¡Gracias! By Trini Reina
Si tuviésemos conciencia de lo que una sencilla palabra,
espontánea y sincera, al menos en el minuto que es pronunciada, provoca en algunos espíritus… En ciertos momentos.
En según qué circunstancias de la vida…
Cuántas sonrisas dormidas estimularíamos.
Cuánto consuelo transmitiríamos al alma atribulada.
Qué cantidad de almíbar, bálsamo o como queramos denominarlo.
Qué placidez instantánea para el ánimo inquieto.
Cuánto bienestar recorrería en ese santiamén:
las venas, la mente y el corazón de quien, de ellas,
como un mendigo estaba necesitado…
Lástima que, por pudor unos y otros por temor a que esas letras, dictadas por el corazón en un exaltación de sensibilidad o un arrebato de ternura, sean mal interpretadas
ni abramos la boca para emitirlas,
ni seamos capaces de, una vez oídas,
dar las gracias por ellas.
Por eso, hoy quiero darte las gracias a ti,
que, siempre dejas huella,
aunque nunca rastro…
©Trini Reina