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viernes, 25 de diciembre de 2020

Anoche, cuando no lo ví aparecer, me asusté. No quise alarmarme y esperé algunas horas. Fuera el tiempo continuaba a ser inclemente. El tímido sol invernal estaba por esconderse trás la montaña, por lo que decidí salir a buscarlo, no era su costumbre faltar a nuestra especial cita. Apenas ví la cabaña, supe que algo no iba bien. Todo parecía cubierto por una avalancha: nieve y sólo nieve.
Finalmente pude abrir la puerta. Allí estaba, visiblemente enfermo... Él también había caído.



(Este microrelato pertenece a “Reto: 5 líneas” propuesto por Adella Brac.
Las palabras del mes de Diciembre son: avalancha - especial - enfermo.)


Antes de escribir esta entrada, fui a dar un paseo por los años anteriores y admito que me he emocionado. Son las sextas fiestas que pasamos juntos y ¿qué decirles que no resulte repetitivo? ...a ustedes, que me leen habitualmente, no es necesario explicarles no sólo lo que ha sido este 2020, sino los últimos dos años, por lo cual les agradezco infinitamente el hecho que aún estén por aquí, que me dejen sus huellas, su cariño... aunque muchas de esas veces, no crea merecer tanto. No voy a prometerles nada, ni siquiera haré propósitos, hace ya tiempo que vivo el momento pero quisiera sepan que los pienso siempre, que les estaré eternamente agradecida por permanecer por estas playas y que es mi más sincero deseo que vuestros días, estos y todos los que estén por venir, sean plenos de serenidad y de amor, que la vida les multiplique por mil todo lo bueno y que reduzca a nada aquello que no lo sea.

Un gracias muy especial a mi Luna particular...


a mi hermosa y tan querida Mag...


al Dulce Caballero que visita estas playas...



a la magnífica guerrera que siempre nos acompaña, Gin...


a la Maestra y Poeta, Auro...


a la sensual, María...


a la dulce Cora



... a los amigos de siempre, los que nunca fallan:

...y a todos y cada uno de ustedes,
gracias, gracias, gracias y felices fiestas!

sábado, 21 de diciembre de 2019

Felices Fiestas


Y ya ha pasado otro año más...

En lo personal ha sido un año muy, muy difícil. Comenzó mal, de la peor manera, y continuó bastante complicado. Muchos de los propósitos que me había planteado en esas primeras horas del 2019, se fueron difumando hasta desaparecer; otros han debido ser cambiados sin más. Pero bueno, así es la vida, no pide permisos.

Aunque también hubo otra constante: estos rinconcitos que son los blogs. Los míos, donde he volado con la imaginación y escrito (poco), o compartido música, o me he abierto para tratar de curar las heridas. Y también, obviamente, los de ustedes. Aunque muchas de esas veces haya pasado de puntillas, leyéndolos en silencio, porque no sabía qué decir o cómo hacerlo... pero en ambos casos, aquí o allí, he podido sonreír con esas palabras, con esos comentarios, con esas entradas.

Sentir el cariño entre letras; el abrazo silencioso, aunque fuera a la distancia; la preocupación a veces, que luego se transformaba en un mail personal... todos y cada uno, me han regalado algo para mí muy valioso: tiempo. Por eso, quiero dejarte mi regalo para ti, ábrelo en Navidad y úsalo cuando desees...


...en la cajita encontrarás un puñado de sonrisas para compartir si quieres; unos cuantos abrazos esperándote cuando lo necesites; un par de orejas dispuestas a escucharte; unos cuantos coloridos globos para poder volar juntos cuando la realidad amenace con aplastarnos; unas palabras amables cuando el mundo no lo sea; y mi agradecimiento más sincero... no te vayas de aquí sin él.


También aprovecho la ocasión para agradecer muy especialmente a:


Ale...
...por cada día que hemos compartido en estos años,
en estas vidas;
por tus brazos que no me han dejado de sostener;
por ese amor inmenso e incondicional;
por todo y más.
Miguel...
...por esta amistad que apenas comienza
y esta pasión por el Cine, que compartimos.
Gin...
...por toda esa fuerza que me transmites
y esas ganas de seguir adelante.

Guille...
...por esas risas, sonrisas,
y momentos compartidos en tu Hope.

Auro...
...por tanto mimo y cariño que me dejas en cada huella,
y por tanto Arte que me transmites.

Dulce...
...por esta amistad construida en el tiempo
basada en el aprecio y respeto mutuo.
...por todos esos cafés compartidos en el tiempo,
por la magia y cariño de tu presencia.

Demian...
...por esta amistad que, como el océano,
une las dos orillas.


Perlita...
...por cada muestra de cariño
y cada abrazo que arropa.
Mag...
...por tantos años compartidos,
tantos momentos, buenos y no tanto;
y por todos aquellos que, seguramente,
nos encontrarán aún juntas.
Laura...
...porque entraste en mi vida como brisa fresca,
por todas esas 'coincidencias',
por las risas y todas las que vendrán.
Ivel...
...por tanto amor incondicional,
por sentirme y llamarme de la manera más hermosa,
por ser siempre esa niña especial de mi 

Y a todos los que entrada tras entrada, me dejan sus huellas en cualquiera de mis playas:

...y todos los que seguramente me olvido.

¡Felices Fiestas!




miércoles, 26 de diciembre de 2018

24 Retos de Lectura - #24

Reto 24:
Acabamos nuestros 24 retos de lectura para 2018 con esa historia dickensiana que te encantará en cuanto le dediques el tiempo suficiente.
Elección: “Cuento de Navidad”, de Charles Dickens

Sinopsis:
“El señor Scrooge es un viejo avaro y cascarrabias. No conoce la compasión ni la caridad, tiene el carácter avinagrado y un corazón duro como una piedra, que no se ablanda ni tan sólo cuando llega la Navidad. Pero pronto va a recibir la visita inesperada de tres espíritus, que lo acompañarán a las Navidades de su infancia, del presente y del futuro. Y lo que descubrirá le cambiará la vida.”

Quien me conoce, sabe que esta época del año es mágica para mí. Al día de hoy, continúo a vivirla como si fuera una niña. Y, uno de mis “ritos” en estos días es, sin dudas, leer este libro que adoro.

No recuerdo cuántos años tenía la primera vez que leí este libro, pero sí cómo me impactó. Todo lo que representaba este personaje, Mr. Scrooge. Que sólo lograba recordar los aspectos más feos y duros de su pasado; convirtiendo el presente en algo aún peor; y, tal vez, condenando su propio futuro para siempre. La imagen de ese fantasma del pasado arrastrando sus cadenas... aún hoy tiemblo al leer esa parte. Y me emociono con el final... diría hasta las lágrimas, pero hagan de cuenta que no lo he escrito, que ya estoy grandecita para ciertas cosas.

“(...)
Haré honor a la Navidad en mi corazón y procuraré mantener su espíritu a lo largo de todo el año. Viviré en el pasado, en el presente y el futuro; los espíritus de los tres me darán fuerza interior y no olvidaré sus enseñanzas...
(...)”
(Fragmento de “Cuento de Navidad”, de Charles Dickens)

Si puedo darte un consejo a ti que me lees, sería: vive estos días plenamente. Déjate invadir por la magia. Disfruta de cada instante, y haz de ellos algo inolvidable, para ti y para todos quienes te rodean. Te aseguro que éste es el mejor regalo, el mejor legado.


Aquí terminan estos 24 retos de lectura, y debo decir que estoy muy feliz de haberlos hecho, he leído lo que hacía años no leía. Esto me ha inspirado y el próximo 2019 te espero con novedades al respecto, deseando que quieras acompañarme tú también. Gracias; de verdad, gracias por haber estado junto a mí entrada tras entrada, lectura tras lectura; sin ti, esto no tendría mucho sentido, por eso, de nuevo, gracias.

Hasta prontito!

lunes, 24 de diciembre de 2018


Hoy es Nochebuena y este año será un poco especial. Como si fuera el guión de una película propia de estas fechas, cuando suenen las doce campanadas estaré en un aeropuerto esperando el vuelo que me haga encontrar con mi familia.

Finalmente, luego de tantos años nos volveremos a reunir todos. Sé que los planes han cambiado, y es que hay cosas que escapan a nuestro control; pero, pese a todo, también sé que estaremos bien, que seremos felices.

Por un instante cierro los ojos, y me acuerdo de las navidades en la casa de mis nonos. ¡Cómo me gustaba ayudar a armar el árbol! Era un día donde sin dudas se respiraba la magia... y me detengo a pensar cuánto me gustaría repetir, al menos una vez, ese momento, donde la única prioridad parecía ser colocar la estrella en la punta de aquel pino.

Sonrío. Lo hago mientras imagino que estarán armando la gran mesa, donde cada uno habrá preparado algo. Se prenderán las velas, y sus luces se confundirán con las del árbol. Los regalos estarán todos debajo del pino, esperando la medianoche, y esas manos que ansiosas los abran transformando a todos en niños por algunos instantes.

Y me emociono, porque en esos momentos todo queda envuelto en un clima de serenidad y amor. Rodeados de la gente que se ama, más allá de cualquier diferencia pudiese existir. Aquellos seres que nos “tocaron”, y esos otros que elegimos. Y también aquellos que ya no están físicamente, pero sí en nuestros corazones, y por los cuales, seguramente, alzaremos la mirada al cielo deseándoles una muy:
...lo mismo que te deseo a vos.

Sí, a vos que pasás cada vez por aquí y me dejas tu huella;
a veces en forma silenciosa y otras, bien marcada en la arena.
A vos, que cuando me notas con el ánimo un poco bajo,
no demoras en dejarme tu abrazo y tu cariño.
A vos, que compartes mis alegrías y me estimulas a mejorar cada vez.
A vos, que en esta playa nos acercamos y derrotamos cualquier distancia.
A vos, que no importa en qué creas, mientras lo hagas,
te deseo una magnífica noche
y que mañana –y los días que le siguen a éste–,
nos volvamos a encontrar.

(Por motivos que seguro comprenderás,
me resultará un poco difícil conectarme en estos días,
más precisamente, hasta fines de enero.
Las futuras entradas están todas programadas
y, aunque ya sabes que no hay obligaciones,
siempre te estaré esperando...
...y en cuanto pueda, te estaré visitando.
Smu@ckssssssssssssssssss!

Ahhh... y gracias, gracias con todo mi  )

viernes, 21 de diciembre de 2018

#VDLN - 127

Algunas sugerencias para los regalos de esta Navidad:

A tu enemigo, el perdón.
A tu adversario, la tolerancia.
A un amigo, tu corazón.
A un cliente, el servicio.
A todos, la caridad.
A cada niño, un buen ejemplo.
A ti mismo, el respeto.
(Oren Arnold )


jueves, 28 de diciembre de 2017

Ya era tiempo, mi vientre así lo decía. Y no, no estaba ansiosa. No conocía la razón, pero sabía que todo saldría bien. Aunque no me esperaba tener que cambiar de ciudad para tener a mi niño. Porque sabía, sabía ya que sería un niño, me lo decía mi corazón.

Él vino a buscarme, diciendo que partiríamos apenas se ocultara el sol. Debíamos ser prudentes y por ello, esperiamo al anochecer para montar en el asno e irnos.

Viajamos toda la noche, estaba realmente agotada. Los dolores se habían hecho cada vez más fuertes; no creía poder resistir por mucho más tiempo. Él encontró un establo y allí nos refugiamos. Me acomodé sobre el paizal, al tiempo que las contracciones se hacían más frecuentes. Mis gritos se escuchaban en el espacio infinito que nos rodeaba. No sé cuánto tiempo pasó, fueron minutos u horas; un momento eterno, que se detuvo cuando él sujetó al niño que nacía, colocándolo en mis brazos; y pude sentirlo todo, contra mi pecho.

Fue cuando vi la luz de un nuevo día, de un nuevo mundo.


(Este relato pertenece a los "52 retos de 'El libro del Escritor'".
Es el número 26Escribe una historia en la que retrocedas al pasado
y seas tú el protagonista.)

domingo, 24 de diciembre de 2017

Esos días con Nícolas eran más complicados que de costumbre. Era el último día de escuela antes de Nochebuena y él estaba cada vez más ansioso. Razón por la que había decidido llevarlo a pasear por la ciudad, habían varias cosas para ver y visitar. Y, pese a las bajas temperaturas, estaba segura nos divertiríamos.

Pasé a buscarlo por la escuela y nos fuimos a almorzar; no había nada que un par de hamburguesas y papas fritas no pudiera solucionar.

¿Podemos entrar al Muse? –preguntó Nícolas apenas terminó la última de sus papas fritas.
Sí... –respondí un poco perpleja. Pero, ¿estás seguro que quieres ir al museo?
Sí, sí... no quiero ir a otro lado. –se apresuró a decir mientras se limpiaba las manos, y ya casi se marchaba solo.

Salimos apurados, como si tuviéramos una cita con el médico. Unos pocos metros y entramos al pabellón principal del Muse. Nícolas observaba todo con entusiasmo, como si fuera la primera vez. Nos pasamos toda la tarde, subiendo y bajando por las escaleras y mirando cada detalle, leyendo cada descripción; hasta que se hizo la hora de volver.

Nícolas, debemos irnos o se hará muy tarde... –le dije señalando mi reloj.
Ufff... está bien... pero antes voy al baño... –respondió sin darme tiempo a nada que lo ví desaparecer por el corredor.

Luego de pocos minutos apareció y nos fuimos de allí. Ya era de noche, y las calles estaban todas iluminadas por las fiestas. Nícolas iba extraña y particularmente silencioso. Cinco minutos después de entrar en casa, llegó su madre a recogerlo.

¿Cómo se ha comportado hoy? –me preguntó ella apenas abrí la puerta.
Perfecto... hemos pasado la tarde en el museo... –respondí mientras ayudaba a Nícolas a cerrar su abrigo.
Ahhh... ¿es por eso que no has respondido a mis mensajes? –preguntó mirando a Nícolas.
Mmmmm... no... –decía sin alzar la mirada fija en sus zapatillas. No diría.... es que no tengo más el móvil.
No me digas que has perdido el celular... –comenzó a decir la madre al cuanto alterada, y mirándome a mí.
No... no que no lo he perdido... –respondía Nícolas de lo más tranquilo. Sólo lo he prestado.
¿Y se puede saber a quién se lo has prestado? –y el tono de voz de la madre era cada vez más alto. Que ya estoy perdiendo la paciencia, Nícolas...

Yo no sabía ni qué hacer, ni qué decir. No recordaba haberlo perdido de vista un minuto. Y sin embargo...

Se lo he dejado con una nota al hombre del tercer piso, a ese que está todo solo... –susurró Nícolas.
¿Al Neanderthal? –preguntó su madre sin entender nada aún. ¿Y para qué necesitaría un smartphone un Neanderthal, Nícolas?
Simple... para llamarme esta noche cuando despierte como en la película... –mientras respondía le brillaba la mirada. Mamá... mañana es Nochebuena y Alma me ha enseñado que nadie merece estar solo...

Los ojos se me allenaron de lágrimas. Nícolas era tremendo, pero lleno de una ternura infinita. Entonces, para no quitarle la ilusión prometí a su madre, recuperar yo el móvil a la mañana siguiente, para que ella se lo dejara al niño bajo el árbol con una nota. Ya se me ocurriría algo mágico, como debe ser todo en estos días.

 (Este relato pertenece a los "52 retos de 'El libro del Escritor'".
Es el número 46Utilicemos la fantasía e imaginación.
Inventa una historia en la que se mezcle en algún momento un smartphone con un neanderthal.)

viernes, 22 de diciembre de 2017

#VDLN - 75

"Te deseo sueños infinitos,
y las furiosas ganas de realizar alguno.
Te deseo amar aquello que debe ser amado
y olvidar aquello que se deba olvidar.
Te deseo pasiones.
Te deseo silencios.    
Te deseo el canto de los pájaros al despertar
y las risas de los niños.
Te deseo resistir al hundimiento,
a la indiferencia,
a las virtudes negativas de nuestra época.
Te deseo, sobre todo, ser tú mismo."
(Traducción y adaptación de letras de Jacques Brel)

Deseo que puedas disfrutar,
vivir cada singular instante, al máximo
para que cada uno de esos momentos
alimenten tu alma, haciéndola plena,
y fortaleciendo tu espíritu.
Deseo que cada uno de tus sueños y proyectos,
los veas hechos realidad.
Y te lo deseo a vos que estás leyendo,
ya sea que nos conozcamos desde hace tiempo
o que nuestros caminos se hayan apenas cruzado...
...porque a todos y cada uno
agradezco el ser y el estar,
día a día, en este mar de letras.


Feliz Navidad
y un beso por cada toque de campana!



sábado, 9 de diciembre de 2017

Había llegado el día. Se levantó esa mañana y se dispuso a limpiar y ordenar todo el salón. Cuando todo estuvo listo, con paso tranquilo y tarareando una canción, fue hasta la habitación que usaba como desván. Tomó una a una las cajas donde guardaba sus ‘tesoros’, y se dejó embargar por los recuerdos. Disfrutaba recordando esas historias sin tiempo, esas que había escuchado tantas y tantas veces.

Abrió las cajas y comenzó con el ritual. Mientras separaba cada uno de esos objetos, los que había coleccionado durante esos años, le gustaba hacer como una crónica de sus días pasados. Y así pensaba en él, en uno de sus héroes favoritos, rememorando el tiempo en el cual bastaba poco para ser feliz.

Él le había enseñado el verdadero valor de esas fechas. La magia que envolvía cada instante. El cuidado de cada cosa. Es por eso que ella, todos los años en ese día, preparaba cada pequeño detalle. Porque ya no era sólo por ella.

Entonces, cerró los ojos y sonrió, porque ahora era el momento de pasar el legado.


(Este relato pertenece a los "52 retos de 'El libro del Escritor'".
Es el número 28Escoge tus tres libros favoritos y
utiliza la primera palabra de cada título para hacer un relato en el que las integres.)

[Los libros son: "Historias de Cronopios y Famas", Julio Cortázar
"Crónica de una muerte anunciada", Gabriel García Márquez
"Sobre héroes y tumbas", Ernesto Sábato]

viernes, 23 de diciembre de 2016

#VDLN - 24

Un árbol justo para esta playa
donde vos y yo podemos sentarnos
y expresar nuestros deseos...

Una canción, esta canción, me hace sentir cerca de casa
más que ninguna otra...
...espero la disfruten más allá que no sea el "clásico" villancico.

Feliz Navidad!!!

(Te he dejado mi regalito aquí... ve a buscarlo!)


Si quieres, déjame aquí tu huella...

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