Mostrando entradas con la etiqueta mascarpone. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta mascarpone. Mostrar todas las entradas

martes, 16 de febrero de 2010

TIRAMISÚ DE CHOCOLATE BLANCO

Concurso de tartas de chocolate en Pepekitchen para este mes de febrero. Lo vi hace unos días y me dije: “ya que has participado en enero, Bea, que siga la racha”. Lo malo es que yo soy más de bizcochos, no de tartas, y tuve que pensar un rato hasta que me reencontré con un postre que había hecho hacía tiempo y que podía pasar por tarta (creo yo).

Se trata de un tiramisú, versión especial…especial para muy golosos, claro, porque es de chocolate blanco. A ver, a mí el tiramisú me gusta, y me lo como con los bizcochos bañados en café, pero soy de desayunar “cola-cao”, así que la cafeína no es mi debilidad precisamente. Por eso “tuneé” un poco este postre que encontré en el maravilloso blog de Alegna, La Casita Verde, del que ya he copieteado más recetas….¡y las que me quedan!

Así que, en resumen, con este dulce postre participo en el concurso de Pepekitchen del mes de febrero, que vuelve a ofrecer un simpático regalo de Caprichos de Cocina.



Si queréis ver la receta original de Alegna, pinchad aquí.

Y esta es la mía:


INGREDIENTES


18 bizcochos de soletilla

Batido de chocolate

250 gramos de queso mascarpone

4 huevos

100 gramos de chocolate blanco

40 gramos de azúcar

Virutas de chocolate con leche



PREPARACIÓN


Lo primero de todo es separar las claras de las yemas de los 4 huevos y reservar.

A continuación, se parte el chocolate blanco en trozos pequeños y se mete en un bol en el microondas para que se deshaga.

Se añade al chocolate, ya deshecho, la tarrina de queso mascarpone y las 4 yemas y se bate hasta obtener una crema homogénea, con los tres ingredientes bien integrados.



Aparte, se montan las 4 claras a punto de nieve y, cuando ya estén, poco a poco, se va añadiendo el azúcar, sin dejar de batir para que no se bajen mucho.


A esta última mezcla se le añade la obtenida con el chocolate, el queso y las yemas con la ayuda de una espátula de silicona. Se reserva.


Ahora es el momento de preparar la base de la tarta con los bizcochos.

De uno en uno, se van mojando en el batido de chocolate y se colocan cubriendo el fondo del molde elegido. A continuación, se vierte por encima la mitad de la crema preparada y se vuelve a repetir la operación, mojando más bizcochos en el batido de chocolate y poniéndolos encima de la primera capa. Encima de esta segunda capa se echa el resto de crema hasta terminarla.


Tiene que reposar durante toda la noche en el frigorífico, tapado con un film transparente.


Antes de servir el tiramisú al día siguiente, se saca de la nevera y se espolvorea con virutas de chocolate para adornar.


OBSERVACIONES PARA PRINCIPIANTES COMO YO


Como veis, es un postre sencillo, quizá algo laborioso de hacer, pero sólo por el tiempo, porque tampoco tiene mucha complicación. Ahí van los habituales consejos:

El número de bizcochos que se vayan a utilizar depende, por supuesto, del molde que elijamos para preparar el tiramisú. Yo conté 18 pero quizá vosotros necesitéis más o menos. Cubrir bien todos los bordes del molde para que quede bien compacta la base y después sea más fácil servirlo. El tipo de bizcocho también es a elección. Yo creo que estos le quedan muy bien, pero la cosa, ya sabéis, va en gustos.


Para deshacer el chocolate, si lo hacéis, como yo, en el microondas, hay que tener cuidado para que no se os queme. Lo ideal es poner poco tiempo, sacar el bol, remover un poco el chocolate con una cuchara de madera y volver a meter otros segundos más si no se ha deshecho bien. Es mejor tener que meter el bol varias veces en el microondas antes de querer hacerlo de una vez y quemar el chocolate.

Igual que el café sabe diferente (supongo, porque no soy nada cafetera) según la marca, para hacer el tiramisú tradicional, lo mismo pasa con el batido de chocolate. Aquí sí que soy algo experta, ¡ja,ja!, y os aseguro que el de Puleva es el mejor que podéis tomar. Si no me creéis, haced la prueba y veréis qué diferencia de sabor. Por supuesto, podéis elegir el que queráis para bañar los bizcochos, pero este es el más rico.


Es importante que el postre esté reposado de un día para otro, así toma más sabor y está mejor. Además, está bien tener preparado el postre de un día para otro si lo queréis hacer para una comida o cena especial.


Cuidado al servir el tiramisú, porque a lo mejor está un poco blandito. Paciencia, un buen material para servir y….¡a disfrutar del postre!






Imprimir

martes, 29 de diciembre de 2009

Bea regresa a sus orígenes

¡Ay!, que tenía yo ganas de desintoxicarme un poco de recetas navideñas, aunque estemos en estas fechas. Por llevar la contraria, más que nada, ¡ja,ja! Confieso que tengo alguna más guardada para publicar en estos días, pero hoy toca un clásico en este blog, es decir, un bizcochito, que ya no me acuerdo cuándo fue la última vez que hice uno.

El otro día, cuando el olorcillo inundó la cocina, recordé por qué me gusta tanto hacer bizcochos, ¡qué aroma más rico! Aquí os presento el BIZCOCHO CEBRA, al que le tenía yo muchas ganas desde que lo vi en el blog de Rosa, Bocados dulces y salados, una auténtica biblia culinaria, como os he dicho muchas veces antes.


Si queréis ver la receta original de Rosa, pinchad aquí.


Y esta es la mía:


INGREDIENTES


150 gramos de azúcar

3 huevos

Una tarrina de queso mascarpone

¾ de la medida de la tarrina de queso de aceite de girasol

250 gramos de harina

6 cucharadas soperas de cacao en polvo

1 sobre de levadura en polvo


PREPARACIÓN


En un bol, echad los tres huevos y el azúcar y batir hasta que se mezcle todo muy bien. Añadir el queso mascarpone y el aceite de girasol y seguir batiendo.

Cuando estén todos los ingredientes integrados, empezar a echar la harina, que estará mezclada ya con la levadura en polvo, poco a poco, mezclándola bien con la masa gracias a una espátula de silicona.


Dividir esa masa obtenida en dos y, en una de las partes, echar el cacao en polvo y mezclar bien, para que coja ese color “chocolateado”.


Preparar el molde donde se va a hacer el bizcocho. Para ello, poner un papel de horno sobre el molde que se vaya a utilizar y sobre él, poco a poco, como se ve en las fotos, ir echando dos cucharadas de la masa clara, otras dos encima de la “chocolateada” y así sucesivamente, hasta terminar con ambas.



Meter en el horno, precalentado a 170ºC, durante 40 minutos.


OBSERVACIONES PARA PRINCIPIANTES COMO YO


Fallo de principiante en mi primer bizcocho cebra: pinché la masa por los lados, no por el medio, y creí que ya estaba hecho. Me había quedado crudo en el centro, ¡snif!. Afortunadamente, algo se pudo recuperar, pero ya lo sabéis, pinchad en el centro también para ver si el bizcocho está hecho, no os pase lo que a mí.

Otro consejo: paciencia a la hora de echar la mezcla. No es difícil y luego queda muy original, así que ánimo.

Como siempre, mezclar muy bien todos los ingredientes, sobre todo el azúcar, que es más complicado de deshacer.

Ya sabéis que para que el papel que cubre el molde no se mueva, es mejor untar este último con un poco de mantequilla o aceite para ques e adhiera.


Poco misterio más tiene este bizcocho así que…¡buen provecho!