo y Pastor y se retira a los Pirineos. Son varios los lugares donde se cree que vivió: en una cueva del Cañón de Añisclo, donde actualmente se ubica esta ermita en su honor, en Albella y la Guarguera donde trabajó como pastor y en el Monasterio de San Martín de Val d’Onsera donde se ordenó sacerdote. Sus últimos años los pasó retirado en otra cueva, la de Arial, en las cercanías de Nocito, hasta morir a la nada despreciable edad de 100 años.
La ermita encastrada en una imponente pared rocosa y encuadrada dentro del selecto grupo de ermitas ruprestres, nos encontramos ante una excelente “balma”, construcción donde se aprovecha la techumbre natural de la oquedad sobre la que se asienta, así tan sólo fue necesario crear el muro de cierre para crear el santo lugar. De planta rectangular se abre con una puerta en arco de medio punto sobre jambas. El interior se ilumina con un  pequeño vano donde todavía se conservan las huellas de la desaparecida campana.
Por último, el atar conserva la gran losa que, según la leyenda, es la misma que sirvió de lecho al santo, así como una hornacina presidida por la talla moderna de un joven San Úrbez con su rebaño. Considerado como “abogado del agua”, San Úrbez cuenta con una de las veneraciones más sólidas del Alto Aragón, extendiéndose por todo Sobrarbe hasta el valle de Nocito, en la Sierra de Guara.

Fotos: Ermita de San Úrbez en el Cañón de Anisclo. Huesca. Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido.

sábado, 14 de abril de 2012

El Llovedor de Castellote


Antes de pasar el túnel que desemboca en la localidad de Castellote, primera localidad del Maestrazgo turolense, hay una ermita en la ladera del monte conocida como Ermita del Llovedor de Castellote ya que junto a ella se filtra el agua por la ladera y se recoge en una especie de estanque. El lugar por donde cae el agua es el llamado "Llovedor". Pues bien, la historia de la Ermita es la siguiente:

" En 1405 Castellote estaba sufriendo una dura sequia por lo que los mozos del pueblo fueron en romería a la Ermita de la Balma en Zorita (Castellón) para rogar por la lluvia. Como la gracia les fue concedida tomaron por tradición este peregrinaje anual. Fue así hasta que en una de sus romerías el obispo de Tortosa les negó el acceso al templo. Entonces los castellotenses decidieron erigir una ermita cerca de su pueblo donde la Virgen se había aparecido antiguamente.
La actual ermita es del siglo XVIII aunque la portada podría datar de una reforma del siglo XIX.
A partir de su construcción se instauró una romería, el 1 de mayo, que sólo hacían los hombres en recuerdo de aquellos primeros 11 mozos. La romería empieza de madrugada y acaba al anochecer cuando los hombres vuelven con antorchas y se encuentran con las mujeres que portan velas. Tras hacer el saludo de las banderas entre ellos se celebra la misa en la iglesia de la Virgen del Agua, recordando a los cofrades muertos y nombrando a los nuevos cofrades". 
Foto: Llovedor y  Ermita del Llovedor de Castellote