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domingo, 19 de octubre de 2014

La Caja de Pandora, Especial bélico


 
War (Guerra; Norman Whitfield & Barrett Strong) Versión de Bruce Springsteen

La guerra.
¿Para qué sirve?
Absolutamente para nada.
La guerra
¿Para qué sirve?
Absolutamente para nada.
La guerra es algo que desprecio
porque significa la destrucción de vidas inocentes,
porque significa miles de lágrimas en los ojos de las madres
cuando sus hijos salen a luchar para entregar sus vidas.
La guerra 
¿Para qué sirve?
Absolutamente para nada
Dilo otra vez
La guerra 
¿Para qué sirve?
Absolutamente para nada.
La guerra
no es otra cosa que una destroza corazones.
La guerra,
solo amiga del enterrador.
La guerra es el enemigo de todos los hombres.
Pensar en la guerra me saca de quicio,
transmitiéndose de generación en generación,
iniciación a la destrucción
para el que desee morir.
La guerra
¿Para qué sirve?
Absolutamente para nada
Dilo otra vez.
 La guerra
¿Para qué sirve?
Absolutamente para nada.
La guerra ha hecho pedazos
la mayor parte de los sueños de los hombres
convirtiéndolos en amargos y perversos,
La vida es demasiado valiosa
como para andar peleando en guerras cada día.
La guerra no puede dar la vida, solo quitarla.


La guerra
no es otra cosa que una destroza corazones.
La guerra,
solo amiga del enterrador.
La paz, el amor y el entendimiento
deben esperar en algún lugar por nosotros estos días.
Ellos dicen que debemos luchar para ser libres
pero, Dios, debe haber una manera mejor.
Algo mejor que la guerra.
La guerra
¿Para qué sirve?
Absolutamente para nada.



Burt Lancaster y Deborah Kerr en "From here to eternity"


La nueva entrega de la revista/fanzine La Caja de Pandora está dedicado a la guerra. Es por ello que me ha parecido adecuado comenzar con la canción War, con letra pacifista y en orígen considerada "canción protesta" estrenada por el cantante Edwin Starr y que, posteriormente, versionaron los Temptations y el grupo Frankie goes to Hollywood. He elegido la versión de Bruce Springsteen porque en ella la protesta y la letra suenan potentemente. Creo que es una versión inmejorable. Pero, hablemos de esta nueva y prometedora entrega de temática bélica que nos ofrece La Caja de Pandora.
Fatso (Ernest Brognine) se encara con Maggio (Frank Sinatra) que es sujetado por Prewitt (Montgomery Clift)

Como se puede intuir por las fotografías, colaboro en esta ocasión con un texto sobre  la película De aquí a la eternidad y el papel que supuso la vuelta a la cumbre de Frank Sinatra. Los contenidos de este número son los siguientes:

El pacifismo beligerante de Kubrick (por Alfredo Manteca Cano)
Geometría (por DVD)
El arte de la guerra, un repaso al cómic bélico (por Francisco J. Ortiz)
Hitler, un film de Alemania (por José Ángel de Dios)
Sonic Warfare, banda sonora para un campo de batalla (por Kinski)
Haz el humor y no la guerra (por Laura Fornelio)
La tumba de las luciérnagas (por Licantropunk )
Manuel Chaves Nogales, periodista (por Lula Fortune)
De aquí a la eternidad (por mí mismo y con la ilustración de Antonio Callau)
La pelota (por Miguel Ángel Villalobos)
Hanz Werner Henze, de la guerra al exilio personal (por Esther Fito )
Las brigadas interdimensionales (por Pedrom)
Rambo no estuvo a las órdenes de Patton (por Pepe Cahiers )
Ilustración de Tomás Serrano
Tomas Tang y el cortapega bélico (por Víctor Olid)

Se completan los contenidos con este video de Videodromo


 

Travellings de Stanley Kubrick from Videodromo on Vimeo.

Espero que disfrutéis de esta nueva entrega de La Caja de Pandora que, a buen seguro, os proporcionará gratos momentos de lectura. En unos días facilitaremos la página donde poder leerla. De momento, la pueden descargarla aquí 
Montgomery Clift, Burt Lancaster y Frank Sinatra en un descanso del rodaje

domingo, 3 de marzo de 2013

Sesión de cine: José María Forqué (1ª parte) "Usted puede ser un asesino" y "Un millón en la basura"

José María Forqué fue uno de los directores de cine más importantes en nuestro país. Nacido en Zaragoza, en 1923, dirigió películas tan inolvidables como Atraco a las tres (1962), 091 Policía al habla (1960), Maribel y la extraña familia (1960), Amanecer en puerta oscura (1957), Usted puede ser un asesino (1961) o Un millón en la basura (1967) En 1994 recibió el Premio Nacional de Cinematografía y murió un año más tarde, en Madrid.

Hoy comienza en este blog un repaso a toda su obra. Empezamos con dos textos que aparecieron en la revista La Caja de Pandora, dedicados a las películas Un millón en la basura y Atraco a las tres.

Usted puede ser un asesino (1961)
En 1961, José María Forqué ya había dejado clara su pericia y sus excelentes resultados al convertir un texto teatral en soporte cinematográfico. Un año antes había triunfado con la adaptación de Maribel y la extraña familia, obra de Miguel Mihura, con un Adolfo Marsillach en estado de gracia, acompañado por la bella Silvia Pinal, completando una comedia inolvidable. Ese mismo año había dirigido de nuevo a Marsillach, junto a José Luis López Vázquez, en una modesta incursión en el cine negro titulada 091: Policía al habla, otro éxito de taquilla. Y en 1961 llegaría otra adaptación, esta vez de una comedia de Alfonso Paso, titulada Usted puede ser un asesino, con guión del propio Forqué, Vicente Coello y Antonio Vich. Esta es la sexta película que José Luis López Vázquez realiza con el director aragonés, la número treinta en su extensísima filmografía, aunque hasta entonces, todos sus personajes habían sido mucho más secundarios (como en el caso de La noche y el alba, De espaldas a la puerta o la ya mencionada 091: Policía al habla) En esta divertida comedia comparte protagonismo junto a Alberto Closas (que ya la había protagonizado en teatro), como ya hiciera en Una muchachita de Valladolid (Luis César Amadori. 1958), La vida en un bloc (Luis Lucía. 1956) o, posteriormente, en Operación: Embajada (Fernando Palacios. 1963), La visita que no tocó el timbre (Mario Camus. 1966) y en la conocida saga de La gran familia. No es de extrañar, entonces, que la pareja López Vázquez-Closas haya sido considerada una de las más rentables y eficaces en la comedia del cine español. Completaron el reparto Amparo Soler Leal y Julia Gutiérrez Caba.



Usted puede ser un asesino cuenta la historia de dos matrimonios franceses, los Aldelbert (Simón, Alberto Closas y Margarita, Amparo Soler Leal) y los Picart (Enrique, López Vázquez y Briggitte, Julia Gutiérrez Caba) Mientras las dos esposas deciden pasar unas vacaciones en el campo, los maridos se quedan solos en París y aprovechan para preparar una juerga con dos jovencitas en la casa de Simón. Todo se complica cuando el hermano de una de esas señoritas, que se ha presentado en la casa antes que ellas para realizar un chantaje a los maridos infieles, muere después de mantener una discusión con Simón. A partir de este momento, los maridos que pretendían pasar una juerga divertida, intentarán esconder el cadáver del chantajista. A medida que la situación se complica, las esposas vuelven a casa de manera inesperada y un nuevo cadáver hace su aparición en la escena. La deformidad cómica de una realidad tan profundamente dramática como un asesinato, la intriga que se desata tras el descubrimiento del segundo cadáver y la historia, ajena, manejada por Forqué que se descubre también aquí como un director de nacionalidad indeterminada en cuanto a estilo y época, hacen de Usted puede ser un asesino una de las más divertidas comedias del cine español, rematada con broche de oro por una espectacular banda sonora de Augusto Algueró con piezas de jazz y destellos de swing que remiten directamente a músicos cinematográficos tan importantes como, por ejemplo, Henry Mancini. Si buscáramos influencias para José María Forqué en esta comedia, irremediablemente, tendríamos que acudir de nuevo a Frank Capra y salvando las distancias (sobretodo temporales, casi veinte años antes), a su Arsénico por compasión de 1944 Pero en la filmografía del director zaragozano no podríamos encontrar una comedia más divertida que Usted puede ser un asesino, equiparable a la ya mencionada Maribel y la extraña familia o a la mismísima Atraco a las tres.
Sobre Usted puede ser un asesino, José María Forqué destacará la necesidad de utilizar el plano secuencia como una exigencia de las situaciones que planteaba la historia, y su esmero en el tono y estilo de su interpretación. En cuanto al reparto, hace hincapié en lo acorde y en la tonalidad unitaria de la interpretación, ya que, excepto Alberto Closas, ninguno de los actores había representado la obra en los teatros y tanto Julia Gutiérrez Caba como Amparo Soler Leal eran prácticamente nuevas. Por esta razón, conseguir concordancia entre unos actores y otros fue un logro. En definitiva, Usted puede ser un asesino es una muestra de la buena comedia que solía producir Alfonso Paso, trasladada al cine con maestría y respeto por José María Forqué y una película que merece la pena ser rescatada del olvido.




Un millón en la basura (1967) 


Mientras que el mundo entero da la bienvenida al movimiento Hippy, el rock and roll conquista las listas de los éxitos más vendidos, Gabriel García Márquez publica Cien años de soledad y El graduado de Mike Nicholls triunfa en la ceremonia de los Oscar, España sigue en su burbuja de acero y sumida en pleno aislamiento franquista, se vuelve a reclamar Gibraltar y se realiza un intento de acercamiento a los Estados Unidos desempeñando el papel de intermediario entre el país presidido por Lyndon B. Johnson y la Cuba de Fidel Castro. Poco más que destacar de ese 1967, excepto que se promulga la Ley Orgánica del Estado, Raphael vuelve a Eurovisión y Los Canarios y Los Bravos rompen las listas de los éxitos más vendidos, desbancando así a Luis Aguilé. Eran años oscuros en los que seguían intentando mantener al país dentro de un caparazón, ocultando la cruda realidad. Precisamente algo de esa realidad es lo que rescató José María Forqué con una película que pasó sin pena ni gloria (quizá porque interesaba, quizá porque no se quería mostrar el lado mísero de España) dirigiendo un guión de Vicente Coello, Pedro Masó y Antonio Vich en esta película titulada Un millón en la basura. La oscura vida del protagonista, Pepe (José Luis López Vázquez),  bien pudiera ser el reflejo de una gran parte de la sociedad española, todavía en aquella década de los sesenta, víctima de un desarrollo económico lento, en el mejor de los casos. La película fue considerada una comedia, dejando totalmente de lado el componente crítico y valorada más por su final estilo Capra, impuesto por el guión y por el estilo moralizante de Masó, que por la realidad que nos muestra, en algunas ocasiones de manera muy cercana al estilo del neorrealismo italiano (como en el caso, por ejemplo, de Mi tío Jacinto), con un toque de ironía. Pero, a pesar de no tener problemas con la censura, la película contiene frases tan intencionadas como “Acabaremos en la cárcel porque los pobres no podemos tener tanto dinero” (Julia Gutiérrez Caba) , la esposa de Pepe,  o la del compañero de trabajo, Faustino (Juanjo Menéndez), “¿Pero cómo vas a pedir un préstamo? ¿no sabes que hay un presupuesto, un superávit y un déficit?”
 
José María Forqué nos presenta a una familia compuesta por Pepe, su mujer Consuelo y dos niños, que sobrevive en una barriada deprimida, situada en el extrarradio de Madrid y que esa mañana fría, en vísperas de Navidad, cumple la fecha límite para pagar los meses de alquiler que deben. La familia no dispone de las tres mil pesetas necesarias para efectuar el pago y se ve, irremediablemente, condenada al desahucio. Sin embargo, como cualquier otra madrugada, Pepe sale a regar las adoquinadas calles de Madrid junto a su compañero Faustino (Juanjo Menéndez) pues ocupa el modesto puesto de manguero en la brigada de limpiezas públicas. Pero para su sorpresa, en uno de los cubos de basura que ocupan la calzada, hallará un maletín que contiene un millón de pesetas, lo que supone el fin de los problemas para su familia. Pepe decide creer que ha sido un regalo caído del cielo, un milagro, pero al llegar a casa, Consuelo le obliga a recapacitar y aunque algo reticente, comenzará a buscar al dueño del millón, cuyo nombre está en el maletín que lo contiene. A pesar de todo, Pepe no puede evitar gastarse un billete de mil pesetas (que después le será reclamado), como él dice, “para los Reyes de los críos”. En su periplo para buscar al dueño del millón, Pepe vivirá algunas situaciones realmente trágicas, siempre disimuladas por la facilidad innata que López Vázquez tenía para la comedia, pero que marcan la historia de una sociedad que no desea abrir los ojos ante la realidad que se vive en sus calles. Una tragedia disimulada por el desenlace de la historia pero con los escenarios de una sociedad gris y la decadencia que muchas familias vivían todavía en 1967, durante los oscuros años de la dictadura. Completan el reparto, en papeles secundarios, José Sazatornil, José Sacristán, Aurora Redondo, Rafael López Somoza, Rafaela Aparicio, Emilio Laguna, Guillermo Marín, Carlos Lemos y Lina Canalejas.

Un millón en la basura fue la película número veinticuatro de José María Forqué, cinco años después de dirigir la que es considerada su mejor obra, Atraco a las tres (1962), a la que rinde un pequeño homenaje aquí cuando el personaje de Pepe (José Luis López Vázquez), irónicamente y ante la situación que están viviendo, responde a su esposa “Como no demos un atraco”. Posteriormente lo más destacado que dirigiría el director zaragozano fue la comedia Las que tienes que servir (1967)  y Una pareja… distinta (1974) Su última película fue Romanza final (Gayarre) en 1986


Según las palabras del propio Forqué, “realicé Un millón en la basura en cuatro semanas, utilizando dos cámaras. Me gusta mucho esta película porque prefiero la realidad; y es que también existen los pobres, aunque hay gente que parece que no lo sabe” El escritor, profesor y crítico, Florentino Soria Heredia, escribió sobre Un millón en la basura que “de haberla rodado Capra o Antonioni hubiera gustado pero que, por hacerla Forqué, ha pasado desapercibida”. En definitiva, lo más destacable de Un millón en la basura son esos planos de López Vázquez y Juanjo Menéndez, comiendo un bocadillo sentados en la escalera del metro; la vivienda paupérrima donde viven el matrimonio de Pepe y Consuelo, esa parte de la  sociedad que apenas se podía mostrar entonces y que en la actualidad todavía cuesta trabajo reconocer. Un millón en la basura es el realismo que ofreció José María Forqué para una sociedad, todavía, poco realista.

miércoles, 17 de octubre de 2012

Mad Doctors: La nueva entrega de "La Caja de Pandora"


El científico loco y todas sus versiones cinematográficas son los protagonistas del quinto número de La Caja de Pandora. En esta ocasión tengo el placer de colaborar con un artículo sobre el personaje de Peter Lorre en Arsénico por compasión (Frank Capra. 1944), el insigne doctor Einstein. El lado cómico del mad doctor.

Estos son los contenidos que encontraremos en La Caja de Pandora:

La tienda de los sueños, relato de Ángel Torres Quesada.

Lula Fortune nos habla del personaje de Frankenstein y un segundo artículo dedicado a Raimondo de Sangro.

Mujer escarlata escribe un texto titulado Pensamientos escritos sobre impatos visuales

Babel nos presenta un repaso de las cristuras que nacieron después de las dos grandes guerras del siglo pasado.

Pepe Cahiers nos habla en su texto del oscuro destino al que se ven condenados siempre los mad doctors.

Wolfville escribe una reseña sobre Las manos de Orlac (Karl Freund. 1935)

Licantropunk nos habla de Los ojos sin rostro (George Franju. 1960)

Aarón Rodríguez escribe un artículo titulado Some interesting pictures, una pincelada de color para un tema bastante oscuro.

Victor Olid nos habla de Jekyll and Hyde... together again! (Jerry Belson 1982), un film cómico sobre la conocida historia del doctor.

Unai Marcos escribe un sangriento artículo titulado Herbert West Reanimador

Kinezoe se adentra en el mundo onírico de La ciudad de los niños perdidos (Jean-Pierre Jeunet 1995)

Astrum X nos ofrece el artículo más tórrido de este número con su Fuckenstein

 DVD escribe un texto reflexivo titulado ¿Qué le pasa, Doctor?

Crowley dedica un texto a El Golem, a Inseparables (David Cronenberg. 1988), un artículo sobre el científico Robert Cornish y sus experimentos de reanimación de cadáveres así como una entrevista a Brando Seifert.

De la parte musical de este número de La Caja de Pandora se encarga Mucipa, con un texto dedicado a la música futurista y a los compositores como creadores de vida con sus notas.

Pablo de Blas Andrada nos presenta los raros personajes de Dr. Slump

Kinski realiza un repaso por los científicos más locos y peligrosos del mundo del cómic.

El apartado gráfico corre a cuenta de Miquel Zueras, Tomás Serrano y Antonio Callau

Para leer el quinto número de La Caja de Pandora aquí

Para descargarlo aquí


Que lo disfruten!!!