Siempre hemos dicho que la recuperación de YPF y Vaca Muerta eran proyectos estratégicos y que sus resultados impactarían cuando ya Cristina no estuviera en Casa Rosada. Los gobiernos que consiguen un lugar destacado en la historia son los que dejan políticas de desarrollo que beneficiarán al país cuando sus mandatos hayan concluido, por eso no cabe duda que Vaca Muerta, como el desarrollo satelital o la política exterior, apuntada a la convergencia con el eje BRIC, son logros de una trascendencia superlativa, que Argentina no desplegaba hace varias décadas.
Hoy encontramos esta nota, donde nada menos que Clarín se hace eco de un informe del Financial Times donde se leen párrafos como estos:
Cuando el Gobierno estatizó las acciones de YPF en poder de Repsol, escribe Mander, pocos esperaban resultados tan positivos como los que se han ido dando tan pronto: "La inversión en la mayor empresa de Argentina saltó de 2 mil millones de dólares a 6 mil millones".