Mi casita costurero

Las visitas… una maravilla..

Habituales o esporádicas, la mayoría ha decidido quedarse, y yo encantada.

He tenido que hacer algunos arreglos en el alma, pero eso no incomoda.



















Para que todos quepan, se acomoden, y estén a gusto, he decidido ampliar la  capacidad con una casa supletoria.  La subo aquí, para que podamos meter ahí los trapos en reserva, lo que vamos creando y el hilo del cariño.

Estoy contenta con mi pequeña obra, por eso yo creo que me he excedido en las fotos.





Esta hecha con aplicaciones minúsculas y puntada escondida.

Aquí ya es primavera. Me lo cuentan nuestros pájaros. La canaria lleva ya unos días en el nido, sin esperar la fecha oficial. Tiene 5 huevecillos en mis telitas de patchwork. Ella lo que quiere  es ser protagonista, anunciar que el frío pasa, que la crisis no hay que tomarla muy en serio, que lo importante es la vida, que hay que aprender de la naturaleza. Y cantar todos los días, y buscar los motivos para ello, porque los hay.

Desde aquí quiero agredecer a las nuevas/os seguidores que se han acercado a mi Blog y algunos me es imposible acceder a los suyos. Siento no poder visitarlos y poder disfrutar de sus trabajos.











Mil gracias por vuestros afectuosos y sentidos comentarios, sin ellos, ni el camino, ni la amistad, ni el patchwork seria lo mismo.Sed felices.

Un costurero y un proyecto de casita costurero.

No puedo ver las manos sin oficio. Se me van los dedos tras la idea. Siempre encuentro quehaceres en la casa, en el jardín, en los pinceles y costuras. Tengo el alma en la rueca de los días y sigo hilando sueños de colores.

Puede ser un costurero, o el frontal de una casa donde guardar el amor y la seda de los hilos o detalles.Tenia ganas que Julia nos enseñase Cartonage. Y lo hace tan sencillo que es una maravilla aprender.








 




No puedo estar mano sobre mano, ni le dedico tiempo a las noticias, ni aunque vengan servidas con imágenes.

De tanto  poner alas, no puedo estar como el pájaro sin rama.

Disfruto lo que hago y lo comparto con la misma sencillez de la amiga que invita a una cerveza, o un café de sobremesa.  

Me encanta, eso sí, buscar un momento y escapar por la ventana al mundo y encontrarlo lleno de amigas y de amigos,  que con una sonrisa dicen “feliz día”  y se muestran dispuestos a contar sus cosas.

Es un respiro, una bocanada de aire, de luz y de ilusión.

Aquí, si lo deseáis, seguís teniendo, una incondicional amiga.

Gracias por la amistad y por la vida.

Cosas pequeñas

Cosas pequeñas…cosillas. Telas pequeñas…en buenas manos, detalles. Los tesoros no son otra cosa que pequeños detalles, en los momentos oportunos. ¿Quién no ha necesitado, en un momento dado, una aguja, un hilo, un botón, un alfiler, un imperdible, unas tijeras, un metro? Pues algo tan pequeño, se puede llevar, sin gran problema en nuestro bolso. Puede sacarnos de apuros. Pero también puede servir para echar una mano a los demás. ¡Para algo sirve ser de patchwork! El detalle se puede llevar puesto, como la sonrisa. La gente  lo aprecia. ¡Es útil!

Pequeños compromisos, grandes ocasiones para mostrar aprecio. No importa el cuánto, importa el qué, el cómo, el cuándo y con qué motivo. Seguro que es más importante el que se acuerden de uno, pensar el detalle que podríamos hacer para que esa persona a la que apreciamos sea feliz. No importa que nuestro trabajo no sea exactamente para ella, puede ser para su hija, para su nieta, para… Lo importante es que lo hice yo pensando en ti. Eso lo hace único e irrepetible. ¿No es eso lo que le da valor?
Es  al menos mi forma de pensar.  Esto se lo hice para Daniela, la nieta de una amiga. La abuela  está encantada, con la nieta, con el detalle y con la ilusión que le hizo a sus hijos. De alguna manera hice felices a 3 generaciones.
Bueno, y seguro que a vosotras mis seguidoras por contarlo.

Según vuestros comentarios deduzco que apreciáis mis entradas. Tengo que deciros que cualquiera puede hacerlo del mismo modo y mucho mejor.  Vuestros comentarios, ¿cómo se hacen? ¡Exactamente, de palabra! ¡Gracias por vosotras y por ellos!

Costurero

La costurera y el costurero tienen un romance. Siempre es secreto. Pero hacen una pareja ideal, con sus altibajos, claro. A veces nos deslumbran cuando dan a luz una belleza, una obra de arte.

Al costurero no le gusta ser protagonista. Siempre está en segundo plano. Son contadas las personas que logran descubrirlo. En ese caso, como sucede aquí, sale a la luz, por la indiscreción de algún periodista, o por el gran aprecio del fotógrafo hacia la costurera.

Siempre con la recomendación de que no se rompa el secreto, ni el idilio, ni la misteriosa fecundidad.