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sábado, 26 de noviembre de 2022

¿El tamaño importa?

Por Daniel Link para Perfil

Es difícil sustraerse al mundialismo aunque uno lo intente, así que me dejo arrastrar hacia esa nadería acompañado del manual de comunicación (imagino que con el asesoramiento de las más importantes lingüístas, expertas en ideología lingüística en la prensa, y agudas analistas de la complicada articulación entre discurso y discriminación) elaborado por esa institución eminentísima que es el INADI.

Las personas de bien esperamos la intervención de oficio del Instituto en relación con la difusión en la televisión satelital del nuevo remix del clásico “Escuchen, corran la bola” que avanza sobre territorios inexplorados todavía, como la asignación de identidades sexuales en relación con un vínculo que podría pensarse en un más allá de los trascendentales: ¿que un hombre “heterosexual” se involucre eróticamente con una “mujer trans” lo convierte en “puto” (entrecomillo los nombres, porque son designantes siempre provisorios, sujetos a revisión constante)?

Como no sabía quién era Kylian Mbappe, lo guglié. Y llegué a un archivo PNG donde aparece en cueros junto con nuestro Messi y con Neymar en un vestuario del PSG.

Esa foto de inmediato me remitió a la frase que ya está en el imaginario colectivo para justificar lo que hoy pudiera suceder durante el partido contra México: “es que los jugadores argentinos son chiquitos”.

¿Subalimentados?”, uno pregunta. No, son chiquitos. Messi parece, efectivamente, un souvenir de bolsillo al lado de los otros dos (que, sin embargo, no son europeos). Espero el pronunciamiento del INADI sobre este confuso lazo entre resultados deportivos, razas y clases.


jueves, 30 de junio de 2022

La voz a tí debida

miércoles, 8 de junio de 2022

Prueba de la existencia de Dios


 

Joe Dallesandro en Trash (1970)

 

 

martes, 16 de noviembre de 2021

Una rareza

 


lunes, 26 de julio de 2021

Mirá, querida...

.... Yo fui unx de tus descubridorxs. Esperé, esperé, esperé. 

Me alegro mucho de último oro. 

 

Y bueno, sí, un poco de orgullo también. 

Pero tanta sobada de ganso, en fin...


 


 

 

miércoles, 30 de agosto de 2017

De la musique avant toute chose






domingo, 21 de agosto de 2016

Mil medallas doradas para....

Aska Cambridge, japonés de padre jamaicano:






viernes, 5 de agosto de 2016

Medallero olímpico



No sé si llegaré a entregar 2.102 veces, pero haré lo posible. Empezamos por las descalificaciones:

1. Hassan Saada, porque eso no se hace (de todos modos: sirva esta descalificación como advertencia para las autoridades marroquíes. Estos jóvenes están tan alzados que no se los puede soltar por el mundo así como así).



2. Tom Daley, porque yo a la Tomasa la estuve esperando durante ocho años. Le dí su tiempo, la dejé que creciera. Y ni un twitter, ni un llamado, ni nada. Chiruza.



jueves, 4 de agosto de 2016

Memorandum de entendimiento

El domingo, Argentina juega al voley contra Irán. Facundo Conte, favorito.




martes, 2 de agosto de 2016

jueves, 28 de julio de 2016

Marcas de autor

Los diarios, naturalmente, no las registran, pero hay dos series extremadamente divertidas y brillantes para ver, preferentemente en maratón. La agrupo aquí porque llevan marcas autorales bien evidentes.
El noveno capítulo de Preacher fue extraordinario. Porque es muy fácil escribir: dos ángeles viajan al infierno para encontrar un sicario que les mate a un sacerdote que les ha robado una fuerza. Ahora bien: ¿cómo se pone eso en imágenes? Preacher lo hizo y, chapeau, no le esquivó el bulto ni a la elegancia ni, sobre todo, a la belleza (tan escasa en las pantallas de hoy en día). 
El comienzo del capítulo incluye a un tenor chino cantando en un saloon del lejano Oeste (o del desierto, qué se yo). A su alrededor se desata una pesadilla pero él, porque se lo han pedido, sigue cantando. La escena es de una potencia que hacía mucho no se veía.
Para el capítulo 10, con el que la temporada cierra, se espera la aparición del mismísimo Dios en la Iglesia.... Pero vayamos al principio.
Preacher está basada (la pelotudez del enunciado flota en el ambiente) en un comic (nada más detestable que ese subgénero de la subnormalidad: películas o series adaptadas de comics), pero mejor es no saberlo y seguir de largo.
Preacher es un drama sobrenatural sintentizado en imdb como: "después de un evento sobrenatural en su iglesia, un pastor recluta a un vampiro para encontrar a Dios". 
Si ese solo enunciado no bastara para despertar la curiosidad de los famélicos televidentes, agrego:
Los guiones de Garth Ennis (creador), Sam Catlin y Steve Dillon son extraordinarios. Los diálogos son precisos, la historia se desenvuelve con gracia creciente. Hay mucho de Tarantino (una "marca" de autor insoslayable) pero también otras mil referencias al cine del Oeste y a las fantasías católicas que tanto divierten a las audiencias norteamericanas. 
El casting es extraordinario y reposa en cuatro pilares: el Pastor Jesse Custer (desempeñado por el londinense Dominic Cooper, el novio de la hija de Meryl Streep en Mamma mía), el vampiro trash Cassidy (Joseph Gilgun: lo recordarán por Misfits, donde era el desdoblado), Tulip O'Hare, la ex novia de Jesse (desempeñada por la extraordinaria actriz etíope Ruth Negga) y la capellana Emily (otra inglesa: Lucy Griffiths). O sea: no vamos a hacer este relato con cualquier camarero de Hollywood, teniendo el mundo a nuestro alcance (hay dos ángeles, personajes deliciosos, también británicos). Entre los cuatro, créanme, se sacan chispas. 
La serie abunda en tarantinismos: humor negro, letreros catastróficos, violentos flashbacks, repeticiones. 
Hay un trasfondo poco serio, pero inquietante: ¿hay bien supremo? ¿hay ética posible?
Tal vez nunca lo sepamos, pero no está mal que las ficciones televisivas elijan ese principio de interrogación.
El asunto es palpable en cualquier escena, pero sobre todo en una (no recuerdo el capítulo) en la que Jesse y Cassidy están en calzoncillos porque las ropas que tenían puestas están totalmente ensangrentadas y las pusieron a lavar.
Dom, que no ha tenido problemas en mostrarse desnudo cada vez que se lo pidieron (y que ha declarado que le gusta andar meneando las cachas en la pantalla),





























se muestra aquí incomodísimo, como si el tema general a la que su actuación presta servicio no fuera exactamente apropiado para la exhibición narcisista. Naturalmente, no creo que Dom (cuya carrera he venido siguiendo y de cuyo crecimiento me enorgullezco) sea capaz de sostener una ética actoral demasiado sofisticada, pero la marcación del director ("sentite incómodo") me pareció totalmente pertinente. Ah, porque no lo dije: la dirección y la cinematografía son decididamente deslumbrantes.


Preacher tiene, por suerte, sólo diez capítulos que se pueden ver de corrido el próximo fin de semana largo: es divertida, es inteligente, pasa algo. Y los diarios, porque mienten, porque son serviles a las dádivas de las distribuidoras, nunca lo dirán. Ah, no es de Netflix, sino de AMC.
Se me hizo tarde, dejo la otra, Braindead, para otro post.



viernes, 1 de julio de 2016

Lo que aprendí en Hogwarts




martes, 21 de junio de 2016

¿Podía ser tan bella?





(Para Edgardo, claro)





domingo, 19 de junio de 2016

Sí, negrito....

¡estuviste genial! El de esta noche te lo dedico a vos, Joni. Te extraño mucho...



viernes, 10 de junio de 2016

Mientras por competir con tu cabello...








viernes, 13 de mayo de 2016

Pero, ¿cómo?

¿No era que te molestaba el piercing?






sábado, 7 de mayo de 2016

Te dije!!!!

Lauta, mi amor, te dije que te quedaras en casa, tomando algo rico y mirando tele...

Dictan prisión preventiva a los presuntos dealers


lunes, 9 de noviembre de 2015

¡Basta, basta, basta!

¡Que uno no es de palo!