Tenia este post preparado desde hace semanas, pero no ha sido hasta esta mañana cuando he recibido confirmación 'oficial' para publicarlo. El diario Público ya no cuenta conmigo. Era un secreto a voces, había dejado de ser llamado hace varios meses, el segundo jefe de foto no me cogía el teléfono ni respondía los correos y el jefe primero estaba de baja.
Precisamente con esa baja empezó todo, a finales de 2009. Fue irse el jefe y caer mi numero de colaboraciones en picado. De unas 15 o 20 que hacia normalmente a unas 8 o 9... luego 5 o 6, luego ninguna... No es que no hubiera curro, es que se lo daban a otro.
A partir de ahí empezó el pequeño gran calvario. No me atrevía a salir de casa sin la cámara, no sea que me llamasen y no estaba el horno como para decir 'no puedo que no tengo cámara', no me cogía puentes y tampoco hacia planes para los días libres. En vano.
Al final, con el paso del tiempo, después de decenas de llamadas, mensajes y correos al jefe segundo, después de sentirme ignorado y de ver como tristemente nadie me decía nada, empecé a asumir que estaba fuera.
Hace unos días el jefe de fotografía regresó de su baja y le pregunte directamente que pasaba conmigo. El, recién aterrizado, me ha confirmado lo que ya sabia todo el mundo, que apuestan por otro y no por mi, aunque las razones que le han dado -y que el me ha dado a mi- son un poco de coña... vamos, que ni el mismo se las ha creído.
En fin, no voy a echar mierda sobre Publico, porque es un periódico que me encanto cuando entre y me sigue encantando ahora que me voy, pero si que es un punto y aparte, porque mucho me temo que la decepción que me he llevado con algunas personas ha sido terrible, especialmente con aquel que ha hecho conmigo lo que otros le hicieron a el hace no tantos años.
Buena suerte a los que se quedan.