Homenaje a Narciso Yepes

Publié le 21/09/2024 à 17:03 par manueldiez Tags : roman saint
Homenaje a Narciso Yepes

 

Roman, serif;">Domingo 15 de septiembre de 2024

 

Homenaje a Narciso Yepes

 

Antes de Sabicas, Yepes, que ha sido un artista clásico digamos en el movimiento y las ideas góticas, ya buscaba sorprender al público e imponer al público el solista. Su inmenso repertorio, Bach, Weiss, clásicos españoles e italianos, demuestra que entonces era uno de los mejores del mundo.

 

En aquella época, otros grandes virtuosos podían acercarse a él o al menos competir con él, unos centenares en el mundo. Pero Yepes tenía esa concepción, esa cualidad o noción algebraica y aritmética de la música, esa apertura combinada con la perfección, que lo convertía en el hombre y el intérprete del momento.

 

Su casa era un búnker lleno de discos, su repertorio la inmensidad del cielo y las estrellas. Era un hombre afable, abierto y muy amigable, muy cálido, amaba al público y entablaba una verdadera amistad con ellos y en particular con sus alumnos o hijos.

 

Yepes tenía todos los discos de guitarra clásica del mundo, una cantidad impresionante de BASF, auriculares en la cabeza, su casa era un verdadero paraíso para la música clásica. Tenía todos los registros.

 

Sabicas y Django Reinhardt han conseguido sacar a relucir un lenguaje musical, un simbolismo heterogéneo. Yepes ya era de esta versión también. Su lenguaje musical fue excepcional, la calidad de su música y su interpretación también.

 

Llegan otros grandes intérpretes clásicos, como el malagueño Gil de Gálvez, que poco a poco nos hacen olvidar al gran violinista israelí Seyrig. Pero Yepes hizo una enorme contribución a la música española. Fue un precursor inmenso, un intérprete extraordinario.

 

Mi tía Maruja, que fue una de los dos o tres fundadores de la orquesta de RTVE, y él eran muy amigos íntimos. Era una socialista convencida de que tenía que haber un equilibrio entre la fuerza y ​​los medios, los objetivos que nos habíamos fijado. Ella era profundamente socialista y de izquierdas.

 

También me regaló el disco que había grabado con Narciso Yepes, el Concierto de Aranjuez de Rodrigo, con los violines en la primera parte, cosa que no ocurre en la versión de Siegfried Behrend, donde no encontramos sólo las cuerdas en la primera parte. También me regaló la Quinta de Beethoven dirigida por Kurt Mazur. La abuela de Beethoven era española. Esto es lo que inspiró el himno a la alegría. Maruja conocía a Barenboïm, a Kurt Mazur e incluso a Karajan.

 

Yepes también registró, me parece, “ fantasía para un caballero ”.

 

Entonces Maruja es hija del hermano de mi abuelo, tío de mi padre, entonces es prima de mi padre y mi tía lejana. Su propio padre fue alcalde de Toro en los años 1930 durante la segunda república.

 

Fue una gran violinista virtuosa, una gran “ prosora ”. En particular pude ver el recital que había dado con un grandísimo pianista checo en el consulado de España, y además, la vez que se presentó con la orquesta de RTVE en el TMP, pude admirar a una mezzosoprano argentina. , una de las más grandes divas del mundo. La orquesta y su director también interpretaron esa noche el Bolero de Ravel, además de piezas clásicas argentinas y el tricornio de De Falla.

 

Maruja es también uno de los dos o tres fundadores de esta misma orquesta de RTVE, de la que mi padre decía de su director " No tienen a ese pico ".

 

“ Luce la orquesta ”, como dijo Maruja cuando la orquesta se encendió y estalló en llamas bajo la dirección de Cobos, el joven director español.

 

Somos una familia de artistas, y si hoy la gran época o período de mi padre queda muy atrás, todavía nos queda tiempo en esta tierra.

 

Yepes tenía una concepción aritmética, algebraica muy particular de la música y de la interpretación. En su apogeo, obtuvo la exclusividad para Deutsche Grammophon. Su repertorio era interminable, por así decirlo.

 

Lo vi en un recital en la Salle Pleyel, en los años 70, vestía frac y un micrófono hacía sonar por toda la sala, de todos modos la Salle Pleyel tiene muy buena acústica.

 

Fui a verlo al final de su recital y me estrechó la mano, me conmovió, porque Yepes era un verdadero español, uno de los más grandes artistas hispanos de todos los tiempos. En ese momento yo era sólo un adolescente.

 

En su momento supo sorprender a su público. Muchos niños tomaron sus clases. Entonces supo innovar, sobre todo en la fabricación de violines con su guitarra de 12 cuerdas.

 

Roman, serif;">Tuve la oportunidad de visitar a un lutéro francés con el Sr. Vignaut hace unos años cerca de la estación Saint-Lazare, un poco más arriba en la calle. Pero estos eran violines. Maruja poseía un violín con un sonido único que era muy caro y lo llevó consigo toda su vida.

 

Roman, serif;">En el pasado casi le adquirí una contraras a Serrita. En esta joya de lutéria han tocado personas como Escudéro, Ramón Montoya, Sabicas o Paco de Lucía. Sabicas incluso dio lecciones a Paco de Lucía sobre este extraordinario instrumento, con el ajuste de los laterales arriba. Un instrumento así me habría permitido dar conciertos.

 

Roman, serif;">Yepes era un auténtico monumento. En ese momento competía con Alexandre Lagoya y Andrés Ségovia, los otros dos grandes que eran contemporáneos. Lagoya era más genial, decía mi madre, su versión de los juegos prohibidos era más sencilla. Yepes era un trabajador inclasificable. Buscaría joyas olvidadas, piezas clásicas olvidadas y únicas en su tipo. El ajuste con su instrumento fue óptimo. Se había hecho a medida a petición suya.

 

Roman, serif;">Conoci un poco a Emmanuel Roessfelder, uno de los principales alumnos de Lagoya, incluso nos hizo dos fichajes, uno para cada uno. Es un gran guitarrista.

 

Roman, serif;">Yepes fue un gigante, un monumento, un genio, supo combinar presentación, fabricación de violines e innovación musical. La calidad de la interpretación fue su gran punto fuerte. La subida de las cuerdas también. Su rigor técnico fue simplemente impresionante.

 

Roman, serif;">Él y Maruja eran, como dije, muy amigos, ella lo siguió durante toda su carrera. Estuvo allí con mi padre y mi madre durante su recital en la Salle Pleyel a principios de los años 70.

 

Roman, serif;">Yepes se adelantó a su tiempo. La limpieza, la técnica, el rigor de la interpretación dejaron espacio a la imaginación y la inspiración. Sus 32 notas, sus trémolos, sus pasajes técnicos, su concepción del volumen eran una maravilla para la vista.

 

Roman, serif;">Hoy día hay muchos otros grandes virtuosos del flamenco y de la música clásica, tocamos muchos oratorios, sinfonías y conciertos. Yepes fue padre y precursor de la música clásica y de cámara.

 

Roman, serif;">Él y Maruja grabaron juntos. También grabó con Segovia me parece, con Rocío Jurado y con muchos artistas de variedades, sobre todo en la época de la movida, que puso en trance a Madrid y Barcelona. Me parece que acompañó a Véronique Samson, que tuvo un gran éxito en Madrid.

 

Roman, serif;">Yepes tenía una concepción a la vez homogénea y heterogénea, prosaica y heterogénea.-------- Maruja está enterrada hoy no lejos de la tumba de Cobos. Ella me inició en el piano, con “la chocolatera”, un tema tradicional español, cerca de Salamanca donde vivía en ese momento, a finales de los años 60. Durante este viaje vimos los toros bravos corriendo sin aliento en los encierros.

 

Roman, serif;">Cuando fuimos a verlo, Yepes había querido que mi padre lo llevara en su fiat 238, pero en ese momento mi padre se había encabritado y no quiso ceder en transportarlo en su furgoneta. Yepes no contaba con medio de transporte. Había venido a París principalmente para satisfacer la curiosidad de su público y de sus fieles. Como Sabicas con su comparsa y Carmen Amaya.

 

Roman, serif;">Me impresionó que un gigante de la música así se hubiera dignado dirigir la conversación, era un hombre culto y abierto al mundo y a los diferentes pueblos. En aquella época yo era un joven adolescente y jugaba por diversión.

 

Roman, serif;">Yepes tocó con genialidad y disposición, supo tocar y superar todas las dificultades que se le presentaron a lo largo del concierto. Su recital fue magnífico y digno de interés. Las críticas abundaron. Sólo Manuel Torres y sus jaleos, Enrique Morente y sus tangos, El Pele y sus toñas, o los brillantes recitales de Manuel Agujetas me dejaron después con tanta alegría.

 

Roman, serif;">Yepes fue verdaderamente un inmenso artista ibérico. Él está en algún lugar aparte.

 

Roman, serif;">Lo recuerdo por haber tenido la oportunidad de conocer y pasar tiempo con uno de los más grandes artistas españoles de todos los tiempos. Mi tía era una apasionada de la música. Ella tenía una pasión muy especial por él y lo cuidaba mucho.

 

Roman, serif;">Yepes iluminó París, su concierto fue un éxito sin precedentes.

 

Roman, serif;">Yepes mostró interés y curiosidad por la historia de los pueblos, los árabes, los bereberes, los cabilas, los godos, los visigodos, los ostrogodos, fue un inmenso artista gótico, claramente un grandísimo hombre.

 

Roman, serif;">Con él respetamos el trabajo, o el valor del trabajo, supo prepararse a lo largo de los años, su recital marca un éxito, el éxito de un hombre que lo hizo solo y con sus amigos. Se fue un poco antes, pero su mérito fue mayor y más importante.

 

Roman, serif;">Fue un hombre inclasificable, que dominó el mundo con su clase y su visión, un visionario, verdaderamente un gran profesional. Se anticipó a todo, como un águila que extiende sus alas sobre su tiempo.

 

Roman, serif;">Yepes rezuma perfección, aunque algunos le acusaron de haber dado demasiado volumen de sonido a los “ juegos prohibidos ”, que interpreta en la película con Brigitte Fossey. Es una película que cuenta la historia de una niña durante la guerra bajo bombardeos.

 

Roman, serif;">Yepes tocó el repertorio clásico español y catalán. Hoy los centros de interés se han desplazado ligeramente, Levante y Andalucía vuelven un poco a los clásicos. Pero ya no existe un monstruo sagrado como él. Aún quedan algunos grandes intérpretes, pero si alguien ha llevado la música española a lo más alto es él.

 

Roman, serif;">Jugaba con uñas de longitud media, mientras que Roessfelder jugaba con uñas muy largas. Cuidó sus dedos. En la guitarra sólo necesitas uñas que no sean demasiado cortas. Mi primer maestro fue inglés y mozartiano, cuando era adolescente, luego de adulto trabajé durante diez años con Andrés Serrita, uno de los principales hijos espirituales de Sabicas, y también uno de los más grandes intérpretes de zambras del mundo. Pero mi padre espiritual, mi mentor, es Narciso Yepes.

 

Roman, serif;">Narciso sigue siendo un humanista en la gran tradición clásica y española, ha trazado diferentes caminos, ha abierto brechas.

 

Roman, serif;">Conocerlo fue una oportunidad para mí. Fue gracias a Maruja que pude conocerlo, y lo que me contó me enseñó mucho sobre la educación musical, sobre el mundo de la guitarra clásica.

 

Roman, serif;">Un hombre de tal calibre no puede dejar indiferentes a los amantes de la música. Era tan brillante como misterioso, interplanetario e incluso un poco megalómano, considerando todo.

 

Roman, serif;">Su ecuación es la de un genio y su sucesión ha sido popular. Tiene bastantes artistas de variedades, gente como Manitas de Plata, como Pepe Pinto, Pepe Habichuela que sigue siendo un gran intérprete de flamenco. Hay muchos, y pocos, grandes virtuosos de la guitarra, el violín o la viola. Maruja con la orquesta acompañó a estrellas del género, y en especial a esta mezzosoprano argentina, una de las más grandes del mundo, con este repertorio argentino magníficamente excepcional.

 

Roman, serif;">Yepes sigue siendo una gran figura de la música clásica y de cámara, aunque un poco menos de la música sacra, porque ha interpretado mucho de Bach y Weiss.

 

Roman, serif;">Otros le sucedieron, especialmente John Williams. Pero la generación española era popular, con Tomatito, con el Camarón y tantos otros.

 

Roman, serif;">Yepes tenía el arte de la medida y un inmenso gusto poético. Ésta era su fuerza. Incluso los papas lo apreciaron.

 

Roman, serif;">Hoy día, en la música clásica, es sobre todo, como siempre, el piano el que predomina. Bella Schütz vino a Arnouville hace unos años, interpretó a Gabriel Fauré, uno de los más grandes compositores franceses. Sigue siendo una de las mejores pianistas clásicas del mundo.

 

Roman, serif;">El piano que tocaba era de Gabriel Fauré, luego se perdió, lo compraron, lo repararon dos o tres veces como para la contreras de Andrés. Hoy es un piano único, una joya.

 

Roman, serif;">Sí, es toda una época, todo un universo particular, con los éxitos que conocemos. Desde Falla, Joaquín Rodrigo, Fernando Sor, Turina, Isaac Albéniz, el repertorio español también es muy amplio. Yepes ha interpretado extensamente a compositores alemanes, tanto luteranos y reformados como enérgicos y vivaces.

 

Roman, serif;">Supo rehabilitar la música de cámara y a otros grandes compositores como Weiss.

 

Roman, serif;">Le debe mucho a Bach. Y aún hoy su reputación permanece intacta, sigue siendo un genio inmenso y un hombre de un carisma particular y sincero. Desde él nos hemos perdido un poco en lo clásico, necesitamos grandes figuras para que el clasicismo encuentre su profunda inspiración y su fuerza de expresión, movimientos artísticos, como los resultantes de 1936. Excepto que hoy los más grandes artistas trabajan principalmente en lado de la interpretación.

 

Roman, serif;">La inmensa discografía, el interminable repertorio de Yepes sigue siendo una referencia. El piano sigue siendo el instrumento de referencia. Se dice que harían falta 25 vidas de los más grandes pianistas para tocar una pequeña parte de la suite Iberia de Albéniz, apenas una décima parte de la obra. Es una obra inmensa, donde en ocasiones el pianista toca prácticamente a 20 cm por encima de las teclas. Pocos pianistas han interpretado las obras completas como Bach en el órgano. Por no hablar de las dificultades psicológicas que provoca una interpretación tan técnica.

 

Roman, serif;">Albéniz era vasco, como Ravel. El instrumento más importante y esencial es el piano. Pero Yepes supo llevar la guitarra a las alturas. Pocos guitarristas han llegado tan lejos como él.

 

Roman, serif;">Yepes supo combinar la fabricación del violín y el instrumento con la música, optimizar sus capacidades, sus medios físicos y técnicos, y modernizar la interpretación. Llegó muy alto con deslizamientos y armónicos.

 

 

Roman, serif;">Christian Diez Axnick.