También yo
he entrado en el Lager como no creyente, y como no creyente he sido liberado y
he vivido hasta hoy; la experiencia del Lager, su iniquidad espantosa, más bien
me ha confirmado en mi laicismo. Me ha impedido, y todavía me impide, concebir
cualquier clase de providencia o de justicia trascendente. [. . .] Debo
admitir, sin embargo, haber sentido (y de nuevo una sola vez) la tentaci6n de
ceder, de buscar refugio en la oración. Sucedió en octubre de 1944, en el único
momento en que me he dado cuenta lúcidamente de la inminencia de la muerte,
cuando, desnudo y apretujado entre compañeros desnudos, con mi ficha personal
en la mano, esperaba desfilar ante la comisión~ que debía decidir, con una ojeada,
si iría enseguida a la cámara de gas o si, por el contrario, estaba lo suficientemente
fuerte para seguir trabajando. Durante un instante, he sentido la necesidad de
pedir ayuda y refugio. Después, a pesar de la angustia, se ha impuesto la
ecuanimidad: no se cambian las reglas del juego a1 final de la partida ni
cuando estás perdiendo. Una oración en aquellas circunstancias habría sido no
solo absurda (¿qué derechos podía reclamar?, ¿a quién?), sin0 también
blasfemia, obscenidad, llena de la mayor impiedad de la que es capaz un no
creyente. Dejé de lado aquella tentación: sabía que así, si sobrevivía, no
tendría que avergonzarme.
PRIMO
LEVI, Los hundidos y los salvados
königstein
28 de enero de 2016
18876
Ama lo desconocido para que no
tema.
¿Qué hay afuera?¿Existe?¿O…
substancia al tocarse al no
verse al convivir el abismo,
saborear las riendas y el
asombro
aquello, cercano, la grandeza
de no saber.
***
Si te convenzo de mi mudez
si me otorgas la representación
del silencio,
ese bien tan escaso este
instante carcome de los
márgenes
espacia de la tensión
vigila de la ternura
bifurca en aflautadas sendas
bocado a bocado.
El vientre bendice a sus
enemigos.
***
La máscara es el mayor instinto
de posesión.
La tendencia reproductora de
los cuerpos.
Llegar a. Detentar.
La tarascada del apuntador a
hojas llenas
en una hermosa duermevela
sincronizada.
Llegar a.
Ofrecerte aquí
sin medias lunas
tal como eres
así como llegas
con
el filo
de las palabras
entre costuras
hasta encontrarte.
***
Ínfimo, hilo de dormido
que es residuo escuálido
en las reposadas comisuras
de los días pasados.
Encanto de tacto que baba
deviene
hechura en íntimas estaciones
languidece como una ventura de
vaudeville.
Amar lo desconocido para que no
venza la realidad.
Para ello, es necesario ofrecer
el rostro y con ello la raíz
que traspase la tierra por puro
avance
hilar un corro de palabas como
hormigas
correteando sobre la
concatenación de las metamorfosis.
Hilar.
Desprender(se) el lenguaje.
Percibir
lo
leve.
***
La muta
es exterior.
***
***
El acceso es el camino de la
poesía
sin necesidad de reciprocidad
como irrumpe en la Upanishad.
Letal cautela curiosa sin
miedo.
¡La Tierra es Su escabel!
El acorde se mece en la concha
de las tortugas
nido
mesura
abarcar el embrión
vibrar el cimiento con dedos
crispados
hasta hacer desaparecer la
ofrenda
y también el cuerpo
solo piel
órbita exhalada.
858414
Si el sinónimo de la sociedad fuera la democracia
el sinónimo de la oligarquía sería el-sí mismo
acusando lo sedentario incapaz de concebirse
creador de su propio orden.
Genealogía de rígidas y permisivas tutelas.
Se desentierran aristocráticos huesos prehistóricos
y con ellos, las jarras de veneno, todo en orden.
Las curvas de calibración fechan la real ficción.
No pretendas desenterrar el silencio
riégalo de sangre exhausta
hasta concebirte creador de tu propio orden.
Patrimonio decadente.