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sábado, 19 de julio de 2008

Los primos mayores

Mi hija de 12 años me preguntó en qué se parecían Fontanarrosa y Guinzburg. La verdad que se me puso difícil explicarle. Pero no el parecido entre ellos, sino tratar de encontrar un parangón en la actualidad de estos dos tipos como para que ella pudiera en base al ejemplo acercarse un poco más. No tanto a Guinzburg, que lo vio más, sino al negro.
Recordé que un ex compañero de la Cooperadora de la escuela de los chicos, Carlos Manfredi, oriundo con sumo orgullo de Chañar ladeado, siempre que habla de estas figuras infaltablemente plantea cuánto generó la clase media de este país unas décadas atrás.
Una clase media que incluso desde sus sectores socioeconómicos más humildes dio grandes intelectuales, grandes periodistas, tipos que como por caso, Julio Nudler, eran de primera en lo suyo –en este caso la economía- pero al mismo tiempo descollaban en otras áreas, como por ejemplo el tango, donde Nudler fue un conocedor como pocos.
Es una generación que siempre la vi como de primos mayores de los que aprendí casi todo y a los que por sobre todas las cosas respeto. Primos como Dolina, Abrevaya, Castello, Fontanarrosa, Guinzburg, Nudler, Verbitsky, Bonasso, Gasalla y muchísimos más que ahora se me olvidan.
Gente inspirada que nos formó a través de revistas entrañables e irrepetibles como Satiricón, Mengano, Tía Vicenta, Hortensia y Humor.
En este blog donde tanto se castiga a una ancha franja de la clase media, a la que pertenezco aunque en su peldaño más bajo, es bueno rescatar que este sector alguna vez tuvo la virtud de parir personalidades profundas y cultas.
Sin duda en el retroceso global que ha tenido nuestro país desde 1976 en adelante
–retroceso que tiene responsables con nombre y apellido- esa clase media perdió la capacidad de parir Fontanarrosas. Porque, ponete a buscar reemplazos; ponete a buscar figuras que hoy anden entre los 30 y los 50 años que se arrimen aunque sea un cachito así a estos primos...
No los encontrás. Y muchísimo menos encontrás tipos que se destaquen, por ejemplo, como periodistas políticos y como especialistas en música. No los busques. No los hay. Por ahí encontrás alguno, pero nada en sentido generacional.
Nos vamos quedando sin banco de suplentes. Y así como perdimos los wines, vamos perdiendo reemplazos. Así como ya ni podemos recordar de memoria la formación del equipo de nuestros amores, vemos que tampoco tienen reemplazo Nebbia y Spinetta.
La creatividad está en terapia intensiva y las ideas andan escapándole a la policía mientras Marcos Aguinis ocupa el lugar que alguna vez tuvieron Cortazar o Borges.
Releo estas líneas y la verdad que no sé si publicarlas. No sé si se lo merecen, no sé si te lo merecés vos.
¿Son producto de una semana atroz? ¿Son un borbotón de ideas sueltas que metí dentro de una botella y lancé al mar? ¿Es tan así o soy yo que estoy por el piso?
¿Qué opinás?

Fontanarrosa

Me hubiera gustado conocerlo, ser su amigo.

Volver a ver su estupenda particicipación en el Congreso de la lengua es una buena forma de mantenerlo vivo.

http://es.youtube.com/watch?v=ErGLhqYJOrk

http://es.youtube.com/watch?v=J_KpLnsq9A8

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