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miércoles, 30 de noviembre de 2011

Lo que el viento se llevó (Gone with the wind, 1939)




Es difícil hacer una entrada dedicada a esta película, ¿cómo describir algo que es ya archi-conocido por todos? páginas y páginas web contiene información de uno de los CLÁSICOS (efectivamente, con mayúscula) del cine.
Llevo mucho tiempo pensando y re-pensando esta entrada, dado su fama y categoría, quería hacer una entrada digna de tal obra de arte.
Así, desde este mi humilde espacio, paso a dar mi punto de vista de la que probablemente, sea la película más vista de la historia del cine.







Lo que el viento se llevó es más que una película, pues antes de empezar a rodar se convirtió en leyenda y con el paso del tiempo ha ocupado un lugar de preferencia, mucho más allá de críticas o modas.

Nos encontramos, pues, ante una de las más famosas películas de la historia del cine. Basada en la novela de Margaret Mitchell, y ganadora del Premio Pulitzer; su rodaje duró 125 días y supuso cambios muy importantes en la técnica cinematográfica, siendo en su día, la película más larga jamás rodada.
Este romance épico, considerado el primer prototipo de súper-producción de Hollywood, fue nominada a 13 Oscars, se alzó con 8 estatuillas doradas más tres premios honoríficos. resultó vencedora en las categorías de: Mejor película, Mejor director (Fleming), Mejor actriz principal (Vivien Leigh), Mejor actriz de reparto (Hattie McDaniel, la inolvidable y entrañable "Mami"), Mejor guión adaptado (Sidney Howard), Mejor dirección artística, Mejor fotografía y Mejor montaje; y resultó nominada en los apartados de Mejor actor principal (Clark Gable), Mejor actriz de reparto (Olivia de Havilland), Efectos visuales, BSO y Mejor sonido.
En cuanto a los galardones honoríficos, son: Irving Thalberg Memorial (para David O. Selznick), Oscar honorífico, para William Cameron Menzies, y el Technical Achievement Award, para la Selznick International Pictures y Don Musgrave.





Esta epopeya sureña cuenta la vida de sus protagonistas antes, durante y después de la Guerra de Secesión:

Sur de Estados Unidos, mediados del siglo XIX: la Guerra de Secesión está a punto de estallar y los jóvenes parecen no hablar de otra cosa. Sin embargo, la joven caprichosa y vanidosa Scarlett O'Hara (Vivien Leigh), la más bella de la región, únicamente piensa en Ashley (Leslie Howard) y en cómo conquistarlo, pero él está prometido con la dulce Melania (Olivia de Havilland).
Aunque el olor a guerra se puede notar en el ambiente, corren tiempos felices aún en Tara y en todo el viejo sur, y en una fiesta Rhett Butler, un arrogante vividor (Clark Gable) se cruza en el camino de Scarlett.
Pronto, la felicidad y deseos de los protagonistas se ve truncada ante el inminente anuncio del comienzo de la guerra y la llamada a filas de todos los hombres.





Cuando el libro se convirtió en un éxito de ventas, David O. Selznick compró los derechos de la obra (por 50.000 dólares de la época). Estaba entusiasmado con la idea de llevar la novela al cine, sin embargo la puesta en marcha del rodaje le dio más de un quebradero de cabeza, empezando porque sería tan costosa que ningún estudio estaba por la labor de hacerse cargo. En estas, Jack Hay Whitney, presidente del consejo de administración de Selznick International Pictures dio su visto bueno, a pesar de la opinión de cualquier gran estudio. No fue el peor obstáculo: hasta ¡5! directores pasaron por la silla de dirección: el primero fue George Cukor, que pronto fue despedido por las continuas peleas con Clark Gable, a continuación Víctor Fleming, que cuando se le avisó aún se encontraba en medio del rodaje de El Mago de Oz, pero tras unas semanas de rodaje cayó enfermo y tuvo que ser sustituido por Sam Wood. Debido a otros avatares, Reeves Eason y William Cameron Menzies también se pusieron al frente del film. A pesar de todo, y dado que la mayor parte del metraje corre a cargo de Víctor Fleming, él es el único que figura en los créditos.

De haberse llevado a cabo la película tal y como se tenía concebida en un principio, hubiesen sido necesarias 6 horas de película. Cuando cayó en las manos de Víctor Fleming el primer manuscrito del guión, quedó totalmente disgustado, por lo que se encerró con Ben Hecht durante cinco días en un despacho hasta que no moldeó el guión a su gusto. Sin embargo Hecht no aparece tampoco en los títulos de crédito, al igual que Jo Swerling, Oliver Garrett, Scott Fitzgerald o John Van Drutten.
El guión final quedó a cargo de la propia autora de la novela y de Sidney Howard.










Respecto al director, George Cukor estuvo dos años en la pre-producción, y al cabo de dos semanas fue despedido. Las que más sufrieron la pérdida fueron Vivien Leigh y Olivia de Havilland, que suplicaron a David O. Selznick que no le cesara: la primera, porque le ayudó a preparar y estudiar el personaje hasta el último milímetro, la segunda, porque consiguió el papel gracias a él. Eso sí, el director continuó trabajando con ellas en la sombra, ayudando a los dos actrices a pulir aún más sus personajes.




Prueba de cámara de Olivia de Havilland y Vivien Leigh.



Ríos de tinta han corrido acerca del despido de Cukor... lo cierto es que Clark Gable no tragaba al director, pero los motivos principales fueron el guión y el sueldo, según consta en una carta entre Susan Myrick y Margaret Mitchell.




Como ya he dicho más arriba, el rodaje duró 125 días, pero para la elección de la actriz principal se precisaron ¡dos años de casting! David O. Selznick parecía no encontrar la actriz que diera el perfil de Escarlata O'Hara, y fueron muchas las actrices en las que se pensó y muchas más las que hicieron las pruebas de cámara.







En un primer momento, esta fue la lista por orden de preferencia:

- Miriam Hopkins (era la favorita de la autora de la novela);
- Katharine Hepburn;
- Bette Davis;
- Joan Crawford;
- Tallullah Bankhead;
- Margaret Sullavan;
- Norma Shearer;
- Barbara Stanwyck;
- Paulette Goddard;

Otras actrices destacables son: Olivia de Havilland (en el puesto 12), Jean Arthur (en el 14), Claudette Colbert (17), Irene Dunne (18) o Helen Hayes (22).
La cuestión era que aunque las actrices quisieran participar en la película y los productores estaban de acuerdo, los estudios bajo los cuales tenían su contrato no lo pusieron fácil para cederlas (como pasó, por ejemplo, con Bette Davis), y otras disponibles, no convencieron a los productores.

Miriam Hopkins era la preferida de Margaret Mitchell pero había un pequeño problema con ella: tenía 35 años y no daba el perfil de una jovencita sureña caprichosa y egoísta. Metidos ya en diciembre del 38, sólo tres actrices resistieron los casting: Jean Arthur, Joan Bennett y Paulette Goddard, pero únicamente las dos últimas pasaron las pruebas de cámara en technicolor... se dice que varios centenares de actrices intentaron hacerse con el papel femenino más codiciado de la historia del cine.

Y justo cuando David O. estaba a punto de anunciar a bombo y platillo a Paulette Goddard, una joven Vivien Leigh se cruzó en su camino y lo tuvo claro: ninguna actriz daba el perfil de Scarlett O'Hara, ella era la única.

Myron Selznick, hermano de David, los presentó. Se reunieron por primera vez el 10 de diciembre de 1938, justo la noche en que se iban a quemar los decorados de la película King Kong para realizar la escena del incendio de Atlanta, una de las más importantes de la película, y ante las llamas, el humo y el fuego todo encajó: ella era la mejor opción.

La elección se hizo oficial el 13 de enero de 1939. Se gestaba la leyenda.





Todas estas vicisitudes para la elección del papel protagónico femenino, contrastan con la del protagonista masculino, pues desde el principio se tuvo claro: ese papel sólo podía ser interpretado por Clark Gable (aunque sonaron con fuerza rumores acerca de que Rhett Butler sería interpretado por Gary Cooper).




Respecto a Leslie Howard, contaba ya con 46 años, por lo que en un principio rechazó el papel de Ashley, pero David O. sabía que lo que ansiaba el actor era convertirse en productor, por lo que se comprometió a que le ayudaría a producir y protagonizar la película Intermezzo, junto a una jovencísima y desconocida Ingrid Bergman.




Como curiosidad, cabe aquí citar la proposición de Warner Brothers: un paquete en el que se incluía a Bette Davis, Errol Flynn y Olivia de Havilland, a cambio de los derechos de distribución.







Con todo esto, no es de extrañar que la prensa siguiera muy de cerca todos los entresijos de pre-producción y preparación de la película y ya en sí el propio rodaje cuando empezó, lo que alimentó el morbo de periodistas, críticos y público, siendo una gran estrategia de marketing (lo que no sabemos es si se hizo a posta o no) que hizo que durante dos años estuvieran en boca de todos y creara mucha espectación a lo largo y ancho de Estados Unidos.




Los dos amores de Escarlata O'Hara.



Abajo, la dulce Melita.





"Francamente querida, me importa un bledo", esta frase que le dedica Rhett Butler a Escarlata O'Hara es una de las más populares del cine, elegida por la AFI como la más memorable.
"Frankly my dear, I don't give a damn" estuvo a punto de no pasar la censura, pues la palabra "bledo" encendió a los censores. Se dice que David O. Sleznick pagó 5.000 dólares de multa a la Motion Pictures por emplearla. Pero la realidad es que el 1 de noviembre del 39, el organismo responsable del Código Hays aprobó un decreto en el que se decía que palabras como "damn" o "hell" podrían usarse siempre y cuando "su uso sea esencial y necesario para la representación, el contexto o alguna escena o diálogo basado en hechos históricos o folclóricos, (...) o una cita literaria, siempre y cuando no ofenda al buen gusto".

En España, la frase se tradujo como "Francamente querida, eso no me importa".






Lo que el viento se llevó se estrenó en Atlanta el 15 de diciembre de 1939, y con motivo de tal celebración se decretaron tres días de fiesta en la ciudad, acudiendo a la cita no solo los protagonistas y productores, también Margaret Mitchell, Carole Lombard o Laurence Olivier. Como contrapunto, los actores de raza negra no fueron invitados, quedando excluidos del evento.

Y es que diversos movimientos en pro de los derechos civiles critican la visión idílica que se da en la película de la esclavitud, viendo una idealización del viejo sur, en la que los blancos representan los valores tradicionales y la esclavitud queda justificada en gran medida.




Frases:

- "Aunque tenga que matar, engañar o robar, a Dios pongo por testigo de que jamás volveré a pasar hambre", Scarlett O'Hara.

- "¿Te has olvidado de lo que es vivir sin dinero? Me he dado cuenta de que el dinero es lo más importante del mundo y no estoy dispuesta a que me vuelva a faltar", Scarlett O'Hara.

- "Y ahora que eres tan rica, puedes mandar a todo el mundo al diablo, como siempre has querido hacer" Rhett Butler / "Pero tú eras el primero al que quería mandar al diablo" Scarlett O'Hara.

- "Hay algo que amas más que a mí, se trata de la tierra roja de Tara" Ashley a Scarlett.

- "Señor, no es usted un caballero" Scarlett / "Ni usted una dama. No se ofenda. Las damas no tienen ningún atractivo para mí" Rhett Butler.

- "Realmente, mañana será otro día" Scarlett O'Hara.







Detalles curiosos:

- Presupuesto de la película: 4'25 millones de dólares. Pero si se ajusta ello a la recaudación, resulta ser una de las películas más taquilleras de la historia, y si añadimos el merchandising, obtenemos una de la más beneficiosas.
- El papel de Bonnie Blue Butler iba a ser interpretado por Elizabeth Taylor, pero su padre no quiso.
- El ex presidente de Estados Unidos Jimmy Carter recordó años más tarde el estreno en Atlanta de Lo que el viento se llevó como "el mayor evento que he visto en el sur en mi vida".
- Una de las escenas más espectaculares es aquella en la que podemos ver a los combatientes tendidos en el suelo tras la batalla. Para ello se emplearon extras y muñecos vestidos con los uniformes para dar esa sensación de vida y muerte. Poco a poco, la cámara va abriendo el plano para terminar enfocando la bandera sureña y los soldados agonizando bajo sus pies.





Hasta la próxima entrada corazones.

lunes, 7 de noviembre de 2011

Sucedió una noche (It happened one night, 1934)




La mayor gloria que puede obtener una película, de acuerdo con los parámetros de cine de Hollywood, es conseguir muchos premios Oscar. Pero lo verdaderamente importante es hacerse con los de Mejor película, director, guión, actriz y actor... bien, pues la película que hoy nos ocupa se alzó con ellos, no siendo hasta 1975, con Alguien voló sobre el nido del Cuco cuando se repitió tal proeza. Además fue hasta 1939 el film más premiado por la Academia, ya que ese año Lo que el viento se llevó arrasó hasta alzarse con ocho estatuillas doradas.

Este éxito fue totalmente inesperado. Columbia Pictures tenía a uno de los mejores directores de todos los tiempos, Frank Capra, sin embrago carecía totalmente de estrellas de primer nivel, pues entre Warner, MGM y Paramount se repartían a la gran mayoría de ellas. Clark Gable estaba bajo contrato del estudio del león cuando fue cedido como un castigo para participar en esta cinta, ¿castigo? os preguntaréis, pues sí señores/as: el actor con el bigotillo más famoso del cine lió una buena en las oficinas del estudio exigiendo mejoras en su contrato, como la opción a participar en mejores películas, elegir con quien trabajaba y un aumento de sueldo. El mundillo del cine se quedó con la boca abierta ante esta noticia, pues ¿cómo era posible que MGM cediera a una de sus mejores intérpretes para una comedia tan floja?; por su parte, Claudette Colbert tampoco tenía mucho interés en participar en esta producción. Lo hizo porque estaba bien pagado y coincidía con su período vacacional en Paramount.

Nadie, absolutamente nadie, pudo prever el apoteósico éxito de esta comedia, medio picantona y con dos estrellas con encanto, enmarcada en situaciones y lugares cotidianos.



Estos dos fotogramas son los más famosos y representativos de la cinta. La imitadísima y parodiadísima escena del "muslamen" de Claudette Colbert (abajo) ha influido tanto, que incluso hoy día sigue apareciendo en películas y sketch. En un principio la actriz no quiso rodarla por temor a que hiciera caer su prestigio. Pero cuando el director le explicó todo y vio que no era una vulgaridad, aceptó.




Ellie Andrews (Claudette Colbert) es una rica heredera y niña mimada de papá que huye de éste porque está empeñado en que contraiga matrimonio con un vulgar playboy. Durante su fuga a Nueva York, la chica traba amistad con un periodista en paro, Peter Warne (Clark Gable). Cuando el autobús en el que viajan se avería, la disparatada pareja emprende una aventura (aún más disparatada) haciendo autostop. Él espera hacer de todo ello un excelente reportaje que lo saque del paro, pero todo se complica cuando la heredera se enamora de él.




Clark Gable descamisado es otro de los fotogramas emblema del film. Abajo, los tres fantásticos de la película: Frank Capra, Claudette Colbert y Clark Gable.





Los dos protagonistas, pese a lo que he dicho antes, se vieron favorecidos por su aparición en Sucedió una noche. Clark Gable recibió el único Oscar de su carrera, que despegó hacia lo más alto a partir de este momento, convirtiéndole en todo un sex symbol. Sin proponérselo, había encontrado aquí el tipo de personaje que le haría popular y que poco a poco iría perfeccionando: el de un hombre pícaro y atrevido, con buenos sentimientos y muy masculino.
Gable empezaba ya a ser considerado como una baza muy importante para la MGM, ya que hasta entonces se había limitado a ser el galán de turno en los melodramas al uso de las grandes divas de la década, como Jean Harlow, Joan Crawford, y por supuesto, Greta Garbo. A partir de Sucedió una noche, ya nada volvería a ser como antes: ahora él sería la estrella.

En cuanto a Claudette Colbert, la película significó su descubrimiento para la comedia. Hasta entonces había encarnado personajes exóticos, como Cleopatra o El signo de la Cruz, ambas de Cecil B. deMille. Curiosamente ella debutó en el cine de manos de Frank Capra en el film Los tres papás. Además, podemos decir que 1934 fue crucial para su carrera: este film, Cleopatra e Imitación a la vida.
Resulta también complicado entender como una actriz que representaba papeles de gran sensualidad, pusiera tantas condiciones a Capra a la hora de rodar secuencias que consideraba muy osadas, por ejemplo, la escena más famosa del film, cuando hace autostop y enseña la pierna, que en un principio iba a ser rodada por una doble, pero finalmente cedió.

En cuanto al resto del reparto, cabe destacar a Walter Connolly, que anteriormente ya había trabajado con el director en la película Dama por un día.





Para el director supuso su consagración definitiva. En Sucedió una noche están presentes algunos de valores de Frank Capra, como la defensa del individualismo, la independencia y la libertad, sin bien está mucho más definido en obras posteriores. Esta es una comedia ligera de tono entretenido. Al principio nadie creyó en esta película y fue el boca a boca lo que hizo que todo el mundo cayera rendido ante ella.
El argumento de Sucedió una noche, con pequeñas variaciones sería el argumento de tantas y tantas comedias románticas, llegando incluso a nuestros días.





Hasta la próxima entrada corazones.

domingo, 18 de julio de 2010

GRETA GARBO (1º parte)

¡Viene la Garbo! Hasta ahora hemos dedicado en este blog algunas entradas sobre sus películas Ninotchka, La reina Cristina de Suecia y Mata Hari, y creo que es hora de centrarnos en esta maravillosa figura del cine: la mejor pagada de su época, las más importante... la estrella más rutilante de todo el star system de la época (con permiso de Marlene Dietrich, la única que no quedó eclipsada por Garbo)

La verdad es que me he decidido a escribir sobre ella porque hará cosa de un mes, mientras hacía zapping, en un canal que no suelo ver muy a menudo (por diferencias ideológicas y políticas) salía Glenn Close hablando de la esfinge sueca.

En ese momento corrí a por lápiz y papel para anotar toda la información posible, además completaré la entrada con datos del libro Movie Icon (una serie de libros, sobre todo de fotografía y con escasa lectura, dedicados a diversas figuras del cine de la época dorada).


Aviso que he puesto muchísimas fotografías porque uno de los objetivos de esta entrada es deleitarnos con la belleza atemporal de Greta Garbo.
"Lo que un hombre ve en otras mujeres cuando está borracho, lo vemos en Garbo cuando estamos sobrios"

Greta Garbo vivió 50 años aislada, pidiendo y rogando a todo el mundo que la dejasen sola, y cuanto más lo hacía, más crecía su mito... Pero, ¿qué había sido de aquel maravilloso rostro que fascinaba a distintas genereaciones de aficionados al cine?

John Barrymore, que protagonizó junto a ella Grand Hotel dijo una vez: "La Garbo sólo con aparecer en pantalla acapara nuestra atención, su encanto elimina nuestra torpeza... No se trata sólo de una interpretación, es algo que nos invade como un maleficio, una especie de magia... y esa magia tiene un nombre... Greta Garbo."


Greta Lovisa Gustafsson nació el 18 de septiembre de 1905 en el humilde barrio sueco de Södermalm (Estocolmo). Con sólo 14 años, su padre muere por lo que se ve obligada a trabajar en una barbería para poder apoyar a su familia económicamente. Tras este trabajo, consiguió otro en unos grandes almacenes donde pronto fue utilizada como modelo e imagen en distintas campañas publicitarias de la marca.

Aunque lo cierto es que Greta siempre fue una niña tímida que siempre soñó con ser actriz de teatro:
En 1922 le ofrecieron un pequeño papel en la comedia dirigida por Eric Petchser Pedro el vagabundo o Pedro el tramposo... en donde una joven y regordeta Garbo, que no se parece en absoluto a esa mujer fatal que años después haría suspirar de amor y pasión a millones de cinéfil@s y tendría a sus pies a toda la industria del cine, inicia su andadura cinematográfica.
En 1924 consiguió una beca para la Real Escuela de Arte Dramático de Estocolmo, tímida y preocupada siempre por su escasa educación, se mantuvo muy distante de las sofosticadas señoritas que allí se daban cita. Nunca llegó a terminar sus estudios. Y es que ese mismo año Greta captó la atención del realizador y director Mauritz Stiller, que supo intuir en ella una tremenda sensibilidad.

El flamante y egocéntrico director quiso moldear a Greta y construir un prototipo de mujer perfecta en la gran pantalla: le obligó a perder 10 kilos, le enseñó a vestir, trucos de belleza y como comportarse en sociedad. Y fue él quien le proporcionó el nombre más famoso del cine, el más aclamado y el que ha levantado más suspiros... Greta Garbo.


La primera película del tándem sueco fue La leyenda de Gosta Berlings, en ella la actriz interpreta a una condesa que se enamora de un sacerdote que había colgado los hábitos. En esta actuación apenas podemos ver ese magnetismo que años después embelesaría a medio mundo, pero Stiller seguía teniendo fe en ella.

La siguiente película que rodarían juntos se vino abajo en el último momento, y la Garbo se marchó a Berlín para rodar una película, allí el magnate del cine, Louis B. Mayer se encontraba viajando por Europa en busca de nuevos talentos. Mayer le ofreció un contrato a Stiller, pero éste puso como condición que la actriz sueca debía ir con él con otro contrato. El legendario magante aceptó y la contrató por 400 dólares a la semana y le espetó: "Dile a esa actriz que en América no nos gustan las gordas."

Y así, el 6 de julio de 1925 Stiller y Garbo llegaron a Nueva York. Allí, únicamente los recibió un fotógrafo de la MGM. Dos meses más tarde, ya en Hollywood, un comité formado por actores y figurantes de origen sueco les recibieron con flores, danzas y músicas típicas del país escandinavo. Sin embargo, la prensa seguía sin impresionarse, es más, satirizaban su aspecto de campesina europea y se mofaban de ella al compararla con mujeres tan glamourosas y estilosas como Mary Pickford o Gloria Swanson, las reinas del cine y el celuloide del momento.



En la MGM no sabían muy bien que hacer con ella, no sabían donde ponerla para sacarle el mayor partido posible, así que hicieron que posara como una deportista...

Su gran oportunidad llegó en el momento en el que, previa supervisión de Stiller, le ofrecieron protagonizar la cinta El Torrente, basada en la obra Entre naranjos, del valenciano Vicente blasco Ibáñez. El papel masculino corría a cargo de Ricardo Cortez. En esta película Garbo interpreta a una campesina española que se enamora de un aristócrata cuya madre se opone a su boda. Luego, ella se convertía en una afamada cantante de ópera en París... fue un papel flojo, pero importante por dos motivos: 1º, porque marcaría el prototipo de sus papeles posteriores (de femme fatale); y 2º, porque el público y la crítica comenzaron a fijarse en ella.
Su siguiente película, Tentación, fue un auténtico éxito de taquilla y crítica, y pronto el estudio comenzó a explotar la imagen de la esfinge sueca... todo a pesar su drama personal: a los pocos días de comenzar el rodaje, le comunicaron la muerte de su hermana y la MGM decidió prescindir de los servicios de Stiller.

Greta Garbo, preocupada por su ídolo caído y dubitativa de su talento, pensó en volverse a Suecia y en una carta dirigida a una amiga escribía "La vida me asusta."

Aunque ella comenzaba a despuntar, aún no tenía un compañero que le hiciese buenas réplicas en pantalla, así la MGM decidió emparejarla con el actor más veterano de sus filas y el más famoso y deseado: John Gilbert.

Su primera película juntos fue la aclamada y famosa El demonio y la carne. En esta película crearon un nuevo prototipo de lo que debía ser la pasión en pantalla (años más tarde haría lo mismo Elizabeth Taylor Y Montgomery Clift pero no con la pasión, sino con el romance). En las escenas de amor, Garbo parecía deborar a Gilbert con sus besos, y el erotismo crecía en cada escena.

Ambos actores se fueron a vivir juntos a la casa del actor y allí ella se adaptó muy bien a la vida en pareja y a los amigos del actor, pero siempre se negó a casarse con él... Una vez Gilbert, desilusionado, comentó a la prensa: "Ella dice que me he enamorado de la Garbo actriz, y debo admitir que efectivamente, así es."
Louis B. Mayer, perro viejo, quiso emparejarlos rápidamente en otra película, pero se topó con una piedra en su zapato: Garbo aceptaría, pero sólo si se le subía el sueldo. Y es que Gilbert ganaba 10.000 dólares a la semana, ella 600. Cuando la MGM se negó a subirle el sueldo a 5.000 dólares, cantidad que ella reclamaba, la Garbo pronunció su famosa frase "Me voy a mi casa." No fue una amenaza: se marchó y estuvo sin rodar 7 meses, y ante la apabullante indiferencia de la sueca, el magnate cedió a sus exigencias. Era la primera vez que alguien le hacía frente.
Su siguiente película juntos, fue Love (adaptación de la novela Anna Karenina), en donde queda patente que las mejores poses de Garbo se suceden cuando la actriz está recostada o tumbada. Después vendría La mujer ligera (también junto a Gilbert, que ya estaba prometido con otra mujer). Esta película fue la última colaboración en el cine mudo con el galán Gilbert.

Mientras rodaba Orquídeas salvajes, Greta Garbo recibió la triste noticia de la muerte de su mentor, Mauritz Stiller. Ella quiso dejar de rodar la cinta "Sólo habrá un muerto en pantalla." Pero el permiso le fue negado.

El inicio en 1927 del cine sonoro había echo temblar los cimientos del cine, pues las grandes figuras de la gran pantalla, como Charles Chaplin, Gloria Swanson, Mary Pickford o el mismo John Gilbert se estaban viniendo abajo. El sonido produjo, pues, nerviosismo en Hollywood y muchas de las más rutilantes figuras vieron su final, por ejemplo, el partner de Garbo, que había hecho suspirar de amor a miles de damas, ahora éstas se reían de su voz chillona.
La MGM estaba nerviosa, no podía permitirse perder a uno de sus bienes más preciados, por lo que mantuvo a Greta Garbo con la boca callada hasta 1930, más tiempo que al resto de estrellas, para darle tiempo a perfeccionar su inglés.

En 1930, Mayer y Thalberg la presentaron como la poco atractiva prostituta Anna Christie, el director fue Clarence Brown, su director fetiche. "Give me a whisky", fue lo primero que dijo Greta Garbo en la pantalla a los 16 minutos de comenzar la cinta.
Se rodaron dos versiones de la película: una en inglés y otra en alemán. La sueca superó con nota esta terrible prueba de fuego: se afianzó como la estrella más importante del momento, la película fue un aunténtico éxito de crítica y público y obtuvo su primera nominación al Oscar como mejor actriz. Ese mismo año sería también nominada a la estatuilla dorada por su interpretación en la película Romance.

Los tonos dulces, cansados y melancólicos con los que Greta hablaba no hacían sino que creciera aún más su mito.


En el año 1931 rodó junto a un jovencísimo Clark Gable (irreconocible sin ese bigotillo) la película Susan Lenox
En la famosísima Mata Hari, interpreta a la archiconocida espía que seduce a Ramón Novarro. Al hilo de esta película, un periodista dijo: "Al público parece gustarle que Garbo muera en pantalla" Aunque es cierto que en esta película Garbo parece que va a su muerte como si se dirigiese a su coronación.
En el año 1932 el estudio decidió por primera vez rodearla de grandes decorados y unos compañeros de cartel impresionantes, hasta ahora (a excepción de las películas con Gilbert) todo el peso recaía sobre ella.

Si hay algo en lo que todos los que trabajaron con ella están de acuerdo es en su profesionalidad y responsabilidad para con su trabajo. Tenía relaciones muy simpáticas y amables con todo su equipo: su idiosincrasia lo imponía.
Cuando estaba actuando insistía en que pusiesen pantallas negras a su alrededor para que nadie del equipo la desconcentrase y simepre que podía, trabajaba con el mínimo de personal imprescindible.

Como curiosidad, en la película Como tú me deseas, hizo su única aparación de rubia platino. Se trata de la última película con su anterior contrato. Tras rodarla se marchó un tiempo a Suecia y fue entonces cuando comenzaron los primeros rumores sobre su retirada, tenía 27 años... y sus mejores papeles aún estaban por llegar.



Sentía desprecio por muchos de los papeles que interpretaba, los de vampiresa o femme fatale,"Me dan risa", solía decir.
Nunca quiso jugar al juego de Hollywood: no asistía a los estrenos, no concedía entrtevistas, no firmaba autógrafos. No se centraba en la meca del cine, y llegó a cambiar de casa hasta 11 veces.


En el año 1932, Greta Garbo estaba en la cumbre de su éxito y como he dicho anteriormente, aún no había interpretado sus mejores papeles. Cuando en 1933 volvió a Estados Unidos para rodar La reina Cristina de Suecia, exigió un aumento de sueldo (que la convertiría en la estrella mejor pagada), y también consiguió por contrato no volver a interpretar papeles de femme fatale... ahora ella era la reina de la MGM, o mejor dicho, ella era la MGM.
Importante es de destacar que para esta película exigió a los estudios que su pareja en pantalla fuera el ya pasado de moda John Gilbert y no Laurence Olivier.
La Reina Cristina de Suecia, a pesar de que para muchos es su mejor papel (yo no lo creo) la película fue un fracaso de taquilla, y a esta derrota le siguió otra, pues El velo pintado, tampoco consiguió la recaudación esperada.

"Se ha convertido en la musa trágica oficial de Hollywood."



Tanto en Anna Karenina (1935, y que le hizo ganadora del premio del Círculo de Críticos de Nueva York) como en Margarita Gautier (1936, que supuso su tercera nominación al Oscar), interpreta a una heroína que vivía, padecía sufría y después moría; en los últimos romances de la Garbo, la carne y el espíritu se funden hasta crear una especie de religión, y en ella, la Garbo es siempre el supremo sacrificio.
Estas películas supusieron una reconciliación con el público.




"Se puede sentir el momento en el que su espíritu abandona su delicado cuerpo." escribió un crítico para describir la escena de su muerte en Margarita Gautier, película en la que, según escribió otro crítico, la llevó a la cumbre de su arte.





A finales de 1939, Greta Garbo desgarró su velo trágico e hizo una magífica interpretación cómica, su primera interpretación cómica... Ninotchka.

Con Ernst Lubitsch como director y Billy Wilder como uno de los guionistas, la película supuso un auténtico taquillazo, nada más y nada menos que 2'5 millones de dólares de recaudación para un país que acababa de salir de una grandísima depresión económica y estaba a las puertas de entrar a participar en la II Guerra Mundial.

Esta II Gran Guerra hizo mella también en el prestigio de la Garbo y la MGM, ya que el 40% de los ingresos del estudio venían de Europa, y con este mercado cerrado, todos los actores y actrices de Hollywood se vieron obligados a rebajar su sueldo para mantener el equilibrio del sistema: de 750.000 dólares, la mujer divina pasó a cobrar 250.000


Como curiosidades, del rodaje de Ninotchka, Greta Garbo se negó a recibir a Ernst Lubitsch e insistió en verlo dentro de su coche, y fue allí donde discutieron determinados aspectos del personaje y del contrato (ella tenía mucho miedo a la escena de la borrachera, pues pensaba que haría caer su prestigio); otra anécdota sucedión con Billy Wilder, a quíen echó del set de rodaje porque según ella "Había demasiada gente y no podía concentrarse."





Su última película fue La mujer de las dos caras... que no pienso describir, pues dio al traste su carrera: el director George Cukor se empecinó en darle una vuelta al look de la Garbo y a la imagen que todos teníamos de ella, así que no se le ocurrió otra cosa que vestirla y peinarla de tal modo que pareciera que tenía 10 años más, ya no era esa mujer fascinante de antes... el director de vestuario de la película, tras hablar con George Cukor y no llegar a nada en claro con el director, se levantó y antes de dar un portazo en las narices del otro le espetó: "Cuando el glamour acaba para Greta Garbo también acaba para mí."


"Han hecho de ella un payaso, un bufón, un mono subido a un palo", escribió un crítico muy enfadado al ver la película.

Nadie en ese momento sospechó que el fracaso de esa tonta comedia de sexo acabaría siendo el canto del cisne de la sueca.

Cuando se retiró, Greta Garbo tenía 36 años, eran joven, guapa y rica... muchos intentaron que volviera a la gran pantalla y rechazó protagonizar Un tranvía llamado deseo ("Soy demasiado masculina", dijo) y una película de Hitchcock.

Entre sus manos ahora tenía tiempo... de vez en cuando, se rumoreaba sobre su vuelta al cine, y fue asediada y acosada por medios de comunicación y admiradores hasta el final de sus días, el Domingo de Resurrección 15 de abril de 1990.

En 1954, le fue concedido el Oscar honorífico por toda su carrera, pero no fue a recogerlo, porque como ella misma dijo "No quiero verle la cara a nadie."

La divina es inmortal... ha trascendido los altos y bajos que imponen las modas y ha permanecido en nuestra memoria (y en la de millones de aficionados al cine) como una diosa... y es que la persona pasó a convertirse en mito, y el mito en leyenda.

"¿Es usted Greta Garbo?" le preguntó una vez una fan, y ella le contestó "YO FUI GRETA GARBO"

¿Qué importa realmente quién fuera Greta Garbo? Ella es sólo una proyección de luces y sombras en la que nosotros proyectamos nuestras miradas llenas de fantasías y deseos, de admiración y adoración, sobre esa increíble imagen... Ella fue la auténtica y verdadera ilusión del cine.

(Continuará)