La vida, la amistad, el camino, la belleza y tal vez la eternidad es un conjunto en movimiento que suma y atrae mientras avanza.
Sólo con los ojos de todos, puede verse el final. O acaso solo sea posible contemplarlo con el alma, porque ni siquiera los ojos podrían abarcar tanta luz.
Es posible que los números y la sucesión Fibonacci puedan explicar algún día el universo. Es verdad que a lo largo de la historia, hombres de ciencia, artistas e incluso arquitectos lo han utilizado para trabajar y para crear. Lo cierto es que los resultados siempre han sido majestuosos. Y que las plantas y las flores, de forma natural se organizan de ese modo.
Fui sumando los pequeños hexágonos y encajando con puntadas y colores, como hacemos las cosas en el patchwork.
Me imaginaba, uniendo, amigos de aquí y de allá, y todos aportando algo.
Un beso escondido para todos y cada uno.
Feliz Año.