Néstor y Gran Cuñado

Reproduzco este post de mi amigo "Griyo" Donari porque creo que describe con absoluta precisión el proceder de Néstor Kirchner frente a Marcelo Tinelli y Gran Cuñado.
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DE OTRA MADERA. UN SHOW DISTINTO
Escribe Guillermo Donari

Desencajado. Así apareció Marcelo Tinelli ayer en ShowMatch. Esperaron a Néstor Kirchner durante toda la noche y pese a la promoción previa, se notó claramente el nerviosismo en el piso, incluso en Fredy Villarreal, mucho menos gracioso que otras veces, el imitador perdió frescura cuando el tiempo pasaba y lo preparado hasta el cansancio no podía traducirse en pantalla.
Dio la sensación que se asustaron cuando la realidad se les vino encima: “Y nos dieron las 10 y las 11, las 12 y la 1 y las 2 y las 3”, así de tenso y de denso se puso el programa cuando Kirchner no llegaba.El intento del conductor de generar poder propio, entre Clarín (grupo en el que su programa sale al aire) y el gobierno de los Kirchner, pareció desmoronarse cuando el candidato no llegó , obligandolo a confirmar una vez mas que “el que espera, desespera”.
Las opciones eran varias. Tinelli quería lograr que Kirchner cerrara la campaña con él en el estudio. Clarín quería que no se hiciera, mostrando la falta de “tolerancia” del candidato. Pero en el final y después de varios llamados telefónicos, pudieron hablar. Néstor manejó el diálogo y ya no hubo tiempo para ensayos, sin perder el sentido del humor la conversación fue directa : “Estoy doblando boletas”, dijo en el principio e inmediatamente invitó a su imitador a ser solidario leyendo las encuestas, luego le preguntó si estaba trabajando “en negro”. Una serie de bocadillos que lo posicionaron en otro lugar, representando a una clase política que puede tener una lógica mediática propia, muy alejada de los que solo necesitan algunos puntos de ratings para prestarse a cualquier cosa.
Los Kirchner no son cualquier cosa, son muy inteligentes, conocen como los medios “bendicen” o “dinamitan” candidatos y eso fue analizado minuciosamente . Ellos saben que Tinelli juega su propio partido en esta pulseada, incluso “poniendo nervioso” al grupo que lo saca al aire, saben que también era importante estar, pero no como el envase clásico en el que se presentaron los otros candidatos, sino con una posición propia: esto fue el llamado por teléfono, la síntesis de la estrategia Kircherista fue el periplo para que Tinelli, pudiera al menos, hablar con el anunciado que jamás llegaría.
“Seguro que viene” fue la frase de la noche, repitiendola con un voluntarismo digno de envidiar. Pero cuando todo era inevitable, cuando no llegaba el hombre esperado, comenzó la desesperación e incluso me pareció advertir lágrimas de bronca en los ojos de Tinelli. No lo esperaba. Si todos habían ido, si De Narváez bailó con su sonrisa de vendedor de autos fundidos , si Sergio Massa repitió su “cling” hasta el hartazgo, si Felipe Solá no pudo evitar ni el ninguneo real ni el imitado , si Daniel Scioli mostró su esperanza prefabricada, si Carlos Reutemann repitió un “no sé” preocupante por lo creible ; si Mauricio Macri transpiró aristocracia rancia e inconsistencia ideológica , si Gabriela Michetti derrapó en su silla, es decir, si todos hicieron lo aconsejado por el ratings, seguramente Néstor Kirchner no iría a ser menos.
Y Kirchner no fue menos, al contrario, fue más. No fue y fue al mismo tiempo. Como mezclar sin mezclarse fue la estrategia utilizada por los Kirchner para trabajar en relación el reality de 30 puntos promedio. Los consejos de Massa para “cuidar” a la presidenta, la salida de DeAngeli y la permanencia de Scioli y la misma Cristina, fueron las señales de Tinelli para una recepción “agradable” respecto al ex presidente.
Pero no alcanzó y no hubiera alcanzado nunca, porque la concepción es otra. Los resultados del domingo podrán mostrar a un Kirchner ganador, pese a no haber ido a Show Match y eso, realmente es muy bueno, porque posibilita que la política siga teniendo que ver con la gente y el territorio real, aunque a Tinelli y sus boys, no les haya gustado.

¿A qué juega Tinelli?

Cuando arrancó Gran Cuñado recuerdo que en La Bloguera especulamos sobre una cuestión no debidamente tenida en cuenta por entonces (y creo que tampoco ahora) que era y es tratar de desentrañar a qué jugaba (y juega) Marcelo Tinelli.

Observemos algunas cositas: La primera en irse de la casa fue Elisa Carrió y al Cleto lo mostraron como un soberano boludo, lo más parecido posible a De La Rúa, mientras que Margarita Stolbizer directamente no está en la casa. Al mismo tiempo, Mauricio Macri fue presentado por el mismísimo Marcelo lo como "el principal dirigente de la oposición"... sugestivo ¿no?

¿Podríamos suponer que hubo un juego perfectamente planificado para destruir al Acuerdo Cívico y Social? No podemos decir que haya existido ese afán, pero la simple enumeración que hicimos más arriba faculta a pensarlo.

Todos suponíamos que Cristina se iría en las primeras emisiones. No solo no pasó eso sino que su personaje se transformó en algo querible para la audiencia, lo mismo que Néstor -personificado por Freddy Villarreal, lejos el imitador con más ángel de Tinelli, que además compuso uno de los personajes con más llegada popular - El matrimonio Kirchner terminó siendo muy bien tratado en Gran Cuñado y se rumorea que esta noche Tinelli iría a Olivos a sacarlo desde allí al ex presidente.

A esta altura del partido seguimos intentando descubrir el juego de Marcelo Tinelli y cómo engarza su plan con la estrategia del grupo Clarín, dueño de Canal 13.

¿Los vínculos entre el divo de la TV argentina y los Kirchner nunca desaparecieron?

¿Hay un pacto a altísimo nivel con el multimedio?

El muchacho de Bolívar nunca da puntada sin hilo.

Cómo me gustaría saber quién le abastece los carreteles...

De qué se ríen?

La semana pasada estábamos en La Bloguera analizando algunos costados políticos de Gran Cuñado y La Niña nos hizo ver que el personaje de Guillermo Moreno es pura invención, pura especulación del actor que personifica a un funcionario del que casi no existen filmaciones ni grabaciones de su voz.
Una de las rarezas de Moreno es que todo el mundo habla y habla de él, pero no se le conoce ni la voz, ni los movimientos, ni su “forma de de ser”.
Estamos ante una gran construcción mediática que nos hace creer que Moreno tiene una personalidad que, la verdad, la audiencia no ha tenido el gusto de ver, algo distinto a lo que sucede con Luis D’Elía –el otro ogro- que ha pasado largas horas en los canales de televisión y en reportajes radiales.
No es el caso de Moreno. Entonces uno se pregunta de dónde se nutrió el actor para diseñar un perfil, una actitud, una personalidad.
De Guillermo Moreno conocemos lo que se dice de él, no lo conocemos a él; conocemos lo que dicen que él dice, no lo que dice; nos enteramos de las cosas que dicen que hace, no de lo que hace.
La Imagen que se ha creado de este funcionario es una de las demostraciones más acabadas del poder de los medios para inventar y modelar personajes, situaciones, estados de ánimo y en definitiva realidades que colisionan con la percepción empírica que tenemos del mundo que nos rodea.
En tiempos donde abundan aparatos para filmar y grabar, es raro que aún no se haya registrado ninguna de las tantas apretadas que se dice que Moreno hace ¿Se entiende?
A ver, sí es cierta su intervención (desafortunada) en el INDEC, eso no está en discusión, pero apunto a otra cosa, apunto a que aparezcan las pruebas de sus tantos aprietes, de sus armas sobre el escritorio, de su personalidad violenta, de su accionar al filo de la ley.
¿Por qué no aparecen las pruebas?
¿No será que no aparecen porque no las hay?

Que se entienda, esto no es una defensa a Guillermo Moreno, es un ejercicio, un razonamiento que pretende situar las cosas en su debido lugar, porque es insólito que se componga un personaje sobre transcendidos y porque es realmente loquísimo que la audiencia se ría (si lo hace) con una imitación de alguien a quien no ha visto ni oído.
Por favor, que vengan los que saben de estas cosas a explicarnos un poco cómo viene la mano…