By Pilar
Contreras Moreno
Con los pies hundidos sobre la cálida arena
escucho
el vaivén de las olas
su
agua clara y espumosa
va
borrando mis propias huellas.
Con
los pies hundidos sobre la cálida arena
vuelvo
a recordar
aquél
poema de José Larralde
dichas que
no esperas y seducen
sentados
bajo la luna de Agosto
con
la mirada puesta en la playa de Poniente.
Desde
el decimocuarto piso
ya
no se escucha al improvisado trompetista
con
sus notas flotando en la brisa
nocturna
del Mediterráneo.
La
melodía bajó sus persianas
cambió
su rumbo de temporada alta
y
yo con los pies hundidos sobre la cálida arena
vuelvo
a recordarte.
Pilar Contreras Moreno
1
de abril de 2012