¡Así
que escúchenme! ¡Escúchenme! La televisión no es la verdad. La
televisión es un maldito parque de atracciones. La televisión es un
circo, un carnaval, una trouppe itinerante de acróbatas, cuentistas,
bailarines, juglares, monstruos de barraca de feria, domadores de
leones y jugadores de fútbol. Estamos en el negocio de matar el
aburrimiento. Si quieren saber la verdad, acudan a Dios, acudan a sus
gurús, búsquenla en ustedes mismos porque es en el único lugar
donde van a encontrar la auténtica verdad.
[…]
Nosotros
le diremos cualquier mierda que quieran oír. Manejamos ilusiones,
amigos. ¡Nada de ello es verdad! Pero ustedes sentados ahí día
tras día, noche tras noche, gente de todas las edades, colores y
credos nosotros somos lo único que conocen. Están empezando a creer
en las ilusiones que tejemos aquí.
Están empezando a creer
que este tubo es la realidad y que sus propias vidas no son reales.
Hacen lo que el tubo les dice. Visten como el tubo les dice, comen
como en el tubo y educan a sus hijos como en el tubo. Incluso piensan
como en el tubo. Esto es una locura colectiva. Ustedes son maníacos.
En el nombre de Dios, ustedes son la realidad. Nosotros somos
ilusión. Así que apaguen sus televisores.
Apáguenlos ahora.
Apáguenlos y déjenlos apagados.
Apáguenlos en medio de esta frase
que les estoy diciendo ahora.
Discurso de Howard Beale en "Network".