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martes, 27 de diciembre de 2011

EVITA: LA VENGANZA POPULAR


Muerta Evita, el presidente Perón es un cuchillo sin filo.

"¡Viva el cáncer!, escribió alguna mano enemiga en un muro de Buenos Aires. La odiaban, la odian los biencomidos: por pobre, por mujer, por insolente. Ella los desafía hablando y los ofendía viviendo. Nacida para sirvienta, o a lo sumo para actriz de melodramas baratos. Evita se había salido de su lugar. La querían, la quieren los malqueridos; por su boca ellos decían y maldecían. Además Evita era el hada rubia que abrazaba al leproso y al haraposo y daba paz al desesperado, el incesante manantial que prodigaba empleos y colchones, zapatos y máquinas de coser, dentaduras postizas, ajuares de novia. Los míseros recibían estas caridades desde al lado, no desde arriba, aunque Evita luciera joyas despampanantes y en pleno verano ostentara abrigos de visón. No es que le perdonaran el lujo: se lo celebraban. No se sentía el pueblo humillado sino vengado por sus atavíos de reina. Ante el cuerpo de Evita, rodeado de claveles blancos desfila el pueblo llorando. Día tras día, noche tras noche, la hilera de antorchas: una caravana de dos semanas de largo. Suspiran aliviados los usureros, los mercaderes, los señores de la tierra. Muerta Evita, el presidente Perón es un cuchillo sin filo."
Texto de : Eduardo Galeano, Memoria del Fuego, Tomo III, México, Siglo XXI, 1990.

lunes, 5 de septiembre de 2011

MUCHAS MUJERES ENVIDIAN A LA PRESIDENTA: “SE HAN QUEDADO CON EL CULO AL AIRE”


Cristina ocupa un rango superior a Evita en la escala de Richter de la evolución femenina

Por León Rozitchner
“… Cristina es un animal político femenino en pie de igualdad con el animal político masculino de su marido Néstor, cosa que no pasaba con Perón y Evita. Ocupa un rango superior a Evita en la escala de Richter de la evolución femenina. Aquí las diferencias no se contraponen sino que se complementan, como se complementan los cuerpos que al amarse se unen. De allí surge, desde muy abajo, otro modelo político –tiránico o acogedor, según sea la cifra– en los representantes del poder colectivo en el gobierno. Y por eso también desde allí surge ese odio nuevo, tan feroz y mucho más intenso, que se apoderó de gran parte de las clases media y alta argentinas.”
“Por eso, tantas mujeres sumisas y ahítas de alta y media clase no nos ahorran sus miserias cuando se muestran al desnudo al dirigirle sus obscenas diatribas: no ven lo que muestran. Son mujeres esclavas del hombre que las ha adquirido –o ellas lo hicieron– y al que se han unido en turbias transacciones, donde el tanto por ciento y las glándulas se han fusionado en una extraña alquimia convertida en empuje que llaman ‘amoroso’ –continuaba Rozitchner–. La envidian a Cristina desde lo más profundo de sus renunciamientos que el amor ‘conyugal’ exige pero no consuela. Cristina las pone en evidencia a todas: se han quedado sin jeans que las ciñan, con el culo al aire. Ella tiene, teniendo lo mismo o más de lo que ellas tienen, lo que a todas juntas les falta. Pero saben que tampoco podrían nunca llegar a tenerlo. Por eso, ellas no la envidian: la odian como a una traidora de clase –de clase de mujeres, digo–. La han cubierto de insultos y desprecios: de las ignominias más abyectas que nunca vi salir antes de esas boquitas pintadas de servil encono. Cristina las pone fuera de quicio. Esto también constituye el suelo denso y material de la política, tan unido a la lucha de clases entre ricos y pobres. Ellas también son el resultado de la producción capitalista de sujetos en serie: mercancías femeninas con formas humanas, con su valor de uso y su valor de cambio.” Y vale recuperar cómo cierra este artículo y el rebote de su fraseo. “Cristina Fernández-Kirchner ha prolongado y asumido como mujer-madre, y con el hombre que fue su marido, un nuevo modelo social de pareja política. No es poco para recuperar el origen materno del imaginario colectivo que busca una sociabilidad distinta. De todos modos, habremos ahondado un lugar nuevo y más fuerte si, para defendernos, la defendemos: no nos queda otra. Y no he sido ni soy, por eso, ‘kirchnerista’.”

jueves, 28 de abril de 2011

“POR EVITA Y POR CRISTINA NOS HICIMOS POLLERUDOS”


Expresión de los periodistas Juan Salinas y Teodoro Boot

lunes, 26 de julio de 2010

Evita: basta de “sí señor”, basta de “a las ordenes”


Por Gerardo Yomal


No hay con que darle a Evita: es un personaje que lo tiene todo para que después de más de 60 años sigamos hablando de ella.

Está entre los cinco íconos más importantes de la Argentina, mirada positivamente hoy por la izquierda y la derecha, en general. Por supuesto que hay matices.

Pero no se escuchan ataques furibundos: la pueden rescatar desde Carrió, De Narváez, Duhalde, Menem, Kirchner, Cristina, Solanas, Sabatella, Heller, Echegaray, por nombrar políticos de diferentes ideologías.

Cada uno la adecua a su cristal ideológico pero hoy no es políticamente correcto hablar mal de Evita.

Evita es la vengadora de los pobres, es una heroína, es un mito difícil de reemplazar que fue estereotipada como bastarda, actriz de cuarta, prostituta, resentida a tal límite que se llegó a festejar su enfermedad con el “viva el cancer” que paradójicamente después de 60 años aparece de nuevo en esta actualidad.

La bicicleta o una pelota para los chicos, un hotel para los obreros en Mar del Plata (ciudad de la oligarquía de aquel entonces), una casa digna, la maquina de coser, un acordarse de los pobres…

Dignidad… esa es la palabra.

Basta de “sí señor”, basta de “a las ordenes”, basta de “cómo no mi patroncito”, basta de chupar las medias a los poderosos, basta de clases superiores…

Ahí radica la fuerza de Evita: lograr que los más pobres sean respetados.

Y por eso la odiaban: venía a trastocar lo establecido.

Eso quedó en el inconsciente y en el conciente de parte de la sociedad argentina.

Después de 58 años de la muerte de Evita, en otro mundo muy distinto, sin embargo, se siguen discutiendo muchas cuestiones que tienen que ver con su lucha: la dignidad de los más humildes y olvidados de la sociedad.

lunes, 14 de junio de 2010

Julio Raffo: 125: “yo hubiese preferido que Lozano se abstuviera”

“Que Pino se haya sonreído displicentemente, no significa que lo apruebe a Grondona”

Julio Raffo es diputado de Proyecto Sur por la ciudad de Buenos Aires, vicepresidente 2º de la Legislatura, con una larga trayectoria en la lucha por los derechos humanos.

Cuando llegó a radio Cooperativa criticó de buen tono algo que este blog había publicado en relación a su participación en 678, ya subido al tren contestó todas las preguntas y mi sensación es que manteniendo sus convicciones tiene más apertura ideológica y política que sus compañeros Lozano y Solanas. No es tan duro y puede plantear más matices. Rescató durante el reportaje la cantidad de mensajes, la diferente procedencia geográfica de los mismos y dijo estar emocionado por la diversidad ideológica de los mismos. G.Y.

Puedecolaborar presenta algunas de sus definiciones:


“Yo defiendo lo estructural del primer gobierno de Perón: la mejor distribución del ingreso, el 50 y 50 para el capital y el trabajo, la nacionalización de la banca y el comercio exterior (IAPI, Junta Nacional de Granos), la política internacional. Todo esto lo aplaudo calurosamente. Y critico lo superestructural: la enseñanza religiosa en los colegios, poner el nombre de Perón a las calles, estaciones…me parece un disparate; el luto obligatorio por nuestra querida compañera Evita…él que quería ponérselo, está bien pero presionar a alguien para que lo haga, sin sentirlo, me parece equivocado.”

“Hoy con este gobierno es al revés: defiendo lo superestructural y critico lo estructural.

Aplaudo fuertemente que hayan bajado el cuadro de Videla y que haya un museo en la Esma y critico el tema de la minería, la política petrolera, que se llevan el oro y nos dejan el cianuro, que el 70% del PBI es para el capital y el resto para el trabajo, el sistema impositivo regresivo de Menem…”

"Estamos en una vereda diferente, pero no opuesta al Gobierno. No estamos en la oposición cerril que rechaza todo ni en el apoyo servil. Apoyamos la ley de medios, la de las AFJP, criticamos lo de los glaciares, etc…”

125: “yo hubiese preferido que Lozano se abstuviera y no que votara en contra”

“Kirchner perdió la elección en la provincia de Buenos Aires por los votos de Sabatella”

“Que Pino se haya sonreído y displicentemente no significa que lo apruebe a Mariano Grondona”

“Jauretche decía júzguenme por lo que digo, no desde donde lo digo…”

“Nadie le puede negar historia peronista a Pino Solanas.”

“Las encuestas vienen muy bien para Pino tanto en Capital como en la Nación”

Escuchá el programa completo en el blog de El tren

martes, 25 de mayo de 2010

Millones en la calle: atenti a lo que viene

Por Gerardo Yomal

Hay situaciones muy difíciles de prever. Por más calle o universidad que tengas encima, no las anticipas. Recién cuando la historia te roza el hombro, ahí te avivas.

Nunca me hubiera imaginado que el bicentenario lograra convocar a millones de personas a la calle. Recuerdo también el 2001 cuando cientos de miles de personas decidieron golpear la cacerola y empezaron a caminar por las calles. Se produce una energía, una sinergia, una decisión de muchas cabezas y cuerpos que en pocos minutos, todos juntos se ponen en movimiento. Es más fácil decir que hay un titiritero arriba que decide lo que hace “la gente”. La cuestión es que los pueblos dan sorpresas y después no se sabe en cómo termina la película.

Gerardo Fernández (en http://tirandoalmedio.blogspot.com/2010/05/sobran-los-perdedores.html) escribe “nunca vi tanta gente en la calle”. Y uno se pone a pensar en lo que fue el 17 de octubre, el funeral de Evita, en la movilización a Ezeiza para recibir a Perón, en el mundial 78, en el cierre de campaña de Alfonsín y nuevamente queda sorprendido ante lo que está pasando estos días.

Relacionado con esto te cuento que por la historia de dictaduras militares que nos tocó vivir, “la Nación”, “la patria”, “el himno” fueron conceptos que me resultaban ajenos. Nos los habían robado: eran sinónimo de uniforme verde oliva, represión, desaparecidos…

Ayer, frente al Cabildo, junto a miles de personas canté el himno, incluso con esa estrofa que no me copa (“o juremos con gloria morir”).

Algo pasaba, se percibía alguna historia común, tipos que ponían los dedos en v, muy pocos con el puño cerrado, otros agitando banderitas que en su momento repartieron promotoras de McDonalds…Seguramente convivían la Biblia con el calefón.

En ese sentido “Almita”, comentarista de este blog escribía: “Voy a ser muy jodida. Una tarjeta de crédito decía Pertenecer tiene sus privilegios. Creo que mucha gente fue tipo Disneylandia, para decir estuve, quizás sea eso. Pero lo importante es que igual sirve, igual es útil. Tener un sentido de pertenencia, aunque no sea el que uno pretendería que hubiera, es peor que nada. Son pasitos, pasitos pequeñitos, pero pasitos al fin y al cabo”.

Es temprano para sacar conclusiones pero si tanta gente decidió salir a la calle estamos frente a una señal. Nuestra antena tiene que estar bien dirigida para saber de qué se trata.

lunes, 24 de mayo de 2010

Bicentenario: ¿Qué tendrán en la cabeza un millón de personas?

Por Gerardo Yomal

¿Qué significa un millón de personas en la calle? ¿Qué tendrían en la cabeza, que pensamientos, qué lugar les ocupaba el bicentenario?

¿En qué medida había en una parte de esas personas algún compromiso ideológico para participar de esta conmemoración?

¿O sólo se iba por una cuestión de divertimento, de ver stands, como ir a una exposición, a un museo, a un paseo dominguero?

¿En qué medida estos encuentros disparan el pensamiento de las personas?

¿La interpretación de la historia generará en algunos, a partir del llamado “Festejo del Bicentenario”, el cuestionamiento del presente y la posibilidad de construir otro futuro?

“Buenos Aires, una fiesta” dicen algunos títulos periodísticos, pero ¿qué estamos festejando?

Sarmiento, Mitre, San Martín, Belgrano, Irigoyen, Perón, Evita, Jauretche, el Che Guevara, las madres de Plaza Mayo, Alfonsín son algunos de los íconos que tienen vidriera en este bicentenario. ¿Se piensan intereses, proyectos de país, ganadores y perdedores detrás de todos estos nombres o están congelados como próceres de bronce, puros, para el manual escolar supuestamente “objetivo”?

Seguramente con otro gobierno no estarían en los stands Evita, Jauretche, las Madres…

Claro que lo que falta es debatir y pensar de qué manera se construye un país diferente al de aquel del granero del mundo, del monocultivo de soja, de la producción primaria a otro que incluya a buena parte de la población, con industria, con distribución del ingreso, con más democracia económica y política.

Una discusión que tiene doscientos años: “vender cuero y comprar zapatos equivale a marchar descalzos…”

En el actual contexto político, tanto nacional como latinoamericano, este debate es más posible. Y no es poco.