viernes, 8 de mayo de 2009

Lectura de poemas en Refugi Obert






















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Durante la Guerra Civil, Valencia, capital de la II República desde noviembre de 1936 a octubre de 1937, fue bombardeada desde el mar y desde el aire. Las incursiones de la aviación legionaria italiana, procedente de las Baleares, tuvieron lugar casi desde el principio de la contienda. Cuenta Hemingway, en su reportaje Los italianos en la guerra:
«Los grandes aviones italianos de bombardeo invierten menos de dieciséis minutos en llegar sobre el puerto de Valencia desde que salen de su base de Mallorca. Al minuto y medio de haber sido vistos se encuentran ya sobre el centro de la ciudad. En ese tiempo, han podido lanzar toda su carga y escapar. No hay posibilidad de utilizar los cazas. Por eso, a los italianos les gusta bombardear Valencia.»
En cuanto a los bombardeos navales, el primero tuvo lugar en enero de 1937, y afectó al puerto y a los Poblados Marítimos de Nazaret y el Cabañal.
Se calcula que, en conjunto, Valencia sufrió 442 bombardeos, con un resultado de 925 muertos, 2831 heridos y 930 edificios destruidos. Especialmente virulentos fueron los ataques del 15 de marzo de 1937, registrados a plena luz del día y en el centro de la ciudad, con el resultado de 33 muertos y numerosos heridos. O los del 6 y el 26 de enero de 1938, sin otro objetivo militar que golpear calles céntricas, como la plaza de Emilio Castelar, hoy del Ayuntamiento, o la calle de La Paz, con más de 125 muertos y unos 200 heridos.

domingo, 26 de abril de 2009

Dos poemas de José Lezama Lima

"La imagen es la realidad del mundo invisible”.
José Lezama Lima
























Lo inaudible
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Es inaudible,
no podremos saber si las hojas
se acumulan y suenan al encaramarse
la mirona lagartija sobre la hoja.
Nos roza la frente
y creemos que es un pañuelo
que nos está tapando los ojos.
El oro caminaba
después hacia la hoja
y la hoja iba hacia la casa
vacía del otoño, donde lo inaudible
se abrazaba con lo invisible
en un silencioso gesto de júbilo.
Lo inaudible
gustaba del vuelo de las hojas,
reposaba entre el árbol inmóvil
y el río de móvil memoria.
Mientras lo inaudible lograba
su reino, la casa oscilaba,
pero su interior permanecía intocable.
De pronto, una chispa
se unió a lo inaudible
y comenzó a arder escondido
debajo del sonido facetado del espejo.
La casa recuperó su movilidad
y comenzó de nuevo a navegar.





















Rueda el cielo

Rueda el cielo -que no concuerde
su intento y el grácil tiempo-
a recorrer la posesión del clavel
sobre la nuca más fría
de ese alto imperio de siglos.
Rueda el cielo -el aliento le corona
de agua mansa en palacios
silenciosos sobre el río
a decir su imagen clara.
Su imagen clara.

Va el cielo a presumir
-los mastines desvelados contra el viento-
de un aroma aconsejado.
Rueda el cielo
sobre ese aroma agolpado
en las ventanas,
como una oscura potencia
desviada a nuevas tierras.
Rueda el cielo
sobre la extraña flor de este cielo,
de esta flor,
única cárcel:
corona sin ruido.







Obra de Lezama Lima

Muerte de Narciso (poesía)
Juego de las decapitaciones (cuentos)
Patio morado (cuentos)
Coloquio con Juan Ramón Jiménez
Enemigo Rumor (poesía)
Aventuras Sigilosas (poesía)

La Fijeza (poesía)
Arístides Fernández (ensayos)
Analecta del Reloj (ensayos)
La expresión americana (ensayos)
Tratados en La Habana (ensayos)
Dador (poesía)
Antología de la poesía cubana
Órbita de Lezama Lima
Paradiso (novela)
Los grandes todos
Posible imagen de Lezama Lima
Esfera imagen. Sierpe de Don Luis de Góngora
Las imágenes posibles (ensayos)
Poesía Completa
La cantidad hechizada (ensayos)
Introducción a los vasos órficos
Las eras imaginarias (ensayos)
Obras completas
Oppiano Licario (novela inconclusa)

Fragmentos a su imán (poesía)
La Casa de Alibi (poesía)

jueves, 23 de abril de 2009

Presentación del poemario "Efectos secundarios", Antonio Martínez


Más información, aquí


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jueves, 9 de abril de 2009

Tres poemas - Arturo Borra




Casi todo

Más tarde supe: sobra
casi todo.

Esta escritura sobrante
sobrevive como una especie
que agoniza. No sé qué lenguaje apagado
invoca. En una grieta
me asomo hasta las últimas luces
y nada veo.

Sólo el desierto es consistente.


























Ceguera

No es que las cosas sean transparentes
y la mirada turbia
tapara lo que reposa en su espera
desde el fondo del tiempo.

La ceguera es anatomía de la mirada
y sin embargo
hay resquicios de luz que no sucumben
en los trayectos de lo imperceptible.

Se mira desde el fragmento; se ensaya
en la penumbra.


























Miel imposible

En todo anhelo hay
enjambres ávidos de una miel
imposible.

La colmena desafía
ese batir ciego que poliniza
el desierto.


domingo, 5 de abril de 2009

«La piedra de Jericó» -Tarek William Saab

Para Quique, que tiró esta piedra, rescatando de lo que nos resulta desconocido
un poeta que también "lanza piedras a la noche".
A.B.
















1

Reclinamos las armas para orar
por un momento
---------------------dominios
en una tierra áspera
Un mapa destruido
En los inviernos
Impidió ejercer la piedad
El final fue abolir todo destierro
ser una lluvia
-----------------o una carpa
estrellada
------------en la medianoche

2

En la cima
el martirio es un cielo
--------------rodeado de alambradas y púas
cerca pasa un río
invisible
bajo el lodo aparecen
--------------------------casas pintadas
que los pájaros lucen

3

Galopar en un caballito de mar
la inclemencia cabalga su desdicha
como una música de árboles rotos
meciéndose dentro de las aguas
fuimos litoral
-----------------pozo
de piedras
que nos conmueve y
traiciona




4

Asomado a la ventana
Entreví en el fango los cuerpos maltrechos
los restos del ganado
el arcoiris
el portal
algún juguete flotando sin dueño
Las casas suspendidas en el aire
los destellos y
el surco de un río que en silencio
nos reintegra
----------------invictos al sueño

5

“No elegimos el precipicio
esta sabana blanca de rocas colgantes
amanecimos en una estación doliente
con el peso de la montaña en mis ojos
------------------yo corría por el puerto
y vi a mis padres pasar en un cajón negro
aún sin entender
lancé pañuelos a su paso…”

6

Con inteligencia otro perdón
concluye en la resistencia
el fuego libera la debacle
e inventa al rocío
Morir en la fe es nuestra ley
--------------mi
------------------reparo
---------------------------absolutorio




7

Por qué nacimos
vamos aventados de un lugar
a otro
por dentro son astros y no ciclos
en la errancia
Una heredad
nos mantiene intactos
invencibles
asombrando a los árboles
por esta voluntad infinita de vivir

8

Nadie regresa
El viento sólo alzando harapos calcinados
algún navío hundido en la cólera
trae restos de banderas
Los ciervos queman -----lejos
sus hazañas en las vacas de un campo
olvidado
no hay granos ni
lamentos en el frío
Sólo un niño aterido en los tejados
lanza piedras
----------------a la noche


Tarek William Saab


Nació en El Tigre, estado de Anzoátegui (Venezuela) del que actualmente es gobernador. Poeta de ascendencia libanesa, abogado y activista político fue dirigente estudiantil de 1976 a 1983 y parlamentario de 1999 a 2004. Presidió la comisión de Cultura del Congreso, la Comisión de Derechos Humanos de la Asamblea Constituyente y la Comisión de Política Exterior de la Asamblea Nacional.

Ha publicado Los ríos de la ira (1987), El hacha de los santos (1992), Al era (1994), Ángel caído ángel (1994-1998), Cielo a media asta (con ediciones en Venezuela, Argentina y Cuba), Cuando pasen las carretas (2004) y Los niños del infortunio. Memorias de la misión médica cubana en Pakistán (2006).

domingo, 29 de marzo de 2009

«Oración al levantarse» - Julio Eutiquio Sarabia
























Ven con las clamorosas sentencias del augur
y apacigua la cólera ciega de los pájaros.
Ven en el caballo bruñido que desciende a plomo
e ilumina mis axilas con el aroma de la menta.
Ven al modo del terciopelo que provee la lluvia
en los tejados mohosos de Cuetzalan.

Ven en días como éste
–ayuno de los dones: abstemio transito de norte a sur, oscuro
en los hoteles–,
marzo aunque sea en el relincho de las hordas
e induce el embeleso en el aura de las potestades.

Arriba en el sostenido bemol que adviene con la niebla
e introduce oscuras variantes en la melodía.
Arropa al peregrino que soy en tus rodillas: arrópalo,
Erinia, en la hora funesta de las persecuciones.

No dejes que la impostura arroje sobre mí sus salivosas
piedras
ni extraigas lecciones morales de semejantes anatemas o
monadas.
No calles si suplico el fuego piadoso de tus labios
ni consientas que peregrine en busca de los sitios culpables de
la furia.

Despójame de los fastos y el tósigo mantén a la distancia.
Cura mis oídos y aparta de mi boca locuaces silogismos.
Danza en la superficie luminosa que anuncia ya Kashima.
El tenue sentido del mundo proviene del aroma cuando bailas.
(Hojas verdes humean en la naciente pira
mientras escucho, en tus tobillos, el tintineo perturbado del
orfebre.)

























Otrora mis dientes cazaban en tu cuello
y susurros vertían en mordiscos temibles
cuyas manchas de almendra rememoro
porque un pañuelo después surgía con signos de extrañeza.

El rondador de riendas sin caballo que soy
–converso, humo por heraldo, rechifla por galope–
aguarda la tinta indeleble de tus días menstruales.

Muchas lunas de marea alta contemplan el hermético cielo de
tu sexo,
el eminente paisaje que arrebató la voz a los patriarcas
y los mantuvo, atónitos, en un cruce de caminos.

Tizne ancestral llevo por dentro
y tatuado el corazón con una estrella.











Biografía

Estudió la carrera de Lingüística y Literatura Hispánicas en la Facultad de Filosofía y Letras de la BUAP.
Es escritor de los libros Cerca de la Orilla publicado por la Universidad Autónoma de Puebla (1993), En el país de la lluvia, de Fondo de Cultura Económica (1999), Mudar de Vida, coeditado por la BUAP y Luna Arena. (2003) y Tesitura, de Monte Carmelo (2008).
Recibió el premio José Fuentes Mares por Cerca de la orilla en 1994.
Participó en Ala impar: 20 años de poesía en Puebla y Pulir Huesos, Galaxia Gutenberg.
También publicó su trabajo en revistas como Biblioteca de México, Casa del Tiempo, Luvina y La Gaceta del Fondo de Cultura Económica. Actualmente, es subdirector de la revista Crítica de Puebla.

"En la poética de Julio Eutiquio Sarabia un ritmo tenso aloja un decir que no concede otra posibilidad que su estar dicho de ese modo. Una fidelidad a la transmisión estética del poema como memoria de una forma que hubiera sobrevivido a toda puesta en crisis sostiene una visión poética totavía aurática sometida por salud a una operación levemente irónica: el procedimiento toca la situación poética o el léxico utilizado pero no llega al cuestionamiento de la forma. Lo que podría atraer esta operación de conservación formal -la nostalgia por un tiempo pasado siempre mejor- no sobreviene: Sarabia juega en presente, su tiempo es éste, su poesía gana o pierde aquí su batalla por la forma".

Eduardo Milán, en Pulir Huesos, Galaxia Gutenberg, España, 2008, p. 36.

Más sobre el autor, aquí.

miércoles, 25 de marzo de 2009

Presentación de “Mi nombre es nadie”













Viernes, día 27 de marzo a las 7,30 tarde
Librería Primado- Avda Primado Reig, 102 -Valencia-




BERNARDO GUZMÁN, Director de la Ser Valencia

ARTURO BORRA, formador socio-laboral de inmigrantes

CARMEN ALBORCH, senadora PSPV-PSOE

NICOLÁS CASTELLANO, periodista de la Ser

CARLA FIBLA, corresponsal de La SER en Oriente Próximo


Más información aquí y aquí




"Reflexiones sobre la otra odisea del presente" - Arturo Borra (texto de presentación del audio-libro Mi nombre es nadie de Carla Fibla García-Sala y Nicolás Castellano Flores).

En primer lugar, quisiera destacar de este trabajo colectivo su compromiso periodístico con la indagación crítica del presente, que trabaja en un doble nivel: primero, mostrando la posibilidad de articular géneros múltiples, en este caso, a través de la combinación de las entrevistas en profundidad, el reportaje fotográfico, la crónica periodística, algunos fragmentos teatrales y literarios, así como la aportación ensayística de algunos colaboradores, materiales que son recopilados también en 4 CD más que recomendables. En un segundo nivel, el presente trabajo pone en cuestión, desde adentro, un modo dominante de gestionar los flujos migratorios y un modo inquietante de vincularse a estos colectivos. Sobre esta dimensión es la que quisiera plantear algunas reflexiones.

Mi nombre es Nadie nos retrotrae a los relatos homéricos, especialmente a la figura de Ulises, protagonista de múltiples odiseas en el mundo helénico. La referencia podría parecer lejana, pero lo que desde el título mismo se nos insinúa es, precisamente, que los procesos migratorios constituyen una historia de larga duración: el viaje más antiguo del mundo (como informa el subtítulo) o, también, una historia de la errancia como constituyente de la condición humana. Es pertinente recordar, en este marco, que los filósofos griegos pre-socráticos contraponían a la verdad no la mentira sino el olvido: aletheia es el nombre con que designaban esta verdad como trabajo de la memoria. Y las historias que Carla Fibla y Nicolás Castellano recuperan son parte de ese trabajo de la verdad, referido a la migración africana, dramáticamente próxima en tiempo y espacio. Aún así, mantiene una conexión con las epopeyas recogidas en La Odisea. “Mi nombre es nadie” es la respuesta que da Ulises al dios Cíclope, cuando éste le pregunta por su nombre. Gracias a la astucia de la respuesta, Ulises logra engañar al dios y regresar a su Itaca natal. Sin embargo, como advirtieron Adorno y Horkheimer, pasar por “nadie” tiene un costo vital: permite sobrevivir, pero trae como contrapartida el sacrificio de la singularidad, de la identidad singular. Negándome sobrevivo, pero entierro la promesa de una vida que no sea mera supervivencia.

La historia de Ulises no es solamente pasado o el nombre de un síndrome al que podría reducirse sin pérdida la penuria de los inmigrantes -africanos o no-. Ulises es la figura –ya distante del registro épico- que Europa mira con un gesto ambivalente y receloso, cuando no con rechazo más o menos solapado. Alcanza con revisar las políticas migratorias y de asilo hegemónicas para reconocer en Europa una creciente restricción de sus fronteras y una tendencia a hacer de la política del vallado su principal respuesta ante flujos migratorios que considera indeseables. Nada de ello impedirá que este Otro -nómade por fuerza- persista, aunque eso suponga atravesar situaciones de extrema vulnerabilidad y, en muchas ocasiones, ser objeto del tráfico de personas y de las mafias organizadas, “que no ven personas sino dinero desesperado” tal como puntualiza Carla Fibla. Para hacer un diagnóstico sobre las políticas migratorias hegemónicas también podemos referirnos, en un nivel macro, a la última directiva europea de inmigración (conocida como “la directiva de la vergüenza”)
[i], a la reducción drástica de los caminos legales para obtener permisos de residencia y trabajo[ii] y a la alarmante restricción de las concesiones de asilo. Si tomamos como ejemplo el 2008, España apenas aceptó 3 de cada 100 solicitudes de asilo, lo que significa que el 97% de solicitantes pasarán a formar parte de la inmigración irregular, si es que logran evitar la expulsión[iii]. Pero ¿a dónde regresa un solicitante de asilo, cuando lo que está en juego es su supervivencia misma? Las estadísticas oficiales nada dicen al respecto.
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En síntesis, aunque es cierto que hay algunas iniciativas en sentido diferente, lo dominante es tendencia a criminalizar la inmigración irregular, así como la tendencia creciente a restringir el acceso y permanencia regular en Europa, especialmente para aquellas categorías de inmigrantes menos valoradas según la jerarquía establecida por los estados europeos. Ser inmigrante africano[iv], en este contexto político-cultural, siempre corre el riesgo de convertirse en un estigma, aunque desde ya, no toda forma de discriminación xenófoba y racista sea abierta y manifiesta, sino más bien selectiva y oculta.
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Llamarse nadie, es decir, pasar de forma inadvertida, devenir-invisible, es una estrategia para burlar los controles de acceso, evitar la represión policial y la desconfianza anónima. Pero cada uno de esos “nadie” sigue soñando con la promesa –por definición incierta- de reinventar su vida. En ocasiones esta estrategia clandestina logra su objetivo: arribar y permanecer en estas costas. Sin embargo, la contrapartida no es otra que una multitud de seres humanos despojados de una parte de sí mismos, de sus historias personales y familiares, sus trayectos laborales o profesionales y lo que es igualmente grave, privados de sus derechos humanos más fundamentales. Al duelo que implica migrar, se le suma el duelo de ser privados del acceso a la ciudadanía, de ser confinados a la economía sumergida y a la sobreexplotación que sufren –reducidos a mano de obra barata en mercados precarizados-, si es que logran zafar del paro o la marginalidad.
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Lo relevante de Mi nombre es nadie es que recupera claves para seguir pensando qué significa migrar a Europa, “esa fortaleza que se reserva el derecho de admisión” –como señala Nicolás Castellano. Y si bien la inmigración africana ya de por sí es heterogénea, -a pesar de los estereotipos y mitos circulantes- en todos los casos sobrevive la promesa de plenitud y la presencia ubicua de la carencia. Pensar la diversidad de las migraciones, en estas condiciones, es un pensar que no acepta sustraerse del sufrimiento de los otros. Por el contrario, la apuesta aquí es dar voz a los que son sistemáticamente acallados o borrados, incluso en los medios masivos de comunicación, convertidos en objetos de una escena rutinizada que minimiza la conmoción. Quizás uno de sus méritos mayores sea ese: introducir el discurso del otro, a través de la reconstrucción de sus narrativas desgarradas y poner en crisis la violencia de las interpretaciones reduccionistas. Esas narrativas testimoniantes desafían el proyecto del bienestar cercado. Otra vez -dicen los autores en el prólogo- lo que aquí se juega es la promesa de una vida más digna, la legitimidad de no conformarse a esperar la muerte, en suma, el derecho a migrar y también la libertad de no tener que hacerlo.
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La travesía es extensa e imprevisible y comprenderla es también reconstruir el papel que desempeñan las familias, los medios, las asociaciones, los gobiernos y la sociedad en su conjunto ante el fenómeno migratorio. Esa comprensión implica volver a mirar a todos esos protagonistas desapercibidos, embarcados en esta aventura incierta donde se está dispuesto a dar la muerte por otra vida. Porque el viaje incierto es riesgo de muerte, de saqueo o violación; es distancia obligada y desesperación del que deambula sin saber ni tener dónde ir.

Mi nombre es nadie es un grito colectivo al que se suman todos aquellos que no confían en las murallas como solución duradera ni mucho menos admisible. Y si bien los autores –después de este otro viaje al que nos invitan- tampoco se privan de arriesgar sus tentativas de solución, lo que persiste, en primer lugar, es la materialidad sangrante de los relatos y las imágenes capturadas, ocupando los protagonistas un lugar en la interpretación de sí mismos, cuestionando las violencias no sólo físicas sino también epistémicas de las que estos sujetos son objeto. Lo que persiste es este grito desgarrado, que nos interpela en el centro de nuestra responsabilidad política. Porque –hay que recordarlo- nuestras sociedades opulentas crecen bajo la sombra de miles de “vidas desperdiciadas” como lanza con dureza Zigmun Bauman. Para decirlo de forma elíptica con este autor: “(…) la nueva plenitud del planeta significa, en esencia, una aguda crisis de la industria de eliminación de residuos humanos. Mientras que la producción de residuos humanos persiste en sus avances y alcanza nuevas cotas, en el planeta escasean los vertederos y el instrumental para el reciclaje de residuos”[v].
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En este sentido, el estudio de las migraciones se deja analizar mejor no sólo con la consideración de las crecientes desigualdades Norte-Sur o la escasez e insuficiencia de políticas efectivas de co-desarrollo, cooperación, integración y reintegración, sino también con el análisis de los actuales vertederos humanos que el “primer mundo” produce, convirtiendo millones de seres humanos en recursos superfluos, deshechos del derecho, sin las más mínimas garantías de trato igualitario. El doble rasero no puede ser más notorio: quien presume encarnar el porvenir de la democracia, es también agente histórico del sacrificio objetivo.
Para abreviar, este valioso trabajo periodístico –a contracorriente del periodismo predominante- no sólo aporta testimonios humanos esenciales. También contribuye a interrogar ese nosotros del que formamos parte, en la responsabilidad de lo que sabemos y de lo que preferimos no saber para evitar la responsabilidad que tenemos ante los demás. A esa responsabilidad infinita con el otro lo llamaba E. Levinas “justicia”. Porque no somos llamados para la caridad, sino para hacernos cargo de esta demanda de justicia, que el cinismo elige postergar, en nombre de ideales que en su práctica traiciona.
Tomar parte es luchar por una política específica de la apertura, capaz de enfrentar el miedo al otro, miedo que opera en la lectura prejuiciosa de la extranjería como amenaza e incluso como barbarie. Como señala Todorov, “El miedo a los bárbaros es lo que amenaza con convertirnos en bárbaros”[vi]. Bajo los nombres, a pesar de los repudios, hay alguien. Nadie, es decir alguien, sigue gritando. El latido que se agita bajo la piel - fuera de la aventura programada del turismo- es la añoranza de una tierra firme donde habitar. Si todavía somos capaces de escuchar el grito, si no naturalizamos tanto dolor anónimo evitable, que interroga por el Derecho propio y los derechos de los demás, en suma, si no sucumbimos a la anestesia que termina espectacularizando hasta el naufragio, ¿cómo gestionamos nuestra disconformidad compartida para que esta geografía de la fractura no sea la última palabra? Reinventar una morada en común es también pronunciarse de forma activa y en sentido diferente. Carla Fibla y Nicolás Castellano –junto a otros compañeros de viaje- ya lo han hecho. Para quienes confiamos en una democracia radical, es un deber acompañarlos.

[i] Dicha directiva promulgada en 2008, además de “unificar” la legislación sobre inmigración, endurece las condiciones referentes a la inmigración irregular, prolongando entre otras cuestiones el tiempo de confinamiento de los inmigrantes irregulares a 18 meses.
[ii] Me refiero fundamentalmente a las trabas europeas crecientes referidas a la reagrupación familiar, las contrataciones laborales realizadas en función del “catálogo de profesionales de difícil cobertura” en países de origen y a la obtención del arraigo por residencia ininterrumpida.
[iii] Son aleccionadores al respecto los casos de seres humanos abandonados en el desierto, como forma de castigo ejemplar.
[iv] La población africana sólo representa el 5 % del total de población extranjera residente en España.
[v] Bauman, S., Vidas desperdiciadas, Debate, España, 2008, p.17.
[vi] Todorov, T., El miedo a los bárbaros, Galaxia Gutenberg, España, 2008, p.18.