Pertenezco a la generación que le sigue a la de Miguel Bonasso.
Soy de los que estábamos ingresando en la adolescencia cuando estos compañeros eran protagonistas centrales en los tumultuosos setenta; soy de los que fuimos creciendo en plena dictadura tratando de entender qué estaba pasando en el país.
Como tantos, tuve siempre un gran respeto por algunas figuras, entre la que se destaca Miguel Bonasso. No es que apruebe a libro cerrado toda su actuación en aquellos años, pero siempre los vi como tipos interesantes que tenían mucho para aportar a la transformación del país.
Cuando Miguel armó el partido por el que ingresó a la cámara baja realmente me alegré y también valoré su acercamiento al kirchnerismo. Luego he tenido, creo, más disidencias que acuerdos con sus pronunciamientos, pero eso es lo de menos.
Lo que sí me preocupa es verlo aparecer cada vez más seguido en La Nación y me duele horrores que esté a punto de terminar jugando en contra del proyecto de SCA.
¡Justo Miguel Bonasso va a votar en contra del proyecto si no se define la conformación de autoridad de aplicación como él lo exige!!!
La verdad, no lo puedo creer.
No lo quiero creer
Algo muy feo tiene que estar pasando.
Miguel Bonasso no puede terminar su vida política de una manera tan hedionda.
Miguel Bonasso no puede retirarse de Cámara de Diputados habiendo votado a favor de Clarín y Videla.
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