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6.11.08

Fandango de los somormujos colirojos inconocidos


Para Mo, el nuevo fantasmita de las letras

esa amiga inconocida descolgada de la nada

que desgrava retenciones por impuestos del gobierno

que regenta los fandangos de las teclas del teclado

somormujos colirojos migradores trashumantes

voladores por el wifi

de los vientos del Estrecho

que peinaron nuestros pelos

y empujaron nuestras bicis

y tiraron los jarrones y las almendras por el suelo

cada una de las veces que quisimos ser consuelo

de los días caramelos que pringaban nuestro pecho

en el lecho aljarafeño al que nunca volveremos

con los mismos ojos ni con distintos sueños



26.10.08

Fantasmas en la arena

Quú, aun no sabía si realmente quería acercarse al caballo que llevaba días acompañando por la arena y por los sueños del desierto del calor. Era feliz viviendo del polvo azul que desprendía la estela de sus crines, y aunque nunca había conocido forma más hermosa que el recorte de su cuerpo contra el cielo, Quú no estaba seguro de que ese animal fuera real, ni tampoco tenía ningún interés en comprobarlo.

Todo empezó una mañana a las 6.45h, cuando Quú no llegó a tiempo al disco verde del semáforo, y tuvo que frenar, apoyar el pié izquierdo en el asfalto y subir la visera del casco que le obligaba a verlo todo de color azul; fue entonces cuando vio por primera vez a ese caballo. Estaba cruzando la carretera a 200m del semáforo, dónde la colina hacía del asfalto un horizonte negro cosido al sol.

El semáforo cantó verde y Quú apretó muñecas hacia la colina; allí se detuvo, dejó su moto en el arcén y cruzó la carretera sin preguntar por qué. No quería llegar a la oficina, no quería tocar las teclas de su pc, no quería siquiera volver después a su casa y hacer las cosas que hacía en su tiempo libre, y desde luego no quería ponerse a cambiar su vida ahora que se había convertido en un señor, así que dejó caer su abrigo al suelo y decidió seguir al caballo cuya silueta aun podía ver a lo lejos. A partir de entonces se llamaría EfeDé. Sería otra persona, sería él, esta vez si...


-No, Quú?